(emitido a las 7.41 Hs.)

GONZALO SOBRAL:
El Gobierno argentino comunicó este jueves una medida de regulación financiera que frena los planes que el Gobierno uruguayo tenía para fomentar el turismo este verano. De acuerdo a la medida difundida por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), cada vez que un argentino realice gastos en el exterior con su tarjeta de crédito, le vendrá un cargo de 15% a cuenta de ganancias o bienes personales en el resumen que le llegue para pagar esos consumos. Se trata de un anticipo a esos impuestos que luego deben abonar.

Estamos en contacto con Luis Borsari, presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo.

¿Cuál es el primer análisis que hacen respecto a esta medida?

LUIS BORSARI:
Era una medida esperada, hacía días que se estaba trabajando desde el Gobierno argentino en esto, por lo tanto no nos tomó por sorpresa. Además no hay que tomarla como una cosa aislada, no sería extraño que hubiera alguna otra antes de fin de año para que los argentinos no salgan de su país a pasar sus vacaciones. A nuestro juicio, y con todo respeto, es un cercenamiento a la libertad individual del pueblo argentino.

Esto no es específicamente contra Uruguay. Claramente nos afecta, no hay ninguna duda de eso. Estábamos trabajando en pos de que puedan pagar una cena en un restaurante y los alquileres de propiedades con tarjeta de crédito. Con esto se complica muchísimo la operativa con las tarjetas de crédito y los argentinos tendrán que encontrar la forma de hacerse de efectivo y de vacacionar en donde se les ocurra.

ROMINA ANDRIOLI:
Estamos en plena zafra de concreción de alquileres, principalmente en Punta del Este, ¿qué sucede con los clientes argentinos? ¿Están averiguando precios, concretando reservas?

LB – Sí. En esta época comienzan a averiguar precios y a concretar reservas, algunas ya se han hecho. Pero es obvio que hay una incertidumbre muy grande por parte del público argentino que sale de su país, en su mayoría hacia Uruguay. Todos los días su gobierno levanta una hilera más de ese muro que intenta hacer que el argentino no salga de su país. Los argentinos han inventado siempre las fórmulas para saltar esos muros que a lo largo de la historia se han levantado tantas veces, y tantas veces han derribado. Esperemos que ésta no sea la excepción. No nos olvidemos que hasta hace poco tuvimos cerrados los paso de frontera durante cuatro años y pudimos sortear esto con muchísima creatividad, con el sector público y privado trabajando conjuntamente como lo estamos haciendo ahora para ayudar a saltar el muro y conquistar nuevos mercados.

RA – ¿Cree que todos los argentinos están en igualdad de condiciones? Hay muchos argentinos que concretan alquileres en otros balnearios, ¿verdad?

LB – Por supuesto, en otros balnearios y no balnearios, porque la zona termal o Colonia son lugares muy preferidos. El verano en la zona termal prácticamente no existía y hoy por hoy hay mucha afluencia de público.

Pero no a todos los argentinos les pega igual. El público de más alto poder adquisitivo, que tiene su dinero y las tarjetas de crédito emitidas en el exterior, no se ve afectado por estas medidas. Pero nuestra preocupación es con el gran público, el de poder adquisitivo medio que es el que llena farmacias, restaurantes, supermercados. Ese gran público se ve resentido porque se las tienen que ingeniar para ver de qué manera pueden salir de su país con dinero en el bolsillo. Salir sin nada es lo mismo que no poder salir. Y ahí es donde va nuestro comentario de que es un cercenamiento absoluto a la libertad individual.

RA – Se está trabajando en acuerdos con la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este para habilitar el pago a través de la tarjeta Visa, en cuotas, y en pesos argentinos. Tengo entendido que se están buscando varios acuerdos en ese sentido, con otras tarjetas y con otras cámaras inmobiliarias, ¿qué puede pasar con esos estímulos?

LB – El inconveniente está en que no hay ningún acuerdo firmado, solo hay  negociaciones entre emisores de tarjetas de crédito y asociaciones inmobiliarias. Vale recordar que hace diez años aproximadamente se había instalado el uso de la tarjeta de crédito para el alquiler de apartamentos y casas en Uruguay, fundamentalmente en Punta del Este. Esto se fue cayendo porque la carga que tenía era muy gravosa. Lo que se estaba negociando ahora era que la carga fuera menos gravosa, así el inquilino no tenía que padecer esos porcentajes que había que agregarle a un alquiler para poder hacerlo a través de una tarjeta de crédito. Veníamos recorriendo este camino muy bien hasta que surge esta novedad, que si bien es deducible, porque este 15% es deducible, pero para el que lo puede hacer. Para algunos es una carga y para otros está bien, es un adelanto de impuestos, pero no todo el mundo está dispuesto a adelantar impuestos, ni en Argentina ni en ninguna parte del mundo.

En este momento no se me ocurre cómo resolver esto a través de las tarjetas de crédito. Va a haber que hacerlo a través de otro mecanismo.

RA – El presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este, Omar Milar, decía en declaraciones a El País que algunos propietarios están dispuestos a aceptar pesos argentinos, pero todavía no está resuelto qué tipo de cambio utilizar. ¿Qué otras medidas se están pensando desde el lado empresarial para afrontar esta situación?

LB – Uno de los actores principales del turismo en Uruguay dijo que podría instalarse el tipo de cambio del dólar inmobiliario.

RA – El dólar celeste.

LB – El tema es que esto sería posible únicamente entre argentinos, son muchísimos los propietarios argentinos que ponen a alquilar sus casas y los que alquilan, o sea que cuando ambas partes son argentinos es posible. El problema es cuando el propietario no es argentino, esa diferencia la tiene que poner del bolsillo. Habrá que convencer a ese propietario, o el inquilino tendrá que pagar algún porcentaje mayor porque un propietario no argentino va a aceptar argentinos sin ninguna duda. El tema es que se los van a tomar al tipo de cambio real y ese tipo de cambio es lo que los argentinos han dado en llamar dólar azul, y ese va a ser el precio que va a terminar operando.

Esto significa que las operaciones se van a encarecer, que al argentino le va a costar un poco más veranear fuera de su país. No es la primera vez que ocurre algo así y los argentinos siguen viniendo desde hace años a Uruguay, y no creo que dejen de hacerlo.

RA – El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, dijo que la iniciativa tenía dos propósitos: cotejar si los gastos efectuados en el exterior son coherentes con el pago de impuestos y desincentivar el consumo en el exterior directamente, dijo: "no le quepa duda, preferimos que se queden todos a veranear en Argentina". ¿Esperan más medidas del gobierno argentino? Parece que cada vez que Uruguay busca una medida para neutralizar el impacto para los turistas argentinos, se viene otro anuncio del otro lado de la orilla.

LB – Nosotros estamos trabajando hombro con hombro en el sector público y en el privado, estamos en asamblea permanente con el Ministerio de Turismo, nos hemos reunido con el Ministerio de Economía y con el Banco República, con las autoridades máximas, tratando de buscar una solución. Pero también es cierto que están aguardando que las aguas se calmen para instrumentar más medidas.

RA – ¿Pero usted descarta el uso de tarjetas entonces?

LB – Por el lado de las tarjetas surge este gravamen de un 15% lo que hace que el encarecimiento sea muy grande, por más que los emisores de las tarjetas hagan el sacrificio de disminuir al mínimo posible el porcentaje que lleva una operación. Eso no quiere decir que la gente descarte el uso total de la tarjeta.

RA – ¿Por dónde podrían venir otras posibles medidas?

LB – La aceptación de la moneda argentina, los uruguayos tenemos que acostumbrarnos a eso. Nosotros decíamos recién que estamos muy acostumbrados a aceptar esa moneda, pero en operaciones de un monto importante como los alquileres la cosa cambia. Se va a aceptar la moneda argentina, pero tienen que aceptar las partes la cotización de esa moneda, y eso es lo que va a complicar un poco.

Además, estamos intentando conquistar otros mercados como el brasilero, un mercado al alcance de nuestra mano. Si no hubiera ningún inconveniente con los argentinos, también lo estaríamos haciendo, por lo tanto no se está trabajando para sustituir a un público por otro. Pero dadas las circunstancias, profundizaremos en esta medida.

RA – En los últimos años usted ha mencionado una frase que es muy gráfica "en Uruguay ya no hay temporadas malas", ¿cree que esto puede cambiar ahora?

LB – No, de ninguna manera. Repetimos esa frase una vez más. Al decir que no son malas, quiere decir que son buenas, pero del bueno al sobresaliente hay una escalera que depende de cómo se vayan dando las cosas.

También es bueno señalar que en infinidad de oportunidades hemos hablado de lo buenas o malas que se esperaba que fueran a ser las pretemporadas. Sin ir más lejos todos estábamos convencidos que la pretemporada pasada iba a ser la mejor de la historia y no fue así. A veces se tienen expectativas de que las cosas van a ser excelentes y terminan no siéndolo tanto, o al revés. Creo que en esta oportunidad es muy posible que esto ocurra, estamos trabajando para esto.

Además confiamos mucho en la idiosincrasia del argentino que sale a vacacionar fuera de su país habitualmente, este tipo de cosas no le caen demasiado bien, ya hemos sentido infinidad de comentarios al respecto y eso hace que el argentino se revele y le busque la vuelta para poder cumplir con el sueño de poder pasar sus vacaciones fuera de Argentina, fundamentalmente en Uruguay que es donde deciden venir la mayoría de los que salen de su país.

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Foto: Archivo