La afluencia de depósitos se debe al cepo cambiario en la vecina orilla, que de todas formas está provocando en Uruguay un turismo "sin clase media y con menos gasto". 

Las medidas cambiarias que rigen desde mediados del año pasado en Argentina tienen su cara y su cruz para Uruguay. 

Mientras el sistema financiero nacional reforzó su tradicional condición de refugio para los ciudadanos del vecino país, el turismo es el que paga los efectos. Hay menos visitantes y los empresarios turísticos temen una segunda quincena de enero aún más difícil. 

Viajes más cortos, ausencia de la clase media, salvo los fines de semana, y clientes de mayor poder adquisitivo pero que pagan con tarjeta de crédito.

Estos son algunos de los efectos comprobados en un relevamiento hecho en Punta del Este por parte del diario porteño Perfil. 

Consultado, el presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este, Oscar Milar, dijo que el inicio de temporada no ha sido malo "aunque tenemos dudas e incertidumbres sobre qué pasará después del 15 de enero". 

Señaló que "hay un público de alto poder adquisitivo, pero que también se cuida mucho de los precios", y solo gasta en locales con terminales electrónicas para aprovechar los beneficios tributarios dispuestos en Uruguay.

En paralelo a esta situación, el sistema bancario nacional cerró 2012 con US$ 2750 millones de depósitos de no residentes, cuyo 75% corresponde a argentinos. Esto representa una suba de US$ 400 millones, es decir 16% más que en el año anterior.

Según fuentes del Banco Central (BCU) consultadas por Perfil, el incremento fuerte de colocación en dólares se profundizó a partir del segundo semestre de 2012, en paralelo a los controles bancarios. 

Por estos días el movimiento continúa. "Con motivo del verano, muchas personas aprovechan para pasar unos días y depositar dinero en los bancos", aseguró la fuente.
 
Los depósitos de no residentes representan el 10% del total del sistema uruguayo.