El Banco Central de Brasil recortó nuevamente la tasa Selic. Análisis de la política monetaria del país vecino y de sus posibles impactos a nivel cambiario
Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.46 Hs.)
EMILIANO COTELO:
La semana pasada, el dólar en Brasil mostró un aumento importante acercándose a un 1,90 reales y eso terminó impactando también en el mercado de cambios de Uruguay, donde también se vio una suba del tipo de cambio.
El Banco Central de Brasil había decidido recortar otra vez en 75 puntos básicos la tasa de interés de referencia, la llamada tasa Selic, llevándola a 9% anual.
¿Qué podemos esperar para los próximos meses en relación a la política monetaria seguida adelante en Brasil? Y, asociado a eso, ¿cuáles son las expectativas en términos del valor del dólar en el país vecino? De esto conversaremos con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.
Comencemos repasando cómo ha sido la actuación del Banco Central de Brasil en materia de política monetaria en los últimos meses. Te lo pregunto porque van varios recortes consecutivos, ¿no?
PABLO ROSSELLI:
Es así, Emiliano. El Banco Central lleva seis recortes consecutivos en un ciclo de flexibilización monetaria que empezó en agosto de 2011, cuando empezaron a observarse señales de mayor deterioro del contexto internacional y de enfriamiento de la actividad económica a nivel local. Desde ese momento, entre agosto y abril, la tasa de política monetaria fue recortada por el Banco Central en 350 puntos básicos, o lo que es lo mismo, en 3,5% anual.
En las últimas dos reuniones, en enero y ahora en abril, el Copom aplicó dos bajas significativas, a razón de 75 puntos básicos en cada reunión. Luego de esos recortes, la Selic se ubica como tu decías en 9% anual, un nivel muy próximo al mínimo histórico que se registró en julio de 2009 cuando la Selic llegó a ubicarse en 8,75% anual, en un contexto que en muchas cosas es similar al que enfrenta el Gobierno ahora.
EC- ¿A qué te referís con eso, Pablo? ¿En qué sentido se puede decir que el actual es un contexto similar al de 2009?
PR- Salvando las distancias, producto de la crisis en Estados Unidos que estalló sobre los últimos meses de 2008, a mediados de 2009 el escenario internacional presentaba una incertidumbre importante y eso a afectaba el desempeño económico de los países emergentes.
Hoy por hoy, pese a que el canje de deuda que procesó Grecia trajo cierta tranquilidad a los mercados en los primeros meses de 2012, el marco externo ha vuelto a ser un factor de preocupación bien relevante porque la crisis en Europa todavía no está resuelta. Además, desde mediados de 2011 hemos visto señales de enfriamiento de las economías emergentes en general y particularmente en Brasil. Ya hemos comentado en otra oportunidad que el crecimiento de la economía brasileña en 2011 fue muy bajo, menor al 3% en el promedio del año, y los indicadores preliminares de 2012 no muestran una recuperación significativa de la actividad.
EC- ¿Qué están mostrando concretamente los últimos indicadores de actividad en Brasil?
PR- Bueno, el indicador mensual de Actividad Económica que publica el Banco Central y que sigue muy de cerca la evolución del PBI mostró dos caídas consecutivas en enero y febrero, pequeñas, del orden de 0,2% en cada mes contra el mes anterior.
Además, en enero se observó un descenso de 0,3% de la producción industrial. Y, si bien mostró un leve repunte en febrero, en el primer bimestre la industria cayó 0,5% en relación a diciembre de 2011.
Y otro elemento que en cierto modo sorprende es que el consumo privado dio alguna señal de enfriamiento recientemente. Particularmente, las ventas minoristas medidas en términos reales cayeron 0,5% en febrero respecto de enero.
En ese marco, la baja sostenida de la tasa Selic responde en buena medida al desempeño pobre que viene mostrando la actividad económica en Brasil y a la preocupación que genera en el gobierno la pérdida de competitividad de la industria brasileña.
EC- Y en materia de inflación, ¿Cuál es el panorama? ¿Estas bajas de la tasa de interés pueden terminar generando más inflación?
PR- Hasta hace unos meses, la inflación era un tema de preocupación en Brasil, porque se estaba ubicando persistentemente próxima al límite superior del rango de tolerancia del Gobierno, que es de 6,5% anual.
Sin embargo, recientemente las presiones inflacionarias han tendido a ceder, tanto desde el frente externo como también a nivel interno, en la medida en que la actividad económica ha mostrado un menor dinamismo.
En marzo la inflación se ubicó en 0,2% mensual, que es un nivel sensiblemente menor al de los meses previos. Eso hizo que el registro doce meses apenas por encima de 5%, acercándose al centro del rango objetivo, es decir a la meta puntual del Banco Central del 4,5% de inflación anual. Además, el registro de marzo fue también bastante inferior al que esperaban los analistas y, por eso, una vez que se conoció ese dato, las expectativas de inflación se ajustaron a la baja de forma marcada. Hoy por hoy, los analistas parecen confiar en que la inflación va a permanecer dentro del rango de tolerancia en 2012 y también en 2013, a pesar de esta rebaja de la tasa Selic.
EC- Y hablando del futuro, ¿qué se espera en materia de decisiones como esta que estamos comentando? ¿Vamos a seguir viendo bajas de la Selic en este 2012?
PR- La realidad es que el comunicado emitido luego de la última reunión del Copom da pocas señales en ese sentido y por eso las opiniones de los analistas en Brasil están divididas. Hay quienes creen que en la reunión de abril se habría puesto fin a la flexibilización monetaria, pero también hay quienes apuestan a una pausa sólo transitoria en los recortes y luego recortes algo más moderados en los próximos meses.
EC- ¿Qué consecuencias pueden tener nuevos recortes de la tasa Selic en el tipo de cambio en Brasil? Te lo pregunto porque el dólar subió bastante en las últimas semanas.
PR- Los recortes de la tasa de política monetaria tienden a promover un debilitamiento de la moneda, del real en este caso. Y efectivamente en los días previos a la decisión del COPOM vimos subas muy pronunciadas del dólar en Brasil, que cerró la semana pasada en 1,88 reales. De todos modos, no podemos atribuir esos aumentos exclusivamente a la baja de la Selic, porque además el Banco Central hizo intervenciones compradoras muy importantes en los días previos en el mercado.
En cualquier caso, en la medida en que el mercado ya anticipa más recortes de tasas de interés, no tendríamos por qué esperar subas adicionales del dólar asociadas a la política monetaria, salvo que el Banco Central sorprenda con rebajas de la Selic mayores a las esperadas o con nuevas medidas que alienten la suba del dólar. Pero francamente, con la economía brasileña creciendo a un ritmo moderado y con inflación en descenso, y con la preocupación que genera la competitividad en Brasil, es algo que podría ocurrir. Podríamos ver al Banco Central tomando más medidas en los próximos meses para alentar la suba del dólar.
EC- Para terminar, Pablo y poniendo el foco en nuestro país, ¿cómo puede impactar eso en el tipo de cambio en Uruguay? Tras la reunión con Rousseff, el Presidente Mujica anunció que el Gobierno uruguayo intentará evitar que el peso se aprecie excesivamente. ¿Cómo ven este tema?
PR- En general la cotización del dólar en nuestro país ha seguido muy de cerca lo que pasa con el tipo de cambio en Brasil. Pero para que eso se siga dando en el futuro y para evitar pérdidas de competitividad significativas con nuestro principal mercado, que es Brasil, las políticas monetarias en ambos países no deberían desalinearse demasiado.
Hay que tener en cuenta que Brasil tiene más espacio que Uruguay para flexibilizar su política monetaria. ¿Por qué? Porque tiene una inflación más baja, del 5% anual frente a casi 8% que tenemos nosotros. Esto es gracias a que Brasil ha combatido con más decisión a la inflación en los momentos de mayor crecimiento económico y de la demanda interna.
En cambio, Uruguay siguió una política monetaria más bien procíclica; la inflación ahora es más alta. Por lo tanto, vemos cierto riesgo de que en los próximos meses nuestra capacidad de competencia se vea en alguna medida afectada frente a Brasil. La política monetaria en Uruguay no tiene todo el espacio que tiene la de Brasil para volverse expansiva. Por eso mismo, entre otras razones, es que hemos planteado la necesidad de que se moderen los ajustes de salarios en la próxima ronda de negociaciones, que empezará sobre fines de este año.
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