Entrevistas

Según la Asociación Nacional de Rematadores, la subasta de Pluna será "histórica"

Según la Asociación Nacional de Rematadores, la subasta de Pluna será "histórica"

En la tarde de este lunes está previsto que en las instalaciones de la Rural del Prado se realice la subasta de los siete aviones Bombardier pertenecientes a Pluna, que se suspendió cuando iba a realizarse el 12 de setiembre. El precio base es de 136 millones de dólares; en caso de no concretarse se hará un segundo remate denominado a la baja, partiendo de dicha cifra y con un piso de 100 millones de dólares. La diferencia entre ambas instancias es que en caso de que haya un adquirente en la primera etapa, éste podrá darle el uso que quiera a los aviones. En caso de que sea en la segunda, el comprador deberá instalar una aerolínea de bandera nacional con al menos 250 exempleados de Pluna. En Perspectiva dialogó con el presidente de la Asociación Nacional de Rematadores, Tasadores y Corredores Inmobiliarios (Anrtci), Mario Stefanoli, quien dijo que "en caso de que se concrete la venta de las aeronaves" se está hablando de "la subasta más importante en la historia del país en materia de valores". Al ser consultado sobre la subasta a la baja, Stefanoli aseguró que no hay antecedentes de este tipo de remate en Uruguay.


(emitido a las 7.46 Hs.)

EMILIANO COTELO:
El Gobierno concretará hoy la subasta de siete aviones Bombardier que pertenecían a Pluna, que fue postergada el pasado 12 de setiembre a efectos de facilitar la presentación de más interesados.

El precio básico para la subasta es de 136 millones de dólares. Si se desarrolla, y si hay un adquirente en la subasta, este inversor podrá negociar el acceso a las frecuencias de vuelo que operaba Pluna con el Gobierno. También puede llevarse los aviones y utilizarlos a otros efectos.

Pero si la subasta se declara desierta habrá un segundo remate una hora más tarde con la modalidad a la baja, partiendo de la cifra que manejábamos recién y esperando ofertas que vayan cayendo pero con un piso de 100 millones de dólares. Si en la segunda instancia hay una empresa compradora, estará obligada a poner a los aviones al servicio de una empresa que opere en nuestro país, pero además tendrá que incorporar al menos 250 ex empleados de Pluna, de acuerdo a lo que se fijo en la reglamentación posterior a la ley que creó el fideicomiso y este sistema de la subasta.

Estamos con Mario Stefanoli, presidente de la Asociación Nacional de Rematadores, Tasadores y Corredores Inmobiliarios. Usted será protagonista en este acto que tendrá lugar hoy a las 15 horas en la Rural del Prado, en el Pabellón de España, ¿fue un acuerdo que hizo el fideicomiso con la Asociación de Rematadores?

MARIO STEFAFONILI:
Es un acuerdo por el convenio que se firmó con el fideicomiso, con el cual se buscó la participación de la mayor cantidad de rematadores posibles en una subasta considerara histórica, en caso de que se concrete la venta de las aeronaves.

EC – ¿Qué puede decir sobre la operación que tendrá lugar hoy?

MS – Es una subasta única en la historia del país por las características y por los bienes que se están subastando. Pueden llegar a existir dos modalidades, nosotros aspiramos a concretar la subasta al alza. Ante la eventualidad de que no suceda, se rematará este lote de siete de aeronaves con la modalidad de venta holandesa.

EC – Esa es sin duda una de las singularidades de esta operación, pero supongo que hay otras. No debe ser frecuente en Uruguay que se subasten siete aviones.

MS – No le quepa duda que no. Por otro lado creo que nunca se comenzó un remate con una base tan importante, lo que da a pensar que si se concreta la venta, al alza o a la baja, estaríamos hablando de la subasta más importante en la historia del país en materia de valores.

EC – Es una subasta que viene precedida de una gran polémica política, de un misterio enorme a propósito de la cantidad de interesados, incluso hasta el lugar que se ha elegido, la primera posibilidad había sido fijada para el Aeropuerto de Carrasco, ahora se cambió para la Rural del Prado.

MS – Exactamente. Ante la eventualidad de distorsionar el normal funcionamiento del aeropuerto con la afluencia de un número muy importante de personas tomaron la decisión de cambiar el lugar.

EC – Están previstas movilizaciones de ex empleados de Pluna, por allí puede venir una parte de la alteración.

MS – Probablemente, no estoy al tanto de ese punto. Dentro de una subasta uno tiene que evaluar todas las posibilidades que hay en materia de contingencias. Supongo que se tomarán todas las medidas para que la subasta se desarrolle con total normalidad.

EC – Hablemos de cómo se llevará adelante la subasta. Habrá un primer intento, una subasta convencional, a partir de la base de 136 millones de dólares se escucharán ofertas hacia arriba, ¿qué puede decir sobre esta parte?

MS – Reitero nuestro optimismo, y la posibilidad de vender este lote de siete aviones en la forma tradicional. En Uruguay siempre se hacen subastas al alza, en la cual los oferentes tienen la posibilidad de retrucar con una nueva oferta frente a la de su "contrincante o adversario".

EC – ¿Qué requisitos tienen que cumplir los postores?

MS – Deben tener un seguro de fianza por el 10% del valor de base, cerca de 13.600.000 dólares. No tienen que ponerlo en dinero en efectivo, sino que hacen un seguro de fianza en una institución bancaria nacional. Con eso basta para que puedan concurrir a la puja sin ningún tipo de problema.

EC – Si la primera subasta no tiene interesados, se hace un compás de espera para pasar a la segunda.

MS – Sí. Una hora después comienza la subasta a la holandesa.

EC – Una subasta a la baja. ¿Qué antecedentes tiene la subasta a la holandesa en Uruguay?

MS – Antecedentes prácticamente no hay. Se trata de una modalidad totalmente inédita para el país, creo que hubo algún intento en materia de remate de vehículos, pero no prosperó. Es una modalidad a la que no estamos acostumbrados, pero no por eso deja de ser muy interesante. El hecho de no saber en qué momento otro oferente va a aceptar la oferta que el rematador esté voceando genera una expectativa muy particular, quien levante primero la mano frente a una oferta se le adjudicarán los bienes.

EC – ¿Cuál es la lógica de aplicar una subasta a la baja si la primer no tuvo éxito? Si no hubo interesados en la primera es porque el precio base puede ser muy alto, en vez de fijar el fideicomiso otro precio deja que el "mercado" fije el precio apropiado.

MS – Exacto. Con la particularidad de que en este caso el valor mínimo es de 100 millones de dólares. Nosotros vamos a vocear ofertas hasta llegar a ese mínimo, y si no hubiera ofertas la subasta debe considerarse desierta.

EC – Una subasta a la baja se resuelve con el primero que oferta.

MS – No hay posibilidad de nueva puja, quien toma la oferta primero es a quien se le adjudica el lote.

EC – Ese es el punto crítico. Uno de los mensajes que llega desde la audiencia de María de El Pinar dice: "obvio que irá a la segunda instancia, ¿quién va a querer pagar más sabiendo que tiene una segunda subasta por menor valor?". Y agrega: "no entiendo", ¿cómo responde usted?

MS – Tengamos presente que frente a la eventualidad de que alguien comience la puja en esos 136 millones de dólares, casi 137, quien esté como segundo o tercer oferente deberá volver a ofertar. Es decir, tomar la base en la subasta implica que se dispara el mecanismo y quien estaba especulando con la posibilidad de una subasta a la baja ya debe descartarla, por ende debe considerar que si le interesa obtener el lote de los siete aviones deberá continuar en la puja.

EC – Supongamos que alguien dice que no va a pujar en la subasta clásica porque le parece que 136 millones de dólares es demasiado alto, y apuesta a la segunda instancia, el problema es que cuando usted de el primer valor y el primero que diga yo acepto, se queda con los aviones. Es muy riesgoso ir a la subasta a la holandesa para los interesados.

MS – Pero no olvidemos que quienes participan en la subasta a la baja tiene una serie de obligaciones, como por ejemplo crear una aerolínea de bandera, tomar determinada cantidad de personal. Quien oferta en la subasta al alza puede utilizar los aviones en otro país sin necesidad de la creación de una aerolínea de bandera.

EC – La subasta a la baja es más riesgosa para aquel que tenía interés en los aviones, otro se puede quedar con ellos simplemente levantando la mano en primer lugar, y además hay más condiciones de compra.

MS – Exacto. Quien apele a pagar menos sabe que tiene una serie de condicionamientos que deberá cumplir.

EC – ¿Su papel en qué consiste?

MS – Mi papel es el del martillero, buscaré incentivar a la gente para que puje. Obviamente que por tratarse de una subasta de características especiales todos los interesados ya conocen lo que están adquiriendo, cuál es su límite y en qué momento comenzar a ofertar.

EC – Un rematador habitualmente cobra una comisión, ¿cómo es en este caso?

MS – En este caso es el 0,5% más IVA. De concretarse la venta de los aviones será dividida entre 455 rematadores en partes iguales, entre los cuales me incluyo.

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Foto: Archivo