Argentina planteará a los socios del Mercosur un nuevo aumento del Arancel Externo Común: ¿cómo se debe parar Uruguay?
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8:42 Hs.)
EMILIANO COTELO:
La semana pasada se supo que Brasil elevó a 35% los aranceles a las importaciones de 100 productos que provienen de fuera del Mercosur, haciendo uso de una resolución de los países del bloque de diciembre de 2011. Por otra parte, se supo que Argentina planteará en la próxima cumbre del Mercosur, que el bloque eleve a 35% el arancel externo común, el que se aplica a las importaciones desde fuera de la zona, con el objetivo de proteger las industrias de los países miembros de los efectos de la crisis internacional.
¿Cómo debe responder Uruguay a ese planteo? Vamos a conversarlo con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
¿Cómo hay que analizar este planteo que hace Argentina?
TAMARA SCHANDY:
Por un lado, podemos mirar la propuesta desde un enfoque estratégico que considere la forma de inserción del Mercosur como un todo en la economía mundial. Por otro lado, también debemos mirar la propuesta desde los impactos más relevantes y concretos para Uruguay. Desde cualquiera de esas dos perspectivas, no tenemos duda en señalar que sería muy malo para el Mercosur en general pero particularmente para Uruguay que prosperara la propuesta de Argentina.
EC- Empecemos entonces con el primer enfoque que sugerías ¿Cuáles son las claves del análisis?
TS- Hoy es evidente que de aquella idea original de formar una zona de libre comercio en la región, para aprovechar las ventajas de un gran mercado y para fortalecer la inserción del Mercosur en la economía global, prácticamente no queda nada en pie. El Mercosur nunca se consolidó como una zona de libre comercio y en los últimos años las barreras crecieron de manera exponencial, sobre todo al impulso del giro proteccionista que adoptó Argentina, pero también con un enorme grado de tolerancia del gobierno de Brasil, que es el único que podría poner represalias a Argentina y tratar de reencauzar el proceso de integración regional. El Mercosur tampoco realizó en más de 20 años ningún avance en relación a lograr acuerdos con otros países o bloques relevantes, de modo de consolidar una estrategia de más apertura y más integración con el mundo. Ni siquiera logró cerrar acuerdos con países latinoamericanos, salvo el caso de Chile. La idea de un Mercosur que fuera el vehículo para una mayor inserción en el mundo también quedó atrás.
Si prosperara la propuesta argentina, el Mercosur daría un nuevo paso, grande, hacia una economía más cerrada al mundo y nosotros también deberíamos asumir que cada vez tendremos más problemas dentro del Mercosur.
EC- ¿Por qué esa segunda conclusión?
TS- Por lo siguiente. Las ideas originales del Mercosur quedaron atrás esencialmente porque los países grandes del bloque no han creído en las ventajas de tener economías abiertas al mundo. En Argentina, la orientación de la política económica actual está en las antípodas de esa visión. En ese marco, que el Mercosur terminara aprobando una suba de los aranceles hasta un máximo de 35% (que hoy están en 20% para los bienes de consumo), sería una señal muy clara de que en el Mercosur nadie cree en el comercio internacional como forma de promover el crecimiento económico. Y si los países del Mercosur no creen en eso cuando se miran como bloque en su relación hacia el mundo, tampoco lo van a creer cuando se miren en sus relaciones comerciales dentro del bloque. Ese aumento del arancel externo común sería una señal evidente de que vamos a ver cada vez más trabas al comercio también dentro del bloque.
Además, una economía regional todavía más cerrada al mundo porque aclaremos que los aranceles del Mercosur ya son altos traerá como consecuencia un menor crecimiento económico en la región. Hoy en nuestra profesión pocos discuten que las orientaciones proteccionistas como las que plantea Argentina tienen efectos muy adversos sobre el crecimiento económico, porque alientan una asignación ineficiente de los recursos hacia sectores sin capacidad de competir y porque las trabas comerciales reducen la competencia entre las empresas y por tanto reducen los incentivos para invertir y para innovar.
EC- Detengámonos ahora en las consecuencias sobre nuestro país. Te lo planteo porque hemos escuchado algunos planteos de que la propuesta argentina había que estudiarla, que inclusive podría traer algunas oportunidades de mejores precios para algunos sectores de la producción nacional.
TS- Si los países del Mercosur elevan sus aranceles a las importaciones desde fuera de la región, algunas empresas pueden encontrar algunas oportunidades de corto plazo ¿Por qué? Porque si las empresas de fuera de la región tienen que pagar más aranceles para entrar, nuestras empresas podrán cobrar precios más altos gracias a que tendrían menor competencia internacional. Por esa razón, podría ocurrir que algunas empresas uruguayas lograran una mejor condición de acceso a los mercados de la región, cobrando precios más convenientes de los que cobran hoy.
Sin embargo, a nuestro juicio, esa conclusión sería muy apresurada y extremadamente cortoplacista.
EC- ¿Podemos desarrollar ese diagnóstico?
TS- Hay al menos dos aspectos a tener en cuenta. El primero es bastante simple: mayores aranceles a las importaciones desde fuera de la región permitirían a las empresas uruguayas cobrar mejores precios en sus exportaciones regionales. Pero eso obviamente también vale para los casos en los que Uruguay compra en la región. Con Brasil tenemos un comercio más o menos equilibrado. En 2011 nuestras exportaciones fueron de 1.630 millones de dólares y nuestras importaciones fueron de 1.750 millones de dólares. Entonces, cuando se mira el volumen de negocios con Brasil, podríamos presumir que las mejoras de precios de exportación que obtendríamos se verían compensadas con las subas de precios de importación. No habría entonces una ganancia clara para Uruguay. Y un segundo aspecto a considerar es que el hecho de tener un Mercosur más cerrado al mundo, con nuestras empresas más protegidas en el mercado regional, acentuaría nuestra dependencia en la región, y lo haría a través de una mayor asignación de recursos en sectores de baja competitividad internacional. Este segundo aspecto es otra forma de ver los efectos negativos de cerrarse al mundo.
EC- ¿Y cuál es el análisis en el caso de nuestra relación con Argentina?
TS- En el caso de los efectos sobre nuestro comercio con Argentina no tenemos duda en señalar que la suba conjunta de aranceles sería extraordinariamente perjudicial para Uruguay.
EC- ¿Por qué eres tan enfática?
TS- En 2011 nuestras exportaciones a Argentina ascendieron a solamente 590 millones de dólares. Nuestras importaciones fueron de 1.640 millones de dólares. Tenemos un déficit comercial con Argentina de más de 1.000 millones de dólares. Si se suben los aranceles en forma conjunta, aumentarían los precios de exportación de Uruguay a Argentina pero también subirían los precios a los cuales le compramos a Argentina. No tenemos detalle de una propuesta concreta como para poder estimar con precisión esos impactos, pero pensemos, para tener un ejemplo simplificado, que si todos los precios subieran un 10% por efecto del mayor Arancel Externo Común, con los mismos volúmenes de comercio regional, el país terminaría incrementando su déficit comercial con Argentina en una cifra del orden de 100 millones de dólares. Esto es, deberíamos gastar 100 millones de dólares más por año para exportar lo mismo y para comprarle lo mismo a Argentina.
EC- Una aclaración antes de que sigas, Tamara. Eso de que "deberíamos gastar más", en realidad es que los uruguayos de sus bolsillos tendrían que poner 100 millones de dólares más. Es un encarecimiento para el ciudadano común y corriente.
TS- Exacto, para la compra de bienes de consumo, bienes intermedios para las industrias, que luego se transforman en bienes que van al mercado local. El país en su conjunto, y por lo tanto cada uno de sus habitantes, tendría ese mayor déficit en la balanza comercial con Argentina, y por lo tanto estaría pagando precios más caros para los mismos productos que hoy importa el país.
Y ese cálculo, además, presume que Uruguay podría incrementar sus precios de venta a Argentina, pero nuestra capacidad de exportarle a Argentina se ha visto sumamente afectada por las barreras comerciales impuestas por el Gobierno de ese país. Con eso, podríamos concluir sin mucho temor a equivocarnos que veríamos los costos de los mayores precios de compra de bienes a Argentina sin tener una chance clara de incrementar nuestras ventas, que de hecho este año están cayendo debido a las trabas impuestas por Argentina.
EC- De todo este análisis la conclusión que sacan ustedes es categórica: es inconveniente para Uruguay la propuesta de Argentina. Entonces, ¿cómo se debe parar Uruguay ante este planteo?
TS- A nuestro juicio,, Uruguay debe oponerse a la propuesta de Argentina salvo y acá hay una oportunidad que el Mercosur le devuelva a Uruguay su soberanía en materia arancelaria. Las decisiones en el Mercosur se toman por consenso, con lo cual Uruguay podría plantear que acepta que se suba el Arancel Externo Común solamente si Uruguay no tiene por qué hacerlo y si a Uruguay se le da un amplio permiso para promover acuerdos de libre comercio con los países que desee y para manejar toda la estructura arancelaria a su modo, alcanzando de esa manera un status de país asociado, como tiene Chile. De esa manera, Uruguay recobraría una herramienta clave de la política económica.
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