Análisis Económico

Argentina y el fallo del juez Thomas Griesa: ¿Se avecina un nuevo "default"? ¿Qué salidas tiene el Gobierno de Cristina Fernández?

Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.


(emitido a las 8:40 Hs.)

EMILIANO COTELO:
La semana pasada el juez Thomas Griesa, de la justicia de Nueva York, dispuso un nuevo fallo adverso que casi deja a Argentina con la obligación de pagar a un conjunto de tenedores de bonos que no entraron en el canje de 2005. Si Argentina no acata la decisión de Griesa, corre un claro riesgo de caer en una nueva situación de default con la deuda que mantiene con los acreedores que sí entraron en el canje y que viene pagando regularmente.

¿Cuáles son las alternativas que tiene Argentina? ¿Qué perspectivas plantea toda esta situación? El diálogo es con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI:
Para comenzar situando en tema a nuestros oyentes, ¿cuáles son los aspectos claves de este juicio?

PABLO ROSSELLI:
Este es un juicio que entabló un fondo de inversión (NML Capital) que tiene en su poder bonos argentinos que no entraron en el canje que el Gobierno ofreció en 2005 y que reabrió en 2010. Aproximadamente un 7% de la deuda original quedó afuera, uno de los fondos con esos papeles está ahora teniendo éxito en su estrategia de ir por el camino judicial.

En concreto, este juicio lleva muchos años pero está ingresando en instancias decisivas. En octubre, el juez Thomas Griesa determinó que Argentina debía pagar esos bonos, apelando a una interpretación un tanto rebuscada desde el punto de vista legal, pero que tiene sentido desde un punto de vista sustancial. Los acreedores que no ingresaron al canje tienen derecho a cobrar esos bonos y el juez está buscando los mecanismos para que eso termine siendo así. En el fallo de la semana pasada, el juez puso un plazo clave. Antes del 15 de diciembre Argentina debe depositar en garantía unos 1.300 millones de dólares, el dinero que deben cobrar los acreedores.

RA- El argumento del juez es rebuscado, pero los acreedores demandantes tienen derecho a cobrar. Eso contrasta fuertemente con la postura del Gobierno argentino, que acusa a esos fondos de "buitres" o especuladores.

PR- Son términos muy duros. Y está claro que esos fondos compraron los bonos a precios irrisorios luego del default, con el objetivo de buscar cobrar a través de juicios. Sin dudas se trata de una estrategia especulativa, pero al margen de las valoraciones que podamos hacer sobre si tiene sentido (o si resulta moralmente aceptable) que alguien gane dinero especulando de ese modo, la realidad es que no hay una ley de quiebras internacionales. El hecho de que más del 90% de los inversores haya aceptado canjear sus bonos no le quita derecho al resto a cobrar los suyos. Guste o no, desde el punto de vista contractual, nada ha exonerado a Argentina de su obligación de pagar.

Para evitar que se repitan estos problemas, desde hace unos años los bonos soberanos de los gobiernos se emiten con cláusulas de acción colectiva que prevén que un porcentaje alto de acreedores pueda conceder al deudor quitas y que esas quitas sean obligatorias para todos los bonistas. Pero los bonos en default no tenían esas cláusulas.

RA- De todos modos, al Gobierno argentino le queda todavía algún espacio de apelación. Comentábamos más temprano que a Argentina le queda un recurso de apelación.

PR – Creo que hoy presenta un recurso sobre el fallo de la semana pasada, y quedan otras instancias de apelación. Ese fallo establece que Argentina debe depositar esos 1.300 millones de dólares a modo de garantía, el juez fundamentó esa decisión en las reiteradas declaraciones de altos miembros del gobierno que sostenían que no se le pagaría a los acreedores.

Por lo tanto, si Argentina quiere apelar el fallo, debe constituir ese depósito en garantía. Por otra parte, a esta altura parece muy poco probable que Argentina pueda revertir el fallo de fondo, podría dilatar algo más la resolución definitiva (según algunos especialistas quizás hasta octubre de 2013), pero todo indica que en la causa de fondo deberá terminar pagando.

RA- ¿Qué alternativas tiene el Gobierno? Comienza a temerse por un default de los bonos emitidos en el canje, que hasta ahora se vienen pagando. ¿Podemos explicar cómo se podría llegar a esta situación?

PR- Argentina tiene tres opciones. La primera opción es que Argentina puede constituir ese depósito en garantía de 1.300 millones de dólares. Si hace eso, el proceso legal seguirá su curso y si Argentina pierde en la causa de fondo los acreedores se cobrarán de ese depósito en garantía.

Otra alternativa es tratar de no pagar nunca un eventual fallo adverso y por tanto no realizar el depósito en garantía, Pero la fecha del 15 de diciembre no es casual. El 15 de diciembre Argentina debe pagar intereses por los bonos emitidos luego del canje por unos 3.400 millones de dólares a través del Bank of New York Mellon (que es el agente de pago de esos bonos). Si Argentina no constituye la garantía de 1.300 millones de dólares, la justicia de Estados Unidos terminará confiscando ese monto de los 3.400 millones que Argentina deberá girar a Nueva York para pagar los vencimientos de esos otros bonos. Esto quiere decir que el juez Thomas Griesa encontró una forma de presión muy eficaz sobre el Gobierno argentino, si Argentina no deposita los 1.300 millones de dólares, no podrá pagar en tiempo y forma esos otros bonos que hasta ahora viene pagando regularmente, eso precipitaría un default sobre esos bonos y en los hechos volvería exigible todos los bonos, inclusive los que se pagan bajo jurisdicción europea (porque hay una cláusula que dice que si el emisor incumple con otros acreedores, toda la deuda se vuelve exigible al mismo tiempo).

RA- Queda claro que la alternativa de no hacer lugar a la decisión de Griesa es muy compleja. Pero decías que había una tercera opción.

PR- Algunos analistas sostienen que Argentina podría intentar cambiar el lugar de pago de los bonos que debe pagar en diciembre. Eso podría dejar al juez Griesa impedido de confiscar los fondos destinados a esos pagos. Pero desde el punto de vista legal parece un camino complejo para el cual hay pocos días, y además ese camino probablemente dejaría a Argentina en una situación de default selectivo en Estados Unidos, y probablemente también haría exigible toda la deuda emitida en el canje.

Con lo cual, parece que Argentina está en una encrucijada. O el Gobierno abandona la retórica de que no pagará a los llamados "fondos buitres", o un nuevo default parece inevitable.

RA- Para terminar, ¿qué debería hacer el Gobierno argentino?

PR- Sin dudas, el Gobierno está en una posición difícil. Detrás de este fallo vendrán otros que terminarán obligando a Argentina a pagar casi 13.000 millones de dólares a los "hold outs" (parece cuestión de tiempo). Argentina tiene reservas para hacer frente a esas demandas, pero como comentamos otras veces, las políticas económicas actuales son insostenibles y deterioran de forma sistemática las reservas del Banco Central.

Argentina debería aceptar el fallo, empezar a pagar y promover un cambio sustancial de las políticas económicas, que están conduciendo al país a un escenario de estancamiento e inflación, entre muchos otros problemas. Pero la verdad es que parece imposible que eso ocurra, con lo cual debemos pensar que es probable que Argentina termine ingresando en una nueva situación de default.

RA- ¿Y qué consecuencias podría tener eso?

PR- Si Argentina incumple el fallo dará un paso más en el camino de aislamiento internacional que viene recorriendo desde hace años. En el corto plazo, eso le puede dar un poco más de aire en relación a la alternativa de pagar usando las reservas que son cada vez más escazas frente a la expansión del gasto público. Por eso, no debemos pensar que un default de Argentina determine una crisis de forma instantánea.

Pero probablemente se va a acentuar el clima de expectativas adversas, el Gobierno argentino va a enfrentar más problemas con los activos que tiene en el exterior por ejemplo el Banco Nación. Y el sector privado también va a enfrentar más dificultades. Las operaciones de comercio exterior, exportaciones e importaciones, se van a ver muy dificultadas si empiezan a prosperar reclamos de embargos sobre los activos del Banco Nación y las entidades financieras que operan con el comercio exterior argentino van a asignar más probabilidad de problemas a esas operaciones.

Por eso, nos parece que si Argentina no cumple con lo dispuesto por la justicia de Estados Unidos hay un riesgo de deterioro relevante del clima de expectativas, que ya es francamente malo, y de las perspectivas de crecimiento (que son de por sí muy pobres).

***