(emitido a las 7.37 Hs.)

EMILIANO COTELO:
"Industriales pedirán al gobierno que denuncie a Argentina en la Organización Mundial del Comercio".

Este era el título principal del diario El Observador el sábado. La nota estaba en página 11 y señalaba: "A los industriales uruguayos se les agotó la paciencia y ya no esperan noticias alentadoras desde Buenos Aires. Las permanentes decisiones de Argentina para frenar las importaciones fueron en aumento, y cada vez son más los sectores con problemas para colocar su producción en ese mercado, que perdió protagonismo pero igual sigue siendo importante para los exportadores uruguayos".

El presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Washington Burghi, comentó el viernes a ese matutino que "en algún momento hay que decir basta". Y fue a propósito y a raíz de eso que anunció que van a plantear al gobierno que denuncie a Argentina ante el tribunal del Mercosur y la Organización Mundial del Comercio (OMC). "El Mercosur se volvió anárquico, cada uno hace lo que quiere, y así no se puede seguir", señaló. "Uruguay debe recorrer todos los caminos legales, ir a los tribunales que corresponda y responder así por los empresarios de hoy y los inversores que estén pensando en venir", añadió.

La respuesta, a distancia, se conoció al día siguiente, el domingo, por el diario La República. La nota se titulaba "Gobierno ve muy delicada la relación con Argentina", y en su primer párrafo indicaba: "El presidente de la República, José Mujica, reconoció que las relaciones comerciales con Argentina están muy complicadas a raíz de la política de la administración de Cristina Fernández de establecer trabas a la importación", "porque ellos adoptaron una política que puede desatar obstáculos". Aclaró, de todos modos, que el Gobierno aún no ha realizado un "balance global" de la situación, información de la que dispondrá en pocos días más, para así analizar los caminos a seguir.

Luego agregó: "No es sencilla la situación con Argentina porque tiene varios ángulos. Algunos señores industriales piden que el Gobierno uruguayo denuncie la situación ante la OMC. Son declaraciones que han hecho por la prensa como siempre y luego vienen a hablar con nosotros, pero seguramente tampoco han hablado con los interesados en el turismo, me parece que para tener políticas con Argentina hay que hablar con ellos; tampoco han consultado a quienes manejan cuestiones inmobiliarias cuando, a ojos vista, de ese origen es la primera fuente de inversión, y tampoco debieron de haber consultado al mundo de los servicios", siguió diciendo Mujica.

El mandatario insistió en un planteo que ha hecho otras veces: las relaciones económicas tienen múltiples aspectos y aristas, desde la logística, el trabajo de los puertos, las mercaderías en tránsito que dan trabajo a mucha gente, las inversiones inmobiliarias o la industria de la construcción. "Esto no es un problema simple, y a mí me espanta la enorme ingenuidad con que se planta el sistema empresarial del Uruguay, que tiene razones para rezongar, pero a veces hace propuestas que no las piensa", criticó.

Está en línea el presidente de la CIU, Washington Burghi.

¿Cómo vio las declaraciones del presidente Mujica de ayer? Son bastante críticas de la forma como usted en especial salió a la prensa en el fin de semana.

WASHINGTON BURGHI:
Coincido con el presidente en cuanto a que el Gobierno tiene que velar por todos los sectores. Hoy, y no como en el pasado, tenemos que hablar de que un país no es solamente agropecuario, industrial o de servicios, necesita de todos los sectores para seguir creciendo. De todas maneras, nosotros hemos estado y estamos en contacto con algunos empresarios de otras áreas, y a ellos no les desagrada la idea de recorrer los caminos legales.

Nuestro comentario se basa en no amputarse ningún instrumento legal para hacer frente a este problema. Creemos que recurrir a los tribunales jurídicos que entienden en estos asuntos no debilita la posición de Uruguay; al contrario, reafirma nuestro compromiso con la transparencia y la legalidad. Tampoco desconocemos que es un camino largo, es un camino tedioso y de un beneficio teórico y no a corto ni mediano plazo.

EC - Lo primero que cuestiona el presidente Mujica es que ustedes hayan salido a hacer estas sugerencias, este reclamo, en los medios de comunicación, y no lo hayan hablado directamente con él o con el Gobierno.

WB - No lo hemos hablado directamente con él o con el Gobierno en las últimas semanas o meses, pero esto estuvo sobre la mesa ya en el correr del año pasado –no puedo recordar el mes–, se lo hemos planteado tanto a Industria como a Cancillería. Tiene razón, no se lo planteamos personalmente a él, pero sí se lo planteamos a Cancillería y a Industria en su momento, debe de hacer cuatro o cinco o seis meses, porque me parece que Uruguay es reconocido dentro y fuera de la región por el respeto a las reglas, el cumplir los contratos firmados, el mantenimiento en el tiempo de las líneas de acción. Es por eso que hoy Uruguay es respetado y está recibiendo inversiones no solamente de la región sino también de fuera de la región, cosa que alguna década atrás era absolutamente impensable.

EC - El vicepresidente Danilo Astori, muy en sintonía con Mujica en este tema, ha dicho: "La relación entre los gobiernos de Uruguay y Argentina se reconstruyó con mucha paciencia, y negociar en un ambiente de tensión y tirantez o de mala relación va a llevar a un resultado mucho peor. Hay que tener mucha paciencia". Con este tipo de comentarios se da a entender que determinados caminos que puede emprender Uruguay complicarían otros frentes de ese vínculo con Argentina, podrían dar lugar a otro tipo de medidas. Es lo que se desprende de lo que señalan tanto Astori como Mujica, por eso hablan de otros rubros en los cuales la relación con Argentina también es importante.

WB - El Gobierno ha seguido una estrategia, y creo que, como en toda estrategia, después de un tiempo uno tiene que hacer una evaluación, tiene que pasar raya y ver si esa estrategia dio los frutos que uno esperaba, y sí es así abonarla, seguir adelante con ella, y si no es así, empezar a estudiar otros caminos. La declaración del presidente para mí es muy importante porque él ya está evaluando la posibilidad de seguir otros caminos, porque negociar con Argentina es algo que debemos hacer, no podemos dejarlo de hacer nunca. Un país como Uruguay, territorialmente pequeño y con un mercado también pequeño, la vía que tiene es la vía de la negociación, pero no por eso debemos morir con los ojos abiertos.

EC - Para usted, por ejemplo, ir con una denuncia a la OMC ¿no expone al Uruguay a que Argentina a su vez reaccione mal en otros frentes?

WB - No sé si lo expone o no, pero Argentina de todas maneras sigue reaccionando mal. Usted es consciente –porque lo he escuchado en su emisora– de que una semana y otra también Argentina sigue poniendo trabas ya no a las exportaciones tradicionales uruguayas, sino también a las exportaciones de servicios.

EC - Sí, se acaba de imponer la declaración jurada previa para los intercambios en materia de servicios. Esto fue la semana pasada.

WB - Exacto. Entonces, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo podemos seguir de esta manera? Porque ¿cuánta traba más nos puede poner Argentina?

EC - Usted remarca que una medida como la declaración jurada para la venta de servicios se adoptó ahora sin que en el camino Uruguay hubiera hecho nada, hubiera tomado ninguna medida de represalia por las anteriores.

WB - Exactamente. Aparte creo que nadie se puede molestar porque alguien recorra los caminos legales, nadie se puede molestar porque uno reclame institucionalmente lo que cree que le pertenece. Insisto, esto es teórico, largo, de dudoso resultado, pero creo que por la imagen del país es un camino que debemos seguir.

EC - Ustedes hablan de la OMC y de los tribunales del Mercosur.

WB - Sí, en primer lugar de los tribunales del Mercosur, y si se niega y los abogados dijeran que es correcto, también la OMC.

EC - El escalón primero es ir al Mercosur.

WB - Sí, por supuesto.

EC - De todos modos, no son muy alentadoras las perspectivas en esa materia.

WB - Por supuesto que no, pero creo que por la imagen del país, para que el inversor extranjero sienta que el país defiende su inversión, más allá del resultado que obtenga, es bueno. De todas maneras, este es un camino, y se puede desarrollar paralelamente a otros caminos. En definitiva, el que tiene que hacer esto es el Gobierno, y si no quiere hacerlo no lo va a hacer. Yo rescato de las palabras del presidente que se está pasando raya, se está viendo que las cosas de esta manera no están caminando y se está buscando una nueva estrategia, también negociadora, pero una nueva estrategia.

EC - Sí, en la entrevista de ayer en La República, a propósito de la posibilidad de medidas espejo, dice: "Aunque yo no soy partidario de ello, alguna cosa hay que hacer. El mercado interno tiene valor".

WB - Por supuesto. El mercado interno tiene valor, los votos uruguayos en los organismos internacionales tienen valor, las expresiones de Uruguay en el contexto internacional, como país libre y democrático, tienen valor. Eso hay que hacerlo valer.

EC - ¿Ustedes están pensando en algún otro tipo de instrumento?

WB - Hemos hablado con el presidente y con el canciller, al presidente hace 15 días le manifestamos una idea que podría ser una estrategia que veríamos posible. Pero prefiero dejarlo entre el presidente y yo, porque si no, dejaría de ser una estrategia. Y aparte, no sé si el Gobierno lo va a utilizar o no.

EC - ¿Cómo ve la posibilidad, con la cual insiste mucho el Gobierno, de continuar abriendo mercados, continuar diversificando las opciones para la exportación de los productos uruguayos?

WB - Eso no lo debemos dejar de hacer nunca, nos vaya muy bien o muy mal con Argentina, tenemos que estar continuamente abriendo nuevos mercados para nuestras exportaciones. A Uruguay lo que lo salva es diversificar, no solamente los mercados, sino diversificar también su oferta exportable.

EC - ¿Hay rubros de la producción nacional, en el caso de la industria, que son cautivos de Argentina, que si no pueden exportar a Argentina quizás no son competitivos en otros mercados del mundo?

WB - Lamentablemente, sí. Porque Argentina es un mercado de cercanía, un mercado que tiene las mismas costumbres, los mismos hábitos alimentarios que nosotros. Y aparte ha sido tradicionalmente uno de nuestros principales mercados junto con Brasil. Cambiar eso es muy difícil y estaríamos dejando mucha gente afuera.

EC - De algún modo, aludió a rubros vinculados a la alimentación. ¿Qué más, qué otros rubros son muy cautivos de Argentina?

WB - Hay rubros de vestimenta, del plástico, que también son cautivos de Argentina por cercanía. Transportar plástico es muy caro en el mundo, la cercanía nos da una ventaja comparativa. ¿No podemos aprovechar esa ventaja comparativa? Argentina tiene que entender que ella no puede tomar la mejor parte de los contratos firmados y dejar fuera el resto. Argentina tomó la mejor parte, porque toma lo mejor, toma nuestro mercado, el mercado brasileño y el paraguayo, y cuando tiene que dar a cambio su mercado, que es lo que está firmado en el contrato del Mercosur, no lo da. Argentina es la que tiene que tomar decisiones. Reconozco que puede estar pasando por un mal momento, pero si hay que barajar y dar de vuelta, que lo exprese y veremos cómo se hace. Ahí serán los gobiernos del Mercosur que tomarán las decisiones, pero me parece que esta no es la manera de comportarse cuando uno tiene convenios firmados. Por ahí iba el tema de que Uruguay siempre se ha destacado por cumplir los convenios firmados y transitar el camino de la legalidad. Por eso nos diferenciamos en este barrio tan complicado.

EC - Después de este cortocircuito del fin de semana entre usted y el presidente Mujica, ¿alguien tomó el teléfono, alguno de los dos?

WB - No, porque estuvo el fin de semana de por medio. Pero no creo que haya sido un cortocircuito, creo que no es así, porque aparte no es que tengamos diferencias, no veo en las palabras del presidente que tengamos diferencias. Recorrer los caminos legales no quiere decir que pueda llegar a venir menos turismo o que los inversores de Argentina vengan en menos cantidad. Creo que sería al revés, los inversores se sentirían tal vez más protegidos.

***

Transcripción: María Lila Ltaif