El crecimiento de la economía uruguaya se desaceleró en el segundo trimestre del año
Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
EMILIANO COTELO:
La economía uruguaya creció 0,8% en el segundo trimestre del año, en comparación con el trimestre anterior. Esto supone una desaceleración respecto a lo observado en el primer trimestre, cuando el Producto Bruto Interno había crecido 2,2%. En relación al segundo trimestre del año pasado, la suba de la producción de bienes y servicios fue de 3,8%.
El Gobierno señaló que se espera un mejor desempeño de la economía en la segunda mitad del año y que mantiene la proyección de crecimiento de 4%.
Con estos datos sobre la mesa, dialogamos con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.
¿Cómo hay que analizar estas señales de desaceleración de la economía?
PABLO ROSELLI:
El dato estuvo dentro de lo esperado. A nuestro juicio, debemos concluir que el desempeño de la economía fue bueno, sin perjuicio de que tenemos algunos desequilibrios y riesgos que deberían ponernos en alerta.
El primer elemento relevante es que la desaceleración es menos fuerte de lo que se puede inferir de la lectura directa de los datos. Estamos viendo mucha volatilidad en los datos trimestrales. Esto obedece al cierre de refinería para mantenimiento que afectó datos del primer, tercer y cuarto trimestre pasado, y todavía tuvo algún efecto en el segundo trimestre. Esto dificulta la comparación desestacionalizada que usualmente tomamos de un trimestre a otro. El cuarto trimestre tuvo una fuerte caída, el primero por el contrario tuvo una fuerte suba (2,2%) y este fue mucho más moderado (0,8%). En esas trayectorias jugó un rol la refinería. Además, tenemos fluctuaciones muy grandes de generación energía hidroeléctrica que cayó 28% en relación al primer trimestre del año, en relación a 2011.
Teniendo en cuenta esos elementos, nos parece importante observar que en el último año el PIB, excluyendo electricidad, gas y agua, subió aproximadamente 5%.
De todos modos, no estamos diciendo que no hay una desaceleración. Sin dudas, la economía se ha desacelerado, y en ese crecimiento de 5% juega un papel importante la construcción de Montes del Plata (que es un efecto genuino, pero que responde a decisiones tomadas hace mucho tiempo). La construcción aumentó un 22% en un año (más de 1% de efecto en PIB).
En suma, la economía se ha desacelerado (contrariamente a lo que pasó en 2011, cuando PIB creció 5,7%) pero seguimos viendo un desempeño bueno, máxime si miramos el contexto internacional.
EC- ¿Qué elementos son destacables en relación al desempeño sectorial? Ya hacías algunos primeros comentarios sobre la construcción y la generación de electricidad.
PR- En la comparación contra el 2º trimestre del año pasado, la construcción fue el de mayor crecimiento (22%).
En el resto de los sectores predomina una situación de crecimiento positivo, pero menos fuerte que en 2011.
Algunos números: transporte y comunicaciones creció un 7,6% (en 2011 crecía a tasas de dos dígitos) impulsado por comunicaciones y transporte de pasajeros. El comercio, restaurantes y hoteles creció 3,5% (en 2011 creció casi 10%) desaceleración fuerte acompañado por un crecimiento un poco más moderado del consumo privado (pero con desaceleración importante en electrodomésticos y automóviles después de muchos años seguidos de expansión fuerte). La industria manufacturera creció 2,4% (este sector venía mostrando un crecimiento bastante moderado ya desde el año pasado). Entre otras actividades, hubo un crecimiento de 3,2% (contrario al orden de 5% el año pasado)
El único sector con variación negativa (aunque leve) 0,2% interanual fue el agropecuario, con menor producción de arroz debido a menos área, aunque la producción siguió siendo muy alta en términos históricos. También hubo una menor producción de carne.
EC- ¿Cómo es el análisis del comportamiento desde el lado de la demanda?
PR- Tenemos un crecimiento importante del consumo privado (6,1%), que igual se desacelera como era previsible con respecto a 2011 (cuando creció 8%). La inversión Privada subió un 22%, en buena medida por Montes del Plata. En cambio, las exportaciones de bienes y servicios perdieron dinamismo de forma clara, en los últimos 12 meses mostraron variación nula, y eso se debe a las restricciones de oferta en algunos sectores agropecuarios, la desaceleración de la economía internacional, dificultades de acceso al mercado argentino para algunos rubros sin chances de reorientar sus ventas (vestimenta; químicos, plásticos, autopartes), y por algunas dificultades de competitividad en algunos sectores (caso típico las curtiembres y textiles).
EC- ¿Cómo quedan las perspectivas?
PR- Estamos revisando proyecciones, pero en principio mantenemos el pronóstico de una suba del PIB de 4% en el conjunto del año. En esa proyección contemplamos una mayor generación de energía hidroeléctrica, que debería alcanzar valores más normales (algo ya observamos en julio). Eso supondría igual una desaceleración importante respecto de 2011, pero seguiría siendo una buena tasa de crecimiento. De todos modos, vemos factores de riesgo y algunos desequilibrios que deben servirnos de alerta
EC- ¿Cuáles son esos factores de riesgo?
PR- En el contexto externo tenemos señales de actividad negativas: recesión en Europa; crecimiento todavía pobre en EEUU; desaceleración en China; Argentina estancada (o con caída de la producción); Brasil con muy bajo crecimiento en el último año (aunque con algunas expectativas de que la economía gane más dinamismo a instancias de estímulos fiscales y monetarios). Aunque los precios de exportación se mantienen en niveles elevados (y de hecho han subido por factores climáticos), si el mundo siguiera perdiendo dinamismo eso se trasladará a nuestra economía de alguna manera, de hecho, ya es claro que estamos creciendo menos que en años anteriores. En ese contexto, también vemos algunos desequilibrios internos a los que es necesario prestarle atención
EC- ¿Qué desequilibrios?
PR- Por un lado, el crecimiento está muy volcado a la demanda interna. El consumo privado creció 6% y las exportaciones de bienes y servicios crecieron 0%. A largo plazo, es necesario preservar un crecimiento equilibrado entre demanda interna y demanda externa. También existen las presiones de inflación en la economía, que son muy persistentes. La inflación subyacente es de 9% anual debido a suba de la demanda interna, a mayores salarios y más recientemente al repunte de los precios internacionales de los alimentos y a la suba del dólar. Esto pauta que el Banco Central no tiene espacio para buscar un dólar más alto (para cuidar la competitividad en un marco incierto) sin arriesgar niveles inflacionarios todavía mayores. Y finalmente, como la inflación es persistente, el Gobierno continúa apelando a la postergación de ajustes de tarifas públicas. Eso junto con la expansión del gasto del Gobierno, llevan a resultados fiscales pobres en relación al dinamismo que ha mostrado la economía.
EC- Entonces, ¿qué debería hacerse desde la política económica?
PR- Esos desequilibrios que mencionábamos, todavía no son demasiado importantes, pero podrían agravarse si no median correctivos en la política económica. Varias veces hemos comentado que a nuestro juicio es necesario buscar una moderación de la demanda interna. Eso debería ser a través de un cambio de signo en la política fiscal, que debería dejar de ser expansiva para adquirir un signo moderadamente contractivo (por ejemplo topeando algunos aumentos de gastos e inversiones y limitando las subas salariales a partir del próximo año). También parece necesario apelar a negociaciones salariales que pauten ajustes más moderados de salarios (más alineados a la inflación).
Si las políticas macroeconómicas no buscan una mayor moderación de la demanda interna, corremos riesgos de que la persistencia de la inflación afecte más la competitividad y que el crecimiento económico continúe sesgándose hacia el mercado doméstico. Y si eso pasa, los resultados fiscales continuarán deteriorándose.
En suma, los desequilibrios actuales son moderados, pero deberíamos procurar que no se acentúen en los próximos meses.
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