(emitido a las 7.30 Hs.)

EMILIANO COTELO:
A partir del mes de junio, los propietarios de salones de fiestas deberán informar mensualmente a la DGI (Dirección General Impositiva) los proveedores contratados y los datos del cliente que organiza cada evento.

Según anunció ayer en una conferencia de prensa, que ofreció junto con la Cámara de Empresas de Servicios para Fiestas y Afines, la DGI implementará un control más firme sobre las empresas que brindan productos y servicios para fiestas, luego de haber detectado una elevada evasión impositiva en ese sector.

Estamos en diálogo con el contador Pablo Ferreri, director general de Rentas.

Esta noticia tomó estado público en el fin de semana cuando se informó, recuerdo una nota del diario El País, a propósito de las inspecciones que se habían realizado viernes y sábado. Esas inspecciones habían ocurrido durante el transcurso mismo de una cantidad de fiestas. ¿Por qué se procedió así?

PABLO FERRERI:
Sería bueno primero contextualizar el por qué de este tipo de operativos. Hace ya dos años que Uruguay tiene la tasa de evasión más baja de América Latina, pero si bien ocupamos un lugar de privilegio en términos generales, hay algunos sectores de actividad que presentan niveles de evasión e informalidad bastante superiores al promedio. Y en ese sentido estamos trabajando con operativos focalizados que tienden a atender esa realidad en forma específica, como han sido los operativos que hemos realizado en conjunto con el BPS sobre el transporte carretero de cargas, o sobre la industria de la construcción. En este momento estamos actuando sobre un sector que mueve mucha gente, mueve mucho dinero y que presentaba niveles de informalidad bastante altos lo cual llevó a tener varias reuniones donde vimos preocupaciones compartidas entre la administración tributaria y la Cámara de Empresas de Servicios para Fiestas y Afines.

EC – ¿Cómo es eso de la Cámara de Empresas de Servicios para Fiestas y Afines trabajando en forma coordinada con la DGI? ¿Por qué estaban preocupados los propios empresarios?

PF – El hecho de que los empresarios que cumplen sus obligaciones se hayan nucleado hizo que tuvieran desventajas competitivas importantes con aquellos que no las cumplen y que, por lo tanto, tienen ventajas competitivas sustentadas en la evasión. Realmente tenían problemas de competitividad importantes y eso fue lo que nos llevó a atender esto de manera bien particular, no por un tema de afán recaudatorio, sino para generar un marco de competencia leal y transparente donde todos cumplan con la ley por igual. Básicamente ese era el objetivo para que la elección del consumidor se diera por la calidad del servicio y no por la posibilidad de evadir los impuestos que corresponden pagar.

En ese sentido se hizo un operativo bastante importante. Detectamos aproximadamente 200 salones de eventos y de fiestas en el área metropolitana de los cuales solo 120, 130 estaban inscriptos. Vimos muchos que ni siquiera lo estaban, algunos de ellos solamente los pudimos ubicar a través de la utilización de fotos satelitales porque si no, no hubiera sido posible tampoco. En esta materia pudimos avanzar, se hizo un operativo masivo que abarcó aproximadamente a 80 salones de fiestas. Estos operativos en el rubro van a continuar.

EC - ¿Pero por qué se hacen durante el transcurso de las fiestas?

PF – En esta primera instancia lo hicimos de esa manera porque había muchos salones que si no los visitábamos cuando estaban en actividad era muy difícil constatar quiénes eran los propietarios de los mismos, porque como comentábamos, ni siquiera estaban inscriptos. Y además también nos permitía tener una noción de cuánta gente concurría a eventos realizados en estos lugares.

Es importante destacar que todas las inspecciones realizadas se llevaron a cabo sin absolutamente ningún problema. No se interrumpió ningún evento, el disfrute de las personas fue normal y simplemente se constataron hechos que nos permitirán ir cruzando datos para poder determinar la correcta liquidación de impuestos en los casos que corresponda.

EC – Usted mencionaba que se ha constatado la existencia de 200 salones en total en el área metropolitana. Es notorio que ha habido un crecimiento de este rubro de actividad, eso es visible, cualquiera se da cuenta, por ejemplo a partir de los lugares nuevos que se van incorporando, o a partir de los comentarios que uno recibe de con cuánta anticipación hay que reservar un lugar para una fiesta de casamiento, para una fiesta de cumpleaños de 15... ¿Ustedes tienen números de cuánto está moviendo este sector, cuánto factura por año?

PF – Ahora que hemos hecho un mapeo de todos los salones en forma bien importante, e incluso en conjunto con la Cámara, estamos afinando los números. Y lo que usted dice es absolutamente cierto. Además, los valores por los cuales se comercializan las fiestas han también crecido notoriamente. Hoy por hoy no asusta o no escapa a lo normal tener tickets por persona que rondan los 50 dólares en eventos de este tipo, entonces fácilmente se puede llegar a eventos que ocurren fin de semana tras fin de semana que cuestan decenas de miles de dólares y es algo ya normal e incorporado a la rutina de esta industria.

Nos alegra mucho que haya muchas fuentes de trabajo que se generan a través de esto, pero nos parecía correcto proteger a los empresarios serios que cumplen con sus responsabilidades, porque esto va en beneficio del sector pero también de los clientes en definitiva, ya que contratando a empresarios serios tendrán más seguridad en el éxito del evento que desean realizar.

EC – El decreto que se presentó ayer establece que todas "las personas físicas u otras entidades privadas que exploten o arrienden salones o áreas superiores a los 200 metros cuadrados destinados a fiestas o eventos similares (...) deberán presentar una declaración jurada" que informe del "total de ventas de bienes y servicios prestados" y el "total de proveedores" y su identificación. Además, los contratantes de las fiestas o eventos deberán llenar un formulario previo a la misma, donde identifican a los proveedores. ¿Cómo es esta nueva forma de controlar?

PF – La resolución que emitimos ayer en la administración impone una obligación en dos etapas o en dos fases. En primer lugar, el contratante del evento deberá llenar una ficha para con el dueño del salón en la cual se establecerá quién es la persona que contrata, cuántas personas concurren al evento y cuáles son todos los proveedores de bienes y servicios, que en muchos casos mueven incluso más dinero que el propio dueño del salón del evento. Luego, con todas las fichas que se vayan recolectando por cada fiesta que se haga a lo largo del mes, el dueño del salón deberá presentar una declaración jurada mensual a la administración tributaria donde hará un resumen de todas estas actividades, poniendo allí cuales fueron todos los proveedores de bienes y servicios que actuaron a lo largo del mes en los eventos realizados en su salón. De esta manera, queremos tener un control bastante más férreo sobre quiénes participan en estos eventos, qué servicios brindan, y para cuántas personas. Esto nos permitirá tener un control al cual accederemos y nos ayudará a generar las correctas reliquidaciones de tributos.

EC - Ahora, ¿cuál es la responsabilidad del empresario del salón? Usted lo mencionaba recién, no todos los servicios que ocurren en una fiesta los presta directamente el propietario del salón o de la chacra o del lugar de que se trate. Hay cantidad de servicios complementarios que vienen de afuera, ¿no?

PF – Sí. Nosotros entendemos que dentro de las potestades que la administración tributaria tiene, específicamente en el artículo 68 del Código Tributario, tenemos las más amplias facultades para pedir a contribuyentes o a terceros información de contribuyentes. En este caso es lo que estamos haciendo, le estamos solicitando al dueño del salón que obtenga los datos por parte del cliente que desarrolla el evento de todos aquellos bienes y servicios que se estarán utilizando. Quien no cumpla con el proporcionar esta información a la administración será pasible de las sanciones que establece la normativa, las cuales, por ejemplo, pueden ser multas por contravención bastante importantes.

EC – ¿Pero puede ocurrir que el propietario del lugar no conozca o no acceda a la información sobre todos esos otros proveedores que terminan apareciendo en una fiesta?

PF – Exactamente. En ese caso lo que tendrá que hacer el propietario del salón es informar quién es el contratante, lo cual obviamente tiene que saber, y nos tendrá que decir que la persona se negó a entregar la información. En ese caso, nosotros citaremos al contratante del evento para que nos proporcione la información y también podremos proceder a aplicar las sanciones correspondientes.

EC – Tienen los oyentes una serie de preguntas, por ejemplo aparece esta que dice: "¿Por qué siempre el usuario declarando, por qué no es la propia DGI la que realiza la constatación?".

PF – Lo que pasa que en este rubro en particular, donde se proveen muchos servicios, si teníamos salones que no estaban en la formalidad imagínese cuántos eran los proveedores de servicios que operaban en los salones y luego desaparecían. Ahí hay un mercado informal bien importante, por lo cual nosotros tenemos que requerir información de terceros. Esta práctica es además habitual y tiene que ver con cuestiones de eficiencia de la administración tributaria, es decir, nutrirse de diversas fuentes para obtener información que nos permita liquidar correctamente los tributos.

Aparte, de esta manera en realidad los principales beneficiarios van a ser el empresario y el cliente. Generando un mercado más formal y serio estaremos contribuyendo a que haya servicios de mayor calidad y empleo de mayor calidad, porque también es importante el grado de informalidad que se ve en la contratación de personal para estas fiestas eventuales.

EC - ¿Ustedes tienen números? Yo le mencionaba hace un rato cómo viene creciendo el sector, usted compartía esa impresión, pero ¿tienen alguna evaluación de cuál es la evasión que podría estar en juego?

PF – Nosotros partíamos de la base de 130 salones inscriptos en aproximadamente 200, es decir, habría un nivel de informalidad importante y entendemos que en los proveedores de bienes y servicios esta constante puede llegar a manejarse. Esperemos que con una fiscalización bastante más intensiva como la que estamos y vamos a continuar desarrollando, sumado a la generación de esta nueva obligación de presentar información, podamos estar bajando de manera importante estos niveles de informalidad y por lo tanto generando un alivio...

EC - ...¿Pero no tienen un número, no tienen una estimación de cuál sería la evasión hoy, de qué monto estaría en juego?

PF – Esto va a surgir a partir del análisis de la información que comenzamos a recolectar este fin de semana. Sería a esta altura prematuro hablar de estos números, no se sabe las estimaciones en las cuales nos basamos. Entendemos que aproximadamente hay más de un 30% de informalidad en el sector.

EC – Y lo último, ¿este sistema de las declaraciones juradas que usted mencionó al pasar ya se emplea en otros rubros de actividad?

PF – Nosotros lo que hacemos es obtener información de distintas bases, por ejemplo la información que se obtiene a través de tarjetas de crédito, o los formularios que el año pasado se implementaron para que se entreguen los datos de los responsables del pago en el caso de las cuotas de los colegios. Es decir, vamos nutriéndonos de diversas bases, siempre dentro de la normativa vigente y con un absoluto respeto por los derechos de los contribuyentes.

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Foto: archivo