La brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo en Argentina llegó a 50%. Causas y posibles desenlaces.
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8:30 hs.)
EMILIANO COTELO (EC):
Desde hace tiempo se observa en Argentina una brecha grande entre el dólar oficial y dólar en el mercado paralelo. El llamado dólar Blue... Pero días atrás surgieron voces de alerta ante la magnitud que ha alcanzado esa brecha. En concreto, el dólar blue cotiza arriba de 6,4 pesos argentinos, esto es un 40% por encima del dólar oficial (que está en 4,60 pesos). Y hace unos días, esa brecha fue incluso mayor, acercándose a 50%.
¿Cuáles son las causas de esa situación? ¿Cómo se manejan los agentes con dos valores del dólar tan diferentes entre sí? ¿Qué perspectivas se abren para Argentina? En seguida, conversamos con la economista Tamara Schandy, de Deloitte.
Imagino que lo primero que los oyentes se estarán preguntando es cómo es que se llega a una situación tan extrema. ¿Qué se puede decir?
TAMARA SCHANDY (TS):
Desde hace tiempo la política fiscal y la política monetaria en Argentina vienen siendo expansivas. El gasto público hoy se encuentra al menos un 8% del PBI por encima de cualquier referencia de los últimos 50 años. Ese gasto excesivo no tiene financiamiento genuino y el gobierno recurre en forma creciente a la asistencia del Banco Central. Para financiar al Gobierno, el Banco Central tiene que expandir la cantidad de dinero. Cada vez hay más pesos en la economía. Eso genera inflación, que está en torno de 25% anual.
En cambio, en los últimos 12 meses, el dólar oficial subió solamente 10%. El Gobierno no quiere permitir una mayor suba del dólar oficial porque eso reforzaría la inflación. Pero a este ritmo, la brecha de competitividad que se genera tiende a volverse insostenible. La corrección ocurrirá más tarde o más temprano pero parece inevitable. Por lo tanto, los agentes anticipan que el dólar va a terminar subiendo y tratan de comprarlo ahora, que está en un valor percibido como barato.
Si en ese marco el Gobierno limita la compra de dólares para no perder reservas, están dadas las condiciones para que aparezca un mercado paralelo con una brecha significativa.
EC: - ¿Cómo afectan las propias restricciones al valor del dólar en el mercado paralelo? ¿Tienden a agrandar la brecha?
TS: - A nuestro juicio sí, aunque como decía antes, juegan otros factores. El valor del dólar en el mercado paralelo tiende a subir si hay expectativas de más inflación y si se deteriora el contexto macroeconómico, como está ocurriendo en Argentina.
Uno podría decir que con las restricciones se alivia la escasez relativa de dólares porque en los hechos modera la demanda. Pero eso no es así. En lo sustantivo la prohibición no revierte la escasez relativa de dólares. Los dólares son escasos porque el Gobierno está gastando mucho y porque el aumento de las importaciones terminó eliminando el superávit comercial. Los dólares son escasos y la cantidad de pesos argentinos en circulación es cada vez más alta. Por eso, la brecha cambiaria tiende a subir. Y cuantas más restricciones ponga el Gobierno para la compra de dólares del sector privado, peores las expectativas de los agentes, mayor la demanda de dólares y mayor la presión al alza del dólar paralelo.
EC: - Ahora, con semejante diferencia entre dólar oficial y dólar blue, ¿cómo se manejan los agentes? ¿Qué valor del dólar consideran los agentes para hacer sus transacciones? ¿Con qué valor del dólar se calculan, por ejemplo, los costos de las empresas?
TS: - Es evidente que esta política de control de cambios y de límites a las importaciones genera enormes distorsiones.
Por ejemplo, los productos importados se pagan por parte del importador al tipo de cambio oficial (que es barato), pero es cada vez más difícil acceder a ese tipo de cambio (cada vez hay más límites a las importaciones). Por eso, progresivamente vamos a ver que los importadores van a trasladar a sus precios de venta un valor del dólar más alto que el dólar oficial. Es cierto que el tamaño del mercado paralelo es relativamente pequeño y por eso el valor del dólar blue no sirve demasiado como referencia real, pero tampoco sirve el dólar oficial. El dólar "relevante", por llamarlo de alguna manera, es mayor al oficial y menor al paralelo, pero no sabemos cuál es. Y la verdad es que las empresas deben convivir con esa incertidumbre: no saben cuánto vale el dólar ni saben cuántos dólares podrán comprar. Es claro que así la economía sólo puede funcionar mal.
Además, una brecha tan importante como la que estamos viendo estos días refuerza las expectativas de una devaluación del dólar oficial, que inevitablemente terminará ocurriendo más tarde o más temprano. Por lo tanto, los importadores contemplarán una probabilidad creciente de que la reposición de sus stocks se tenga que hacer a un dólar más alto. Eso generará más presiones inflacionarias. Si por el contrario pensamos en los negocios de exportación, estas condiciones alientan la postergación de ventas, a la espera de ver un dólar oficial más alto. En suma, este desdoblamiento cambiario dificulta enormemente el clima de negocios y terminará reforzando las tendencias recesivas en la economía.
EC: - De tus comentarios surge que en algún momento habrá una suba del dólar oficial en Argentina. Ahora, ¿de cuánto podría ser esa suba? ¿Y cuándo podría ocurrir?
TS: - No es fácil responder a esas preguntas. De todos modos es bueno revisar la historia, porque estamos ante un fenómeno al que no estábamos acostumbrados pero que tiene muchos antecedentes en la historia argentina.
EC: - ¿Y qué dice esa mirada a la historia argentina, Tamara?
TS: - Desde el lanzamiento de la convertibilidad en 1991 no teníamos en Argentina un desdoblamiento del mercado cambiario como este. Pero si nos remontamos más atrás, entre mediados de los años 40 y hasta el lanzamiento de la convertibilidad, Argentina tuvo muchos episodios de mercados cambiarios desdoblados. Esos episodios duraron a veces meses, otras veces, años. Y en muchas ocasiones la magnitud de la brecha entre oficial y paralelo también fue muy importante, mayor inclusive a los valores actuales. Pero siempre o casi siempre las brechas cambiarias se moderaban a través de subas del dólar oficial. Desde esa perspectiva, las brechas cambiarias pronostican subas del dólar nominal. La brecha en general no se cierra con un "aflojamiento" del dólar paralelo sino con subas del dólar oficial.
Pero, debemos ser cautelosos con los pronósticos. Está bastante claro que Argentina está ingresando en un escenario de recesión o a lo sumo, estancamiento, con niveles altos de inflación y quizás crecientes. En ese marco, es muy probable que la brecha cambiaria se corrija finalmente con una suba del dólar oficial. Cuanto más demore el Gobierno en reconocer que el dólar debe valer más y cuanta más inflación se acumule mientras tanto, el ajuste cambiario va a ser mayor. Pero a nuestro juicio, hay algunos elementos que hacen que no sea claro que esta brecha cambiaria nos esté anunciando un ajuste inminente del tipo de cambio.
EC: - ¿Cuáles son esos elementos?
TS: - Por un lado, debemos tener en cuenta que el tamaño del mercado informal probablemente es muy reducido. Y por eso mismo, debemos ser cuidadosos con la interpretación de la magnitud de la brecha. El valor de 6,4 probablemente no sea un valor sostenible en un marco de liberalización cambiaria. En otras palabras, si el Gobierno liberara el tipo de cambio, el dólar subiría pero probablemente no tanto. Parte de la cotización del dólar paralelo es un premio por las propias restricciones.
Por otra parte, el Gobierno implementó este desdoblamiento cambiario con un nivel elevado de reservas. Eso le deja cierto tiempo. Por eso, no debemos apresurarnos a proyectar una suba inminente del dólar en Argentina, aunque más tarde o más temprano deberá haber alguna corrección significativa. Y debemos tener claro que los fundamentos macroeconómicos en Argentina se deterioran rápidamente. Entonces, el diagnóstico y el pronóstico pueden cambiar muy rápido.
EMILIANO COTELO (EC):
Desde hace tiempo se observa en Argentina una brecha grande entre el dólar oficial y dólar en el mercado paralelo. El llamado dólar Blue... Pero días atrás surgieron voces de alerta ante la magnitud que ha alcanzado esa brecha. En concreto, el dólar blue cotiza arriba de 6,4 pesos argentinos, esto es un 40% por encima del dólar oficial (que está en 4,60 pesos). Y hace unos días, esa brecha fue incluso mayor, acercándose a 50%.
¿Cuáles son las causas de esa situación? ¿Cómo se manejan los agentes con dos valores del dólar tan diferentes entre sí? ¿Qué perspectivas se abren para Argentina? En seguida, conversamos con la economista Tamara Schandy, de Deloitte.
Imagino que lo primero que los oyentes se estarán preguntando es cómo es que se llega a una situación tan extrema. ¿Qué se puede decir?
TAMARA SCHANDY (TS):
Desde hace tiempo la política fiscal y la política monetaria en Argentina vienen siendo expansivas. El gasto público hoy se encuentra al menos un 8% del PBI por encima de cualquier referencia de los últimos 50 años. Ese gasto excesivo no tiene financiamiento genuino y el gobierno recurre en forma creciente a la asistencia del Banco Central. Para financiar al Gobierno, el Banco Central tiene que expandir la cantidad de dinero. Cada vez hay más pesos en la economía. Eso genera inflación, que está en torno de 25% anual.
En cambio, en los últimos 12 meses, el dólar oficial subió solamente 10%. El Gobierno no quiere permitir una mayor suba del dólar oficial porque eso reforzaría la inflación. Pero a este ritmo, la brecha de competitividad que se genera tiende a volverse insostenible. La corrección ocurrirá más tarde o más temprano pero parece inevitable. Por lo tanto, los agentes anticipan que el dólar va a terminar subiendo y tratan de comprarlo ahora, que está en un valor percibido como barato.
Si en ese marco el Gobierno limita la compra de dólares para no perder reservas, están dadas las condiciones para que aparezca un mercado paralelo con una brecha significativa.
EC: - ¿Cómo afectan las propias restricciones al valor del dólar en el mercado paralelo? ¿Tienden a agrandar la brecha?
TS: - A nuestro juicio sí, aunque como decía antes, juegan otros factores. El valor del dólar en el mercado paralelo tiende a subir si hay expectativas de más inflación y si se deteriora el contexto macroeconómico, como está ocurriendo en Argentina.
Uno podría decir que con las restricciones se alivia la escasez relativa de dólares porque en los hechos modera la demanda. Pero eso no es así. En lo sustantivo la prohibición no revierte la escasez relativa de dólares. Los dólares son escasos porque el Gobierno está gastando mucho y porque el aumento de las importaciones terminó eliminando el superávit comercial. Los dólares son escasos y la cantidad de pesos argentinos en circulación es cada vez más alta. Por eso, la brecha cambiaria tiende a subir. Y cuantas más restricciones ponga el Gobierno para la compra de dólares del sector privado, peores las expectativas de los agentes, mayor la demanda de dólares y mayor la presión al alza del dólar paralelo.
EC: - Ahora, con semejante diferencia entre dólar oficial y dólar blue, ¿cómo se manejan los agentes? ¿Qué valor del dólar consideran los agentes para hacer sus transacciones? ¿Con qué valor del dólar se calculan, por ejemplo, los costos de las empresas?
TS: - Es evidente que esta política de control de cambios y de límites a las importaciones genera enormes distorsiones.
Por ejemplo, los productos importados se pagan por parte del importador al tipo de cambio oficial (que es barato), pero es cada vez más difícil acceder a ese tipo de cambio (cada vez hay más límites a las importaciones). Por eso, progresivamente vamos a ver que los importadores van a trasladar a sus precios de venta un valor del dólar más alto que el dólar oficial. Es cierto que el tamaño del mercado paralelo es relativamente pequeño y por eso el valor del dólar blue no sirve demasiado como referencia real, pero tampoco sirve el dólar oficial. El dólar "relevante", por llamarlo de alguna manera, es mayor al oficial y menor al paralelo, pero no sabemos cuál es. Y la verdad es que las empresas deben convivir con esa incertidumbre: no saben cuánto vale el dólar ni saben cuántos dólares podrán comprar. Es claro que así la economía sólo puede funcionar mal.
Además, una brecha tan importante como la que estamos viendo estos días refuerza las expectativas de una devaluación del dólar oficial, que inevitablemente terminará ocurriendo más tarde o más temprano. Por lo tanto, los importadores contemplarán una probabilidad creciente de que la reposición de sus stocks se tenga que hacer a un dólar más alto. Eso generará más presiones inflacionarias. Si por el contrario pensamos en los negocios de exportación, estas condiciones alientan la postergación de ventas, a la espera de ver un dólar oficial más alto. En suma, este desdoblamiento cambiario dificulta enormemente el clima de negocios y terminará reforzando las tendencias recesivas en la economía.
EC: - De tus comentarios surge que en algún momento habrá una suba del dólar oficial en Argentina. Ahora, ¿de cuánto podría ser esa suba? ¿Y cuándo podría ocurrir?
TS: - No es fácil responder a esas preguntas. De todos modos es bueno revisar la historia, porque estamos ante un fenómeno al que no estábamos acostumbrados pero que tiene muchos antecedentes en la historia argentina.
EC: - ¿Y qué dice esa mirada a la historia argentina, Tamara?
TS: - Desde el lanzamiento de la convertibilidad en 1991 no teníamos en Argentina un desdoblamiento del mercado cambiario como este. Pero si nos remontamos más atrás, entre mediados de los años 40 y hasta el lanzamiento de la convertibilidad, Argentina tuvo muchos episodios de mercados cambiarios desdoblados. Esos episodios duraron a veces meses, otras veces, años. Y en muchas ocasiones la magnitud de la brecha entre oficial y paralelo también fue muy importante, mayor inclusive a los valores actuales. Pero siempre o casi siempre las brechas cambiarias se moderaban a través de subas del dólar oficial. Desde esa perspectiva, las brechas cambiarias pronostican subas del dólar nominal. La brecha en general no se cierra con un "aflojamiento" del dólar paralelo sino con subas del dólar oficial.
Pero, debemos ser cautelosos con los pronósticos. Está bastante claro que Argentina está ingresando en un escenario de recesión o a lo sumo, estancamiento, con niveles altos de inflación y quizás crecientes. En ese marco, es muy probable que la brecha cambiaria se corrija finalmente con una suba del dólar oficial. Cuanto más demore el Gobierno en reconocer que el dólar debe valer más y cuanta más inflación se acumule mientras tanto, el ajuste cambiario va a ser mayor. Pero a nuestro juicio, hay algunos elementos que hacen que no sea claro que esta brecha cambiaria nos esté anunciando un ajuste inminente del tipo de cambio.
EC: - ¿Cuáles son esos elementos?
TS: - Por un lado, debemos tener en cuenta que el tamaño del mercado informal probablemente es muy reducido. Y por eso mismo, debemos ser cuidadosos con la interpretación de la magnitud de la brecha. El valor de 6,4 probablemente no sea un valor sostenible en un marco de liberalización cambiaria. En otras palabras, si el Gobierno liberara el tipo de cambio, el dólar subiría pero probablemente no tanto. Parte de la cotización del dólar paralelo es un premio por las propias restricciones.
Por otra parte, el Gobierno implementó este desdoblamiento cambiario con un nivel elevado de reservas. Eso le deja cierto tiempo. Por eso, no debemos apresurarnos a proyectar una suba inminente del dólar en Argentina, aunque más tarde o más temprano deberá haber alguna corrección significativa. Y debemos tener claro que los fundamentos macroeconómicos en Argentina se deterioran rápidamente. Entonces, el diagnóstico y el pronóstico pueden cambiar muy rápido.
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