El FMI decidió el cierre de su oficina en Argentina
El Fondo Monetario Internacional (FMI) cerró su oficina en la Argentina ante la falta de lazos financieros y técnicos. En el vecino país solo quedará un economista "full time" y la relación formal se manejaría desde Perú.
Se trata de la segunda vez que ocurre algo similar. El primer episodio se registró en 1994 en el gobierno de Carlos Menem. Fue por seis meses, hasta que ese país volvió a pedir ayuda.
En el caso de Argentina, el último programa se rompió en noviembre de 2001, cuando el FMI decidió cortar la asistencia del "blindaje" ante la certeza de que el estallido del país era inminente.
En 2005, el entonces presidente Néstor Kirchner, cumpliendo con un deseo del entonces jefe del Fondo, Rodrigo Rato, canceló la totalidad de la deuda del Gobierno con el organismo, exhibiéndolo como un gesto de independencia política.
Un año después, se realizó la última revisión de la economía argentina en el marco del denominado artículo IV que realizan anualmente todos los países socios del FMI.
A partir que decidió retocar los índices de precios al consumidor en 2007, entre otras cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), ese intercambio informativo dejó de llevarse a cabo.
Enseguida, el Fondo comenzó a reflejar esa desconfianza en su panorama económico, al admitir divergencias entre las estadísticas oficiales y las publicadas por el sector privado y una decena de provincias.
Este gesto provocó que un juez local le exigiera aclaraciones al FMI en Washington; el organismo alegó inmunidad para no responder, pero quedó molesto por esta presión.