Moodys otorgó el grado inversor a Uruguay. ¿Cómo se analiza y qué impactos puede tener esta decisión?
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8:30 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Este martes la agencia calificadora de deuda Moody´s elevó la calificación de Uruguay y le otorgó el grado inversor.
Con esta decisión, dos de las tres principales agencias calificadoras del mundo ponen a nuestro país dentro de los países con "grado inversor", ya que Standard & Poors había tomado la misma decisión en el mes de abril.
A diez años del estallido de la crisis de 2002, que obligó a nuestro país a realizar una reestructura importante de la deuda pública, Moodys destaca que Uruguay mejoró significativamente su perfil de endeudamiento y sus indicadores fiscales en estos últimos años y que redujo su vulnerabilidad frente a shocks negativos desde la región. ¿Cómo se analizan estos argumentos? ¿Qué impactos puede tener esta decisión de Moodys? En los próximos minutos conversaremos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
¿Cómo evalúan la decisión de Moodys? Teniendo en cuenta que Standard & Poors le había dado ya el grado inversor a Uruguay en abril y que la misma Moodys había elevado la perspectiva de deuda de nuestro país en enero, es una decisión que era esperada ¿verdad?
FLORENCIA CARRIQUIRY:
Podemos decir que si. Por los elementos mencionados, era esperable que Moodys otorgara el grado inversor a Uruguay en el transcurso de este año. Si bien la suba de la perspectiva que la agencia nos había dado en enero no aseguraba la suba de la nota, era la señal de que este era el movimiento más probable en un horizonte más o menos corto.
En los últimos meses el mundo se ha deteriorado de forma notoria y en medio de tanta turbulencia en los mercados financieros, la nota se podría haber demorado algo más.
EC- El comunicado divulgado por Moodys destaca que Uruguay muestra una mejora sostenida de sus cuentas públicas y que presenta un buen perfil de endeudamiento, incluso mejor que el de otros países con grado inversor. ¿Cómo ven estos argumentos?
FC- Coincidimos con varios puntos que señala Moodys en el comunicado. Uruguay ha avanzado en varias dimensiones importantes para la calificación de la deuda de un país: la economía viene creciendo en forma sostenida y varios fundamentos macroeconómicos han mostrado una mejora apreciable en estos últimos años.
En nuestra opinión, el resultado fiscal debería haber mejorado más en estos años de crecimiento económico tan fuerte. A nivel de la gestión de la deuda pública se han observado mejoras muy significativas, no sólo bajó notoriamente como porcentaje del producto (hoy está por debajo de 40% del PBI), sino que ha mejorado mucho su estructura.
EC- ¿Cuáles son las mejoras en la estructura de la deuda pública?
FC- En primer lugar, se ha hecho una muy buena gestión para mejorar el perfil de vencimientos. El plazo medio de la deuda pública uruguaya es de 11 años actualmente, por lo que tiene su deuda pública con plazos largos, incluso en la comparación internacional. Moodys destaca que se trata de una vida media notoriamente mayor a la que tiene la deuda de la mayoría de los países de calificación similar.
En segundo lugar, se logró reducir significativamente la dolarización de la deuda pública. Hoy la deuda nominada en dólares es menos de 50% del total (cinco años atrás era el 80%). Si bien sigue siendo un nivel de dolarización elevado en la comparación internacional, el gobierno ha acumulado niveles muy importantes de activos en dólares, y eso mitiga la vulnerabilidad de las finanzas públicas a una posible suba abrupta del dólar. La calificadora advierte que este elemento relevante hace a la solidez de las finanzas públicas de Uruguay.
Si a esto le agregamos que el gobierno ha gestionado de forma precautoria líneas de crédito contingentes con los organismos multilaterales, podemos decir que, desde la perspectiva de las finanzas públicas, Uruguay está bien preparado para enfrentar un deterioro adicional del escenario externo que se refleje en una reducción del financiamiento disponible para las economías emergentes.
EC- Más allá de la solidez a nivel fiscal, Moody´s señala que Uruguay es hoy menos vulnerable a un shock regional. Este elemento es relevante en momentos en que varios analistas advierten del riesgo creciente a nivel de la economía argentina. ¿Cómo están viendo este tema?
FC- La dependencia que Uruguay tiene hoy de la región y, en particular de Argentina, es menor que en el pasado. Por un lado, a nivel de las exportaciones de bienes, la participación del mercado argentino está en mínimos históricos, hoy las exportaciones de bienes hacia el vecino país representan el 7% del total, cuando en los años 90 significaban entre un 15% y un 20%.
Y, por otro lado, los depósitos de argentinos en el sistema bancario uruguayo ya no constituyen un factor desestabilizador del sistema, como lo fue a inicios de los años 2000. Según los últimos datos, de los 21 mil millones de dólares de depósitos del sistema, 3.300 millones son de no residentes.
Si bien a nivel de algunas ramas industriales y de los servicios (logísticos y turismo) Argentina sigue siendo un mercado clave, en términos macroeconómicos, se puede mirar a Argentina con cierta calma porque los mecanismos de contagio que operaron en 2001 se encuentran mitigados.
EC- ¿Cuáles serían los beneficios de que una nueva calificadora le otorgue a Uruguay el investment grade? ¿Esta decisión puede tener impacto en la demanda de bonos uruguayos?
FC- Tendemos a pensar que la decisión no va a tener impactos muy significativos en el mercado. Incluso desde antes que Standard & Poors le otorgara a nuestro país el grado inversor, el riesgo país de Uruguay estaba ya en niveles comparables (e incluso inferiores) al de otros países con esa calificación. Los inversores ya le estaban adjudicando un nivel de riesgo relativamente bajo a la economía uruguaya, similar al de países con investment grade.
De todos modos, obtener formalmente esta calificación es relevante para abrir las puertas a una mayor oferta de fondos, en la medida en que hay inversores institucionales que sólo pueden invertir en papeles de países con investment grade.
Y esto no sólo es importante para el costo del financiamiento del sector público, la calificación de la deuda soberana le pone un piso al costo de financiamiento que obtienen las empresas privadas que operan en un país. Si el gobierno puede obtener financiamiento más barato, las empresas probablemente también podrán obtener financiamiento en mejores condiciones.
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