Emilio Ontiveros: España "sufre una suerte de tutela económica de la Unión Europea"
El doctor en Economía, Emilio Ontiveros, catedrático de Economía de la Empresa en la Universidad Autónoma de Madrid, habló con En Perspectiva sobre los nuevos recortes anunciados por el Gobierno español. Al respecto sostuvo que España "está decidiendo políticas que no son absolutamente autónomas, por lo tanto se puede hablar de una suerte de tutela" de la Unión Europea. "Europa está malinterpretando lo que necesitan las economías, da la impresión de que se trata de aplicar una pedagogía del tipo de la letra con sangre entra, para adelgazar, para llevar a las economías a una situación ciertamente complicada. Porque nos podremos encontrar con que si se aplican todas esas restricciones de forma simultánea, como las están aplicando todas las economías, el conjunto es una eurozona prolongando su recesión", sostuvo.
(emitido a las 8.48 Hs.)
EMILIANO COTELO:
España anunció la semana pasada un nuevo, y durísimo paquete, de recortes del gasto y de aumento de impuestos. El ajuste fiscal será el más importante de la historia reciente, nada menos que por 65 mil millones de euros en apenas dos años y medio.
"Dadas las circunstancias de la economía, excepcionalmente graves, pedimos un esfuerzo también excepcional a los empleados y altos cargos públicos. En este año 2012 se suspenderá el abono de la segunda paga extraordinaria. Esta suspensión será compensada a partir del año 2015 con la correspondiente aportación en forma de fondo de pensiones. Vamos a reducir significativamente el número de empresas y fundaciones públicas. Para ello acometeremos la segunda fase del plan de reestructuración del sector público empresarial y fundacional. Se racionalizará el gasto en el sistema de dependencia revisando el baremo y las prestaciones económicas. En materia de empleo se suprimirán gran número de las actuales bonificaciones a la contratación, salvo las relativas al nuevo contrato para emprendedores o la inserción laboral de las personas discapacitadas."
EC - El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se expresaba de esta forma en el tramo central de su discurso ante el Congreso de los Diputados, el miércoles pasado, cuando anunció la mayor batería de medidas de recorte en España.
Las cifras resultan impactantes. El déficit fiscal, que el año pasado fue de 8,9% del Producto Bruto Interno (PBI), debe bajar para el 2014 a 2,8% del PBI.
Para lo que resta de 2012 la suma de recortes más los aumentos de impuestos dará 13.550 millones de euros. En 2013, 22.865 millones y en 2014 otros 20.045 millones de euros. El paquete incluye un incremento muy importante del IVA y de las retenciones sobre ingresos, el recorte del subsidio por desempleo, la reducción de la masa de empleados públicos. La lista que se difundió oficialmente el viernes es bastante más larga que esto, y sin embargo incompleta, ya que se anticipa que vendrán otras resoluciones.
Las medidas, que son muy drásticas, parecen todavía más duras si se toma en cuenta el contexto que atraviesa España, en donde el desempleo roza el 25% de la población económicamente activa.
La sociedad se moviliza, las protestas sociales se multiplican en todos los sectores, dado que las novedades implican sacrificios todavía mayores que los que la propia crisis económica ha impuesto a los españoles desde hace ya algunos años.
Para conocer qué cabe esperar de cara al futuro, conversaremos con el doctor en Economía, Emilio Ontiveros, catedrático de Economía de la Empresa en la Universidad Autónoma de Madrid, fundador y presidente de Analistas Financieros Internacionales.
EC - Tal vez lo primero sea explicar las razones de este ajuste. Este ajuste se suma a otros que ya se habían anunciado anteriormente en Salud, Educación y otros rubros. ¿Se lo toma para conformar a la Unión Europea, que habilitó una línea de crédito para el salvataje del sistema financiero español por hasta 100 mil millones de euros?
EMILIO ONTIVEROS:
Sí, esencialmente esa es la razón. Es verdad que en el conjunto de la eurozona, antes incluso de que se pusiera a disposición de las autoridades españolas la línea de crédito para recapitalizar al sistema bancario español, ya se habían impuesto directrices de reducción del déficit público a prácticamente todas las economías. Ocurre que en el contexto de ese apoyo financiero, que puede llegar hasta unos 100 mil millones de euros, la condicionalidad que impone la Unión Europea lleva a que se traten de acelerar decisiones de reducción significativa en el gasto público y la pretensión de aumentar alguna partida en los ingresos tributarios.
Es verdad que eso tiene lugar en un contexto de marcada recesión económica, de marcada contracción del producto, no solo en la economía española, sino también en la de sus principales socios comerciales. El conjunto de la eurozona está hoy en recesión, estadísticamente hablando, y sin embargo se están aplicando políticas que no van a hacer otra cosa que acentuar esa recesión y probablemente dificultar la satisfacción de los objetivos de saneamiento de las finanzas públicas.
EC - Usted decía que estas nuevas medidas se adoptan a raíz de la línea de crédito para el salvataje del sistema financiero español por 100 mil millones de euros. ¿España no había logrado que esa línea de crédito destinada a los bancos terminara siendo contabilizada directamente en las instituciones financieras, y no en las cuentas del Estado español? ¿No se suponía que esa nueva ingeniería iba a lograr minimizar la presión sobre la deuda pública del Reino de España?
EO - Aflojaría o aflojará esa presión sobre la deuda pública en la medida en que los mercados de bonos perciban que los bancos no van a requerir más ayuda pública. Hoy lo que tenemos es esa línea de crédito de 100 mil millones, que probablemente se va a tener que computar como mayor deuda pública al menos durante un tiempo, hasta que entre en vigor el nuevo fondo de rescate europeo, y a cambio de eso lógicamente hay una condicionalidad que es mucho más concreta para el sistema bancario, condiciones de contrapartida, pero que también lo son para el gobierno, para el Estado español. Hay una básica en cualquier caso: tratar de cumplir el objetivo de déficit público aun cuando la Comisión Europea ha flexibilizado y ha concedido a España un año más en la senda de reducción del déficit público.
Yo diría que esto forma parte de ese marcaje estrecho, esa suerte de tutela estrecha que el conjunto de la Unión Europea está ejerciendo no solamente sobre la economía española, también sobre la economía italiana, desde luego sobre Portugal, Irlanda y Grecia.
EC - Los números son impactantes, no solo por su volumen sino por los aumentos relativos que implican. Como ejemplo se puede citar el IVA, la tasa máxima de este impuesto ahora sube tres puntos, de 18 a 21%; la tasa intermedia, que era de 8, pasa a 10%, pero además varios servicios que pagaban esa tasa (espectáculos, teatro, servicios fúnebres, televisión para abonados, cine) pasan ahora a la máxima, de 21%. Finalmente, la tasa mínima, de 4%, que rige para algunos productos básicos, no se toca. ¿Es posible aplicar una política de austeridad tan extrema?
EO - Mi impresión es que estas medidas no son favorables en el corto y medio plazo. La política de austeridad en exclusiva en mi opinión es un error. Un error tanto de las autoridades españolas como de Europa, sobre todo de Alemania, que fue quien la concibió. La evidencia ya es suficiente como para afirmar que en un entorno de contracción en el ritmo de crecimiento económico, si además se aplican medidas contractivas del gasto público o incrementadoras de los ingresos públicos, el resultado es más recesión. Eso se vio bien en Estados Unidos, y se está verificando en Europa.
Por lo tanto, no es que sea un error autónomo de un Gobierno determinado en Europa, es que Europa está malinterpretando lo que necesitan las economías, da la impresión de que se trata de aplicar una pedagogía del tipo de "la letra con sangre entra" para adelgazar, para llevar a las economías a una situación ciertamente complicada. Porque nos podremos encontrar con que si se aplican todas esas restricciones de forma simultánea, como las están aplicando todas las economías, el conjunto es una eurozona prolongando su recesión. Ya no es solo un problema de que la economía española vaya a prolongar su cuadro recesivo como consecuencia de incrementos impositivos sobre el consumo de las familias o de la renta de las clases medias, o la reducción en la inversión y en el gasto público asistencial.
El problema es que el conjunto de la eurozona está aplicando el mismo tipo de terapias procíclicas, cuando el saneamiento de las finanzas públicas había que hacerlo en etapas de crecimiento económico, no en fases de decrecimiento. Por eso no es solo un problema de la economía española, que sí, que va a prolongar su recesión y va a elevar su tasa de paro, es que el conjunto de la eurozona no va a garantizar a la economía mundial un ritmo de crecimiento suficiente en los próximos años.
EC A partir de la campaña electoral en Francia, con el discurso de quien después resultó electo presidente, François Hollande, se abrió un debate en Europa sobre qué tipo de políticas había que llevar adelante, y se generó un frente en contra de las políticas pautadas por la austeridad. ¿Qué ocurrió con ese debate?
EO - Más que un debate a gran escala fue una esperanza de que, en la medida en que se rompía el frente anterior franco-alemán acerca del monolitismo en esas políticas, se abría una cierta esperanza de sentido común. En la retórica del nuevo presidente francés empezaba a aparecer la palabra "crecimiento", también en la propia retórica del Banco Central Europeo, pero hasta el día de hoy apenas se ha traducido en la propuesta de un programa conjunto de inversión pública en la zona euro que podría alcanzar unos 120 mil millones de euros. Parte de esa cantidad ya estaba consignada. Por lo tanto al día de hoy hay una pequeña entonación algo distinta de la hasta ahora dominante, pero en hechos no se ha traducido, ni mucho menos, e insisto, toda Europa está practicando políticas restrictivas. Algunas economías, las consideradas periféricas (España, Portugal, Italia, Irlanda y Grecia), lo están haciendo de forma más acusada. Y lo peor de todo esto es que los mercados de bonos no están reconociendo ese esfuerzo.
EC - Los números lo indican, la tasa de riesgo país, por ejemplo, sigue sin bajar en el caso de España.
EO - Sigue sin bajar, entre otras cosas porque los tipos de interés alemanes Alemania es la gran beneficiaria de esta situación ya están en terrenos negativos en términos reales. El capital europeo se atrinchera en Alemania, en bonos alemanes que apenas remuneran a sus inversores, y huyen de bonos como los italianos o los españoles, por lo tanto la prima de riesgo, la diferencia en términos de tipos de interés entre lo que paga un bono alemán y un bono español o italiano, vuelve a ensancharse. Pero lo peor de todo es que esto tiene lugar, el hecho de que España esté cotizando en el mercado secundario de deuda a un tipo de interés absolutamente excepcional por su nivel, después de haber puesto en el altar de los mercados de bonos una ofrenda de riguroso, de radical saneamiento de las finanzas públicas. Quiere decir que quizás los inversores en bonos no solo cotizan propósitos de contracción presupuestaria, sino también posibilidades de crecimiento. Esto debería tenerlo en cuenta Europa, en mi opinión.
EC - ¿Qué viene ahora? ¿Qué puede hacer España?
EO - España puede hacer muy poco, las autoridades españolas pueden hacer muy poco, porque han puesto sobre la mesa decisiones de ajuste presupuestario como si no fuera solo el sector bancario el que estuviera intervenido, sino el conjunto de la economía española. A quien le toca mover las fichas ahora es a las autoridades europeas, y en este orden: desde luego al Banco Central Europeo, haciendo lo que hicieron la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco de Inglaterra o el Banco de Japón, que es comprar deuda pública en el mercado secundario cuando las cotizaciones en ese mercado no reflejan verdaderamente los fundamentos de las economías; pero también a Bruselas, a la Comisión Europea, y desde luego a las autoridades alemanas les corresponde verificar los resultados de una política exclusivamente centrada en la austeridad presupuestaria. Sin renunciar a los objetivos a medio plazo de saneamiento de las finanzas públicas, hoy es más urgente que nunca adoptar decisiones propiciadoras del crecimiento, porque sin crecimiento no se pagan las deudas, sin crecimiento la gente la pasa mal, la tasa de desempleo se eleva, y además, como empiezan a verificar los mercados de bonos, sin crecimiento de la demanda, sin crecimiento de la economía, es muy difícil pagar a los deudores.
EC - El Gobierno de Mariano Rajoy, ¿qué perspectivas presenta?
EO - Es un Gobierno elegido por amplia mayoría, que tiene respaldo parlamentario, eso es lo primero que tenemos que reconocer todos los españoles con independencia de que ese tipo de actuaciones nos gusten más o menos. Insisto en que la capacidad de autonomía que tiene el actual Gobierno español es muy limitada y no hace sino actuar al dictado de las autoridades europeas. Quiero entender que si fuera un ejercicio de voluntad propia por lo menos estaríamos asistiendo a una mayor dosificación, a una mayor distribución temporal de los esfuerzos en las finanzas públicas.
EC - Usted habla de una España intervenida
EO - Sí, de hecho; no de derecho, porque intervenir a España es muy complicado formalmente. Pero tanto España como Italia están decidiendo políticas que no son absolutamente autónomas, por lo tanto se puede hablar de una suerte de tutela si no queremos utilizar el término formal "intervención". Pero en el caso de España creo que es más seria la trascendencia del ajuste presupuestario, porque el problema original de la economía española no era un exceso de deuda pública hoy por ejemplo España tiene menos deuda pública que Alemania o que Francia, su problema original era un exceso de deuda privada. Sin embargo se nos aplicó la misma terapia que a economías en las que el principal problema era el exceso de deuda pública. Ese es un segundo error en la definición de políticas económicas, como en aquellos ejércitos del siglo pasado, se aplica la misma medicina con independencia de la enfermedad que tengan los pacientes.
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Transcripción: María Lila Ltaif