La economía uruguaya: balance del 2012 y desafíos para 2013
Análisis del economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8:38 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Estas épocas del año se prestan para hacer balances. Hoy les proponemos entonces repasar los acontecimientos más destacados del 2012 en materia económica, mirando un poco al mundo y también al desempeño de la economía uruguaya. ¿Cuáles son las tendencias más relevantes? ¿Qué perspectivas y riesgos se ven para 2013? En seguida, el diálogo será con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI:
Antes de entrar de lleno en nuestro país, podríamos hacer un repaso rápido de los aspectos más destacables en 2012 a nivel de la economía mundial.
PABLO ROSSELLI:
Me parce bien. En 2012 el centro de atención de los analistas a nivel internacional siguió girando en torno a la situación en Europa, y de hecho buena parte de la volatilidad que se vio a nivel bursátil y en los flujos de capitales respondió precisamente a lo que sucedía en esa parte del mundo. Cómo hemos comentado en detalle en otras oportunidades, si bien es cierto que el Banco Central Europeo se mostró más agresivo en el manejo de la política monetaria y a nivel político se dieron algunos pasos relevantes que apuntan a una mayor unión bancaria (y eso a nuestro juicio es positivo), los problemas de fondo aún no se resolvieron. La Zona del Euro sigue en recesión, los problemas de competitividad siguen golpeando a las economías periféricas, y así es muy difícil que estos países puedan reducir los déficits públicos y bajar sus niveles de endeudamiento. Por eso, nosotros consideramos que Europa va a seguir siendo fuente de incertidumbre y de volatilidad en 2013 y quizás incluso por algunos años más.
RA- Más allá de la crisis europea, ¿qué otros elementos debemos tener en cuenta del marco internacional para pensar en el 2013?
PR- El crecimiento económico moderado en Estados Unidos va a seguir dando sostén a tasas de interés muy bajas por varios años más. Ese es un elemento central del escenario externo, que resulta favorable para las economías emergentes como la nuestra, porque supone financiamiento a bajo costo y alienta el ingreso sostenido de capitales a estos países.
Otro punto clave es la evolución de los precios de los commodities. Más allá de algunas fluctuaciones, durante 2012 volvimos a ver precios de las materias primas en niveles muy elevados. Y, en ese sentido, nosotros pensamos que este ciclo de precios altos de los commodities podría durar algunos años más, porque, si bien las economías asiáticas se desaceleraron durante 2012, van a seguir manteniendo tasas de crecimiento altas, que suponen una demanda firme por alimentos.
En definitiva, y a modo de resumen, el marco internacional presenta todavía algunos riesgos pero también tiene elementos positivos, que pensamos van a seguir jugando a favor de las economías emergentes en 2013.
RA- Bien, con ese panorama internacional de fondo, entonces, te propongo ahora que nos centremos en la economía uruguaya. ¿Cómo fue el desempeño de Uruguay en materia económica en 2012?
PR- Nosotros estamos viendo el 2012 como un año "bisagra" por varios motivos. En primer lugar, es evidente que nuestra economía ha tendido a desacelerarse a lo largo de este último año. Semanas atrás comentábamos que el PBI había crecido 3% anual en el tercer trimestre del 2012 y si nuestros pronósticos para el cuarto trimestre se confirman, vamos a estar cerrando el año con un crecimiento promedio de 4%. Es una tasa de crecimiento que sigue siendo alta cuando la comparamos con el promedio histórico de nuestro país, pero al mismo tiempo deja en evidencia que los años de crecimiento del PBI al 6% o 7% que vimos entre 2005 y 2011 quedaron atrás.
RA- Está claro ese primer punto. ¿Y qué otros elementos hacen a 2012 un "año bisagra", como decías recién?
PR- El otro elemento resaltable del 2012 en materia económica es la profundización de varios desequilibrios macroeconómicos. Hasta el año 2011 veníamos creciendo de forma importante y con desequilibrios en las políticas macro relativamente menores. En 2012 la economía se desaceleró y al mismo tiempo comenzaron a profundizarse algunos desbalances.
RA- ¿A qué desbalances estás haciendo referencia?
PR- Por ejemplo, al deterioro claro que mostraron las cuentas públicas en el transcurso del año. Para poner algunas cifras clave sobre la mesa, en 2012 el gasto público aumentó a un ritmo promedio del orden de 12% en términos reales (es decir, 12% por encima de la inflación), cuando en 2011 esa cifra rondaba el 4%. Es una suba del gasto público realmente muy fuerte, que no guarda relación alguna con el crecimiento de la economía ni con el ritmo de aumento de los ingresos del sector público.
Actualmente, el déficit fiscal está en 3% del PBI cuando a fines de 2011, el desbalance de las cuentas públicas se ubicaba en 1% del PBI. Está claro que en estas cifras también incide el sobre costo de generación de energía eléctrica por la falta de lluvias, pero hay una tendencia en los últimos años de deterioro de los resultados fiscales.
RA- En el transcurso del año, ustedes (y otros analistas también) han manifestado en varias oportunidades la preocupación por la suba fuerte de los salarios. ¿Entienden que ese es otro de los "desequilibrios" que se profundizaron en 2012?
PR- Hace varios años que los salarios vienen aumentando a un ritmo muy fuerte y 2012 no fue la excepción. Al principio había mucho espacio de suba del salario debido a los bajos niveles de partida posteriores a la caída observada durante la crisis. Si los aumentos de salarios no se moderan, podemos tener allí un flanco de vulnerabilidad relevante. Estamos viendo una rigidez salarial importante que podría convertirse en un problema más significativo si la situación a nivel mundial se deteriorara más.
Y junto con las subas de salarios tenemos la problemática inflacionaria. Los aumentos de salarios (que en muchos casos no guardan relación con la evolución de la productividad) y la suba del gasto público que mencionaba antes contribuyen de forma clara a que tengamos una inflación incómodamente alta, y cómo hemos señalado otras veces, la inflación alta no es un fenómeno "nuevo". Si miramos los últimos años, sólo vimos una moderación de la inflación cuando a fines de 2008 y principios de 2009 los precios de los commodities cayeron de forma abrupta con el estallido de la crisis internacional.
RA- ¿Por qué es tan persistente la inflación?
PR- La persistencia de la inflación responde a la inconsistencia de objetivos de las políticas macroeconómicas. En última instancia la inflación persistente es la consecuencia de una política monetaria que ha sido muy expansiva, pero ha sido muy expansiva porque el Gobierno ha buscado un aumento fuerte de la actividad económica, de los salarios y del gasto y porque al mismo tiempo ha buscado que el tipo de cambio no caiga demasiado para cuidar la competitividad. Como todo eso no se puede lograr al mismo tiempo, inevitablemente el Gobierno debió comenzar a resignar algunos de esos objetivos, o dicho de otra forma empieza a asignar prioridades.
RA- ¿Y cuáles han sido los objetivos "resignados"?
PR- Sin dudas, el objetivo de inflación quedó atrás. Hoy el Gobierno parece contentarse con una inflación de entre 7% y 8%. Es claro también que el déficit fiscal fue una de las variables que el Gobierno resignó durante 2012. Y, por último, ante el dilema entre inflación-tipo de cambio, terminamos con una inflación más alta de lo deseado pero también con un tipo de cambio y una competitividad notoriamente más bajos. En particular, tuvimos una pérdida muy significativa de nuestra competitividad con Brasil en los últimos meses, y eso también marca un cambio claro del 2012 frente a los años previos. Hasta 2011 mantuvimos una relación de precios frente a Brasil que tendía a ser favorable a Uruguay. El 2012 en ese sentido también parece ser un año "bisagra", dejamos atrás un período de competitividad buena con Brasil y hoy estamos notoriamente por debajo de la media histórica.
RA- Para terminar, mirando a 2013, ¿Cómo están viendo las perspectivas? Y ¿cuáles son los principales riesgos o desafíos?
PR- En términos generales pensamos que Uruguay va a seguir creciendo en 2013. A nuestro juicio vamos a ver una desaceleración adicional de la actividad económica, pero no se va a reflejar totalmente en la tasa de expansión del PBI (que pensamos va a seguir estando en el entorno del 4%), porque al mismo tiempo vamos a tener una contribución positiva relevante de la prevista recuperación de la generación hidroeléctrica (que en 2012 fue muy mala) y de la apertura de la planta de Montes del Plata.
Ahora, en ese marco, con una economía que se desacelera, vemos con preocupación el deterioro de los equilibrios macroeconómicos, que podemos resumir en una inflación relativamente alta, en una baja competitividad con Brasil y en resultados fiscales muy pobres en relación al crecimiento económico acumulado en los últimos años. Ese deterioro de los equilibrios macroeconómicos puede terminar afectando la capacidad de respuesta de la economía a un deterioro del marco externo y plantea también alguna duda sobre la sostenibilidad de este crecimiento a mediano plazo.
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