Sube el dólar en la región: causas, perspectivas y posibles respuestas que puede implementar el Gobierno
Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.38 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Llevamos varios días de suba del dólar en los mercados regionales. En Brasil, el dólar cotizaba ayer en torno a 2,09 reales, alcanzando así el valor más alto en tres años. Por otro lado, en Argentina el dólar blue se situaba en 5,90 pesos, muy por encima de la cotización oficial.
En Uruguay el dólar también ha subido pero notoriamente menos. Y en ese contexto surgen advertencias y preocupaciones por la competitividad de nuestra producción.
Ese es el tema del que vamos a conversar con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.
Para comenzar, ¿cómo están viendo esta suba del dólar? ¿Cuáles son las cifras clave a retener?
PABLO ROSSELLI:
La suba del dólar en realidad es bastante generalizada en el mundo pero igual es muy marcada en Argentina y Brasil. Esta tendencia se observa desde mediados de marzo pero se hizo muy acentuada en las últimas jornadas.
Algunas cifras a retener: desde mediados de marzo el dólar subió 15% en Brasil; subió 9% en México; 8% en la India; entre 6% y 7% en Australia y Nueva Zelanda. Es decir que en Brasil la suba es notoriamente mayor. En otros países de América del Sur, dejando por un momento de lado a Argentina, el dólar ha subido bastante menos: 4% en Chile, 2,5% en Colombia, 0% en Perú. En Uruguay esa comparación nos da una suba de 3,5%, es decir que Uruguay está entre los países de América del Sur con poca suba del dólar.
EC- Pablo, dejaste afuera Argentina. ¿Cuánto subió el dólar allí?
PR- Dejé Argentina afuera porque el dólar oficial está subiendo muy poco. Pero en Argentina tenemos los controles a la compra de dólares, que han derivado en un mercado informal importante. Ayer el dólar blue, el dólar paralelo, se situaba en torno de 5,90. Como señalabas al comienzo, ese dólar paralelo está muy por encima del oficial, más de 30% por encima. Hace una semana estaba un 25% por encima y si nos remontamos al cierre de 2011, en aquel momento la brecha era de 9,5%. Quiere decir que estamos viendo en Argentina un ascenso muy fuerte del dólar blue, a pesar de que el dólar oficial ha subido poco.
EC- ¿A qué obedece este comportamiento del dólar, que es particularmente preocupante en lo que tiene que ver con la región?
PR- Acá tenemos tres tipos de factores en juego. Por un lado, la crisis europea ha ingresado en una fase de agravamiento: cada vez parece más probable que Grecia terminará fuera de la Eurozona, es algo que los líderes de Europa ya consideran en su discurso habitual como una posibilidad. Además, los mercados parecen estar advirtiendo que los problemas en otros países de Europa son más severos y las soluciones más difíciles. En estas semanas, en particular, parte de las preocupaciones estuvieron centradas en España. Y también hemos visto algunas señales de desaceleración de la economía de China. Todo eso está propiciando lo que en la jerga llamamos "un vuelo a la calidad", con los inversores refugiándose en el dólar. Eso explica que el dólar esté subiendo en muchos países.
Sin embargo, también hay factores específicos en la región, que a su vez son bien diferentes en el caso de Argentina y en el caso de Brasil.
EC- Veamos el caso argentino, primero.
PR- En Argentina estamos viendo un aumento muy fuerte del riesgo que perciben los agentes. Varias veces comentamos que los desequilibrios económicos que se iban acumulando en Argentina pautaban un marco de vulnerabilidades crecientes ante un eventual deterioro del marco externo. En estos días el contexto internacional se ha deteriorado y por lo tanto genera condiciones para una mayor demanda de dólares.
Pero más importante que eso, a nuestro juicio, es el hecho de que la mayor demanda de dólares tiende a ser reforzada por el endurecimiento de los controles de capitales que aplica el Gobierno. En Argentina parece claro que las restricciones a la compra de dólares terminan alimentando la demanda. Así, el valor del dólar Blue tiene mucho más que ver con la prima de riesgo que los argentinos están dispuestos a pagar para sacar capitales que con una evaluación del tipo de cambio necesario para establecer condiciones adecuadas de competitividad. Es claramente una motivación financiera la que empuja el dólar al alza en el caso de Argentina
EC- ¿Y qué pasa en Brasil?
PR- En el caso de Brasil hay, a nuestro juicio, dos elementos a tomar en cuenta. Por un lado, desde hace ya varios años hemos visto que en momentos de incertidumbre en los mercados internacionales, el dólar en Brasil muestra mucho más volatilidad que en otros mercados. En momentos negativos el dólar sube más y más rápido que en otros países de la región y cuando la incertidumbre cede, el dólar tiende a bajar más rápido también. Ese es el primer elemento; es posible que parte de esta suba del dólar en Brasil esté capturando esa mayor volatilidad.
También a nuestro juicio hay otro elemento de particular relevancia. La política económica en Brasil ha tomado varias medidas para alentar una mayor suba del dólar, porque Brasil está sintiendo los efectos de la falta de competitividad con China, con Europa y con Estados Unidos. Esa falta de competitividad ha derivado en un estancamiento, o una ligera caída, de la producción industrial en los últimos seis meses y de la actividad económica general en los últimos tres meses.
EC- ¿Cuáles fueron las principales medidas que tomó Brasil?
PR- Por un lado, el Banco Central de Brasil viene bajando la tasa de política monetaria, la tasa Selic. Los recortes comenzaron el año pasado pero este año la Selic bajó desde 11% hasta 9% anual y las expectativas del mercado son de que habrá nuevos recortes. Ya para la próxima reunión se prevé un recorte de 50 puntos básicos. Si así fuera, Brasil quedaría con una tasa menor a la tasa de política monetaria que actualmente tenemos en Uruguay, que es de 8,75%.
Además, el Banco Central realizó intervenciones compradoras importantes en el mercado de cambios y el Gobierno endureció el impuesto a las operaciones financieras que grava el ingreso de capitales. En suma, tenemos señales firmes de que el Gobierno en Brasil quiere un dólar más alto.
EC- Y en ese marco, Pablo, ¿cómo queda nuestra competitividad? Te lo pregunto porque es un tema que está generando preocupación estos días.
PR- A nuestro juicio, la evolución del dólar en Brasil es un factor de preocupación. La realidad es que desde hace varios años el país está muy caro medido en dólares. También está caro medido en euros. Hasta ahora eso ha sido compensado por dos factores claves: los altos precios de exportación para nuestros productos agropecuarios y una adecuada relación de competitividad con Brasil.
Los precios internacionales de las materias primas siguen siendo promedialmente muy altos, aunque con variantes según el producto que tomemos, pero difícilmente suban en los próximos meses. Por el contrario, tenemos riesgos de ajustes a la baja debido al contexto internacional. Por otro lado, nuestra competitividad con Brasil ha caído fuertemente estos días. Con los valores de ayer, la competitividad de Uruguay frente a Brasil está casi un 15% por debajo de la media de los últimos 30 años y es el valor más bajo desde 2003, cuando el dólar en Brasil estaba en valores muy elevados.
EC- Ante esta realidad, Pablo, ¿cómo debe responder la política económica? ¿Qué debe hacer el Banco Central con la tasa de interés?
PR- Varias veces comentamos que la persistencia de una inflación relativamente alta en Uruguay limitaría el margen de maniobra de la política monetaria ante un escenario externo más adverso. Uruguay combatió poco la inflación en los momentos de mayor crecimiento y hoy tenemos una inflación de 8% anual, sensiblemente mayor al poco más de 5% que tiene Brasil. Eso deja al Banco Central de Uruguay con menos espacio para aplicar una política monetaria expansiva que lo que tiene el Banco Central de Brasil. Y deja a nuestro Banco Central frente a un dilema importante: promover una reducción de la tasa de interés contribuiría a una suba del tipo de cambio pero tendríamos una inflación más alta, que podría acercarse a valores de 10%. El Banco Central deberá tomar una opción entre esos dos objetivos en su próxima reunión. Para sopesar esa decisión, es conveniente dejar pasar unos días para ver cuánto de volatilidad de corto plazo hay en esta caída de la competitividad. La suba del dólar en Brasil fue muy rápida en muy pocos días, veremos si no hay ninguna reversión posterior.
De todos modos, está claro que conviviremos por cierto tiempo con un espacio acotado de respuesta por parte de la política monetaria de Uruguay. Por eso, se torna cada vez más importante introducir otros cambios en la política económica, que hemos señalado en numerosas oportunidades. Si no se promueve una moderación de las subas salariales, no veremos una suficiente moderación de la inflación y correremos el riesgo de que nuestra competitividad con Brasil continúe deteriorándose o no pueda revertirse de los valores tan bajos que tenemos en estos días. Del mismo modo, es importante prevenir subas adicionales del gasto público. Más aumentos del gasto público y aumentos reales de los salarios alimentarán nuevas presiones inflacionarias que limitarán el espacio para que suba el dólar en Uruguay.
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