El aumento del tipo de cambio y las perspectivas macroeconómicas en Brasil
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
(emitidoa las 8:36 Hs.)
EMILIANO COTELO:
El tipo de cambio en Brasil volvió a superar los 2,10 reales por dólar en el comienzo de diciembre y, aunque bajó levemente sobre finales de la semana pasada, se ha mantenido muy cerca de esos niveles. Se trata de los valores más altos de los últimos tres años y significan una suba del valor del dólar de más de 10% frente al cierre de 2011.
Como es sabido, el comportamiento del dólar en Brasil es una referencia muy relevante para Uruguay y, por ese motivo, nos pareció que valía la pena poner el foco del espacio de análisis económico de hoy en la situación económica de nuestro principal vecino. ¿A qué responde este aumento del tipo de cambio? ¿Cómo viene comportándose la economía brasileña? ¿Cuáles son las perspectivas para 2013? A continuación, conversaremos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI:
En los últimos días el dólar en Brasil mostró una suba importante después de haber permanecido por varias semanas entre 2,02 y 2,04 reales. ¿Cómo interpretan ustedes ese cambio?
FLORENCIA CARRIQUIRY:
Los movimientos del tipo de cambio siempre son difíciles de explicar porque responden esencialmente a un tema de expectativas. En la suba vista el último día de noviembre, cuando el tipo de cambio cerró en 2,11 reales por dólar, incidió de forma muy relevante el dato de PBI del tercer trimestre que se divulgó ese día y fue decepcionante. Ahora, el dólar había empezado a subir lentamente en las semanas previas sin que hubiera ningún elemento "nuevo" demasiado evidente. Lo que sí es cierto es que Brasil viene teniendo un desempeño económico bastante pobre desde hace un tiempo largo (desde comienzos de 2011 aproximadamente) y una de las explicaciones de por qué Brasil creció tan poco últimamente es que la apreciación que había tenido el real en años anteriores estaba determinando una competencia muy fuerte de importaciones y dificultades para el sector exportador.
Por todo esto, hace largo tiempo que había reclamos de varios sectores (especialmente del sector industrial) de un tipo de cambio más alto, y varias autoridades del gobierno también habían señalizado una preferencia por un tipo de cambio más alto. En estas semanas estamos viendo justamente una cotización del dólar más alta, pero es un movimiento que está dado básicamente por las fuerzas de mercado. No hubo en estas semanas ninguna intervención excepcional del Banco Central en el mercado de cambios.
RA- Decías que el Banco Central no ha estado interviniendo en el mercado. Sin embargo, ha realizado algunas operaciones de venta en estas últimas semanas. ¿Cómo se debe interpretar esa señal de las autoridades?
FC- Es verdad, yo me refería a que la suba del tipo de cambio no fue motivada por compras de dólares por parte del Banco Central, como sí lo había sido en otros momentos. De hecho, desde mayo el Banco Central no ha hecho compras ni ventas en el mercado spot ni el mercado a futuro.
Hubo algunas ventas de divisas a través de swaps. No viene al caso explicar la mecánica de estos contratos, pero si el Banco Central vende (por el mecanismo que sea) está señalizando que quiere de alguna forma frenar la suba del dólar. Además, al mismo tiempo, la semana pasada el Gobierno anunció otras medidas de tipo impositivo que tienden a estimular el ingreso de divisas al país, lo que apunta en el mismo sentido.
Igualmente, las autoridades han dado señales mixtas en relación a este tema, con manifestaciones recientes del ministro de Economía, Guido Mantega, indicando que no estaban del todo cómodos con el nivel de tipo de cambio y sugiriendo que deseaban un nivel algo más alto.
Con todos estos elementos, si miramos las opiniones de los analistas brasileños, la conclusión parece ser que efectivamente las autoridades estarían dispuestas a tener (o incluso querrían tener) un tipo de cambio más alto, pero que al mismo tiempo no quieren que el aumento se de en forma muy brusca. Por esa la intervención vendedora cuando la escalada se hace más intensa.
RA- Hemos conversado en varias oportunidades que Brasil, en un marco de poco crecimiento, tuvo una política monetaria bastante agresiva en el último año, bajando la tasa Selic en más de 500 puntos básicos desde mediados de 2011. ¿Cómo incide eso en la evolución del dólar? ¿Es razonable pensar que rendimientos menos atractivos determinaron una salida de capitales y por esa vía presionaron sobre el dólar?
FC- Los rendimientos de las inversiones financieras en reales son menos atractivos ahora y eso puede haber promovido cambios en el portafolio de muchos inversores. De todas formas, Brasil tiene estadísticas diarias del movimiento de capitales por motivos financieros y la verdad que allí no hay ningún indicio de salidas masivas, menos aún en estas últimas semanas. De hecho, en noviembre, los datos parciales disponibles, muestran un valor de ingreso neto de divisas alto nuevamente cuando se lo compara con la serie histórica. Que no haya salidas netas de divisas no quiere decir que no haya cambios de portafolio que puedan impactar en el tipo de cambio, pero es un elemento relevante a tener en cuenta. No estamos viendo salidas masivas de capitales de Brasil.
RA- ¿Cuáles son las perspectivas de tipo de cambio para los próximos meses?
FC- Las expectativas del mercado apuntan a que el Banco Central mantendría la tasa Selic en los niveles actuales durante todo 2013 y en la última reunión del COPOM la señal fue en esa dirección, así que por allí no habría grandes novedades.
De todos modos, para nosotros, el gran determinante de la evolución del tipo de cambio va a ser la propia marcha de la actividad económica. Mientras la economía siga creciendo poco, es razonable pensar que no habrá una reversión significativa de los movimientos que vimos en estos últimos días. En otras palabras, la debilidad que todavía tiene la economía brasileña parece justificar un tipo de cambio más alto que el 2,02 o 2,03 que veíamos hace algunas semanas. Por lo tanto, es difícil pensar en una mejora significativa de nuestra competitividad frente a Brasil en los próximos meses.
RA- En ese sentido, el dato de PBI del tercer trimestre fue "decepcionante" según comentaste tú misma hace un rato, ¿verdad?
FC- Sí. Marcó un crecimiento de sólo 0,6% respecto al trimestre inmediato anterior. Fue un dato decepcionante, porque en Brasil además de los datos trimestrales de PBI existe un indicador mensual (también publicado por el Banco Central) que de alguna forma "adelanta" la evolución del PBI (y generalmente con bastante precisión) y ese indicador mensual había mostrado en el promedio de julio-setiembre un crecimiento de 1,2% respecto al trimestre anterior. Por eso, la mayoría de los analistas estaba aguardando que el dato oficial arrojaría una variación más o menos de esa magnitud. El crecimiento de 0,6% en el trimestre que comentaba recién fue finalmente la mitad de lo esperado, de allí lo decepcionante de estas cifras.
RA- Para terminar, ¿qué pronósticos de crecimiento del PBI están manejando?
FC- Para 2012 nuestras estimaciones apuntan a un crecimiento de algo menos de 1,5%. En tanto, para 2013 esperamos una expansión de algo más de 3%, que sin ser muy elevada, es más del doble de la de este año. En ese sentido, esa expectativa de recuperación se basa en los distintos estímulos económicos que dispuso el gobierno en el último año, incluyendo la baja de la tasa Selic que mencionábamos antes, pero también otras medidas tanto macroeconómicas como sectoriales. Sólo por nombrar algunas, recordemos que el gobierno bajó la carga impositiva sobre los salarios de muchos sectores de actividad, bajó impuestos a productos industrializados, lanzó nuevas líneas de crédito subsidiado a través del BNDES, bajó el precio de la energía eléctrica, y podría seguir todavía con varias iniciativas más.
Todo eso se debería ir traduciendo en mejores números de crecimiento en los próximos trimestres. Además, en algún momento debería haber un "acelerador" en todo lo que son las obras de cara al Mundial y los Juegos Olímpicos, que también deberían tener un impacto en el PBI. Pero como decía antes, a nuestro juicio todavía hay señales que imponen cierta cautela y por eso mantenemos un pronóstico más conservador que el que manejan el FMI y muchos analistas en Brasil que está más en el entorno del 4% para el año que viene.
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