Entrevistas

En su día, exportadores siguen reclamando devaluación

Tesorero de la gremial, Edmundo Macchi: Es de esperar que se alcance el récord histórico de 1998, pero la inflación en dólares es indiscutible, surge de la información oficial del propio Banco Central. Si alguien quiere negar la pérdida de competitividad no podemos hacer nada, pero cuando concretamos una venta esperábamos recibir $30 por dólar, y en cambio recibimos $28.

(Emitido a las 07.36)

EMILIANO COTELO:
El Día del Exportador, celebrado ayer, dio pie a la divulgación de números, una serie de anuncios, y también reclamos.

En primer lugar, el ministro de Economía y Finanzas, Isaac Alfie, había anticipado que Uruguay exportará este año, entre bienes y servicios, unos U$S 960 millones de dólares más que en 2003. El año pasado, las exportaciones de bienes habían totalizado U$S 2.200 millones. A partir de este anuncio de Alfie, 2004 sería un año récord en materia de ventas al exterior. Creo recordar que el récord histórico es de 1998, cuando las colocaciones llegaron a casi U$S 2.800 millones.

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Para tratar de aterrizar estos números, vamos a consultar al tesorero de la Unión de Exportadores, Edmundo Macchi. Usted escuchó ese anticipo que hizo ayer el ministro. ¿Lo comparte?

EDMUNDO MACCHI:
Digamos que, en parte, sí. Las cifras que usted dio son las correctas: 1998 fue el récord de exportaciones, con casi U$S 2.800 millones; el año pasado 2.200 millones, hablando de exportaciones de bienes; no tengo las cifras de servicios. La circunstancia de que en este momento estemos exportando en cifras importantes nos hace pensar que quizá podamos llegar a cifras que estén en el entorno de las de 1998, o quizá superarlas: podríamos andar en unos 600 millones de aumento respecto al año pasado, y quedaría un margen de 300 millones para servicios (no es descabellado de ninguna manera pensarlo, en virtud del aumento que ha tenido fundamentalmente uno de los componentes de la exportación de servicios, como es el turismo).

EC - Pasando en limpio, entonces, el año pasado exportamos bienes por U$S 2.200 millones, ...

EM - Exactamente.

EC - ...y este año se estarían agregando exportaciones de bienes por U$S 600 millones.

EM - Aproximadamente. Si continúa la tendencia y los porcentajes de aumento que tenemos respecto al año pasado, no es descabellado pensar en una exportación de bienes en el orden de los 2.800 millones.

EC - Que sería un número equivalente al del año récord que registra la historia uruguaya, 1998.

EM - Así es.

EC - Los números que están confirmados son los que corresponden a los ocho primeros meses de este año.

EM - Sí, con una pequeña aclaración: estamos trabajando con las cifras de denuncias de exportación, no con los números que luego son ajustados por la realidad. Son las solicitudes de exportación, y en esos números estamos en 28% de crecimiento respecto a los mismos ocho meses del año pasado. Y eso es lo que, si se traslada al resto del año, si se logra mantener ese crecimiento de 28% sobre los 2.200 millones del año pasado, estamos prácticamente en los 2.800 millones de los que hablamos.

EC - ¿Cómo evalúa usted esta coyuntura?

EM - En este momento, sin duda es positiva, es favorable. Este incremento de exportaciones -que responde a muchos elementos, no sólo a uno- nos viene siendo atacado, venimos alertando sobre el problema de la baja del tipo de cambio, sobre lo que podemos llamar inflación en dólares, de la cual resulta que en nuestro país los precios en dólares siguen aumentando. Es el eterno problema, la eterna discusión que tenemos ya desde hace muchísimos años; le diría que esto viene de mediados o principios de los 90, cuando comenzó ese proceso de inflación en dólares, atraso cambiario, o el nombre y la etiqueta que usted quiera ponerle. Esa es la realidad: el tipo de cambio en este momento ha aflojado (basta ver las cotizaciones que ustedes dan diariamente) para darse cuenta de que eso es así. La consecuencia de eso es que, por cada dólar que recibimos los exportadores, cada vez recibimos menos pesos y eso atenta contra las exportaciones, se lo acepte o no, se lo niegue o no: es negar la realidad, y en eso estamos.

EC - Es el debate que empieza a instalarse con fuerza en nuestro país, porque desde el gobierno se recalca que el tipo de cambio no es el único factor que incide en la competitividad, y que en los últimos meses (y aparentemente en los próximos) existen otros elementos que están favoreciendo de manera notoria la posibilidad de Uruguay de competir en el exterior.

EM - Coincidimos en la primera parte: el tipo de cambio no es el único elemento que define la competitividad. Pero sin ninguna duda son elementos totalmente relativos: si el tipo de cambio en Uruguay baja, y baja en la región y en el resto del mundo, evidentemente quien baje más va a estar en peores condiciones. Eso es lo que nos está ocurriendo a nosotros: el propio Banco Central está publicando unos índices de los que surge que estamos perdiendo competitividad mes a mes. Contra eso... Esa es la realidad y, como le decía, si se la desconoce no tenemos forma de pelearla.

EC - Un colega suyo, Carlos Arrillaga, integrante del directorio de Conaprole, hizo algunas declaraciones que recoge hoy el diario El Observador: "Somos competitivos a pesar de que estamos perdiendo porque el dólar está muy estancado y han aumentado mucho los costos de producción, como fertilizantes y combustibles. El dólar debería ubicarse por encima de $30 para acompañar la curva de crecimiento de las exportaciones, y que el sector siga sintiendo la bonanza de unos meses atrás". ¿Comparte ese número, $30 es lo que está en la cabeza de ustedes?

EM - No tenemos un número fijo, porque eso depende de cada una de las distintas ramas de la economía. En la medida en que algún área de la economía pueda tener por alguna razón algún elemento más favorable, puede ser un poquito por arriba o por debajo de $30. Pero hagamos un cálculo en el aire, trabajando siempre con grandes números: el cálculo establece que hay un 8% de inflación en dólares, es decir que si está en $28,20 como está ahora, debería estar por encima de los $30; en eso coincidimos. Pero repito: no es que esa sea necesariamente la cifra que necesita toda la economía uruguaya: puede haber diferencias entre sus distintas ramas. De cualquier manera, parece un número que se acerca mucho a la realidad.

EC - Ayer, el dólar volvió a bajar: el interbancario fondo quedó en $28,20 en la compra, y 28,25 en la venta, casi $2 por debajo de esos 30 que ustedes mencionaban.

EM - Exactamente: prácticamente es ese 8% de inflación en dólares del que le hablaba, esa pérdida de competitividad o esa diferencia entre la devaluación del dólar y el Indice de Precios al Consumo.

EC - ¿Qué medidas habría que adoptar desde el gobierno para corregir este panorama?

EM - Evidentemente, el gobierno debe atender un conjunto de políticas. Probablemente algo que está incidiendo en esta baja del dólar es la poca disponibilidad de pesos, que hace que en definitiva no haya demanda [de moneda extranjera]. Por otro lado, y lo tenemos que aceptar también, el hecho de que estén entrando dólares de la forma en que lo están haciendo en función de estas mayores exportaciones de bienes y servicios hace que haya una oferta de dólares mayor a la que puede necesitarse.

Pero la política monetaria también está incidiendo: hay escasez de pesos en la plaza, y eso hace que la gente en definitiva no tenga posibilidad de comprar dólares. Por otro lado está el hecho de que las colocaciones que está haciendo el Banco Central por medio de bonos y letras de Tesorería en pesos den unas tasas que resultan más atractivas que trabajar con dólares. Son los elementos que habría que ajustas un poco...

EC - Cambios en la política monetaria.

EM - Probablemente algún pequeño afloje en la política monetaria y en las tasas de interés que se está pagando por estas colocaciones que hace el Estado.

EC - El presidente Batlle ratificó ayer el régimen de devolución de impuestos al sector exportador, que se prorrogará hasta junio de 2005...

EM - Hasta mediados del año que viene, esperando que el nuevo gobierno tome después las medidas que considere oportuno.

EC - Pareció ser un atajarse ante los reclamos, una medida que se anuncia para llevar algo de tranquilidad ante este tipo de inquietudes que usted está manifestando.

EM - Sin duda que se necesita. Lo que siempre se ha hablado, no sólo a nivel de los exportadores: reglas de juego que sean permanentes, reales, que se pueda basar en ellas con seguridad y tranquilidad a efectos de hacer los negocios. Los negocios de exportación no se realizan de un día para el otro; lleva tiempo concertarlos, elaborarlos, exportar y que llegue al país de destino, y luego cobrarlos. Todo eso lleva meses; como mínimo 60 o 90 días desde que se concierta una exportación hasta que usted cobra la divisa. Si en esos 60 a 90 días pasa lo que ahora, que cuando hicimos los cálculos pensamos que íbamos a cobrar $30 por dólar y estamos cobrando $28,20, evidentemente hay una pérdida.

Reitero: esa es la realidad y no podemos hacer nada si alguien quiere negarla y se da la cabeza contra la pared.

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EC - Decíamos que en comparación con el año pasado las exportaciones han tenido un incremento de 28% en comparación con el mismo período del año pasado. Un panorama que no sólo conviene examinar en cuanto a números, sino a otras características, por ejemplo en cuanto a los destinos: ha cambiado el espectro de destino de las exportaciones uruguayas.

EM - Afortunadamente; ha cambiado para bien. En 1998, el Mercosur (Brasil y Argentina, porque el Paraguay era muy poco) significaba el 55% de las exportaciones uruguayas. Teníamos aquella dependencia del Mercosur, o Brasildependencia que, cuando en 1999 vino la devaluación en Brasil, fue el inicio de todas las situaciones desgraciadas que vivimos en los últimos cuatro o cinco años. En este momento, Brasil y Argentina significan un 25% del total de exportaciones, casi un 20% es Estados Unidos... Esto, si bien es bueno, también hay que alertar respecto a este destino: a Estados Unidos, la casi totalidad es carne y cualquier problema que pudiera haber nos puede traer alguna complicación; ahí hay que prender una luz amarilla. Cualquier dificultad traería consecuencias para la industria frigorífica, y habría que salir inmediatamente a buscar otros destinos para la colocación de sus productos.

Debemos tratar de que el universo de países a los cuales exportamos sea cada vez más amplio, más abierto, y no como lo tenemos en este momento, concentrado en dos o tres países: 25% al Mercosur, casi 20% a Estados Unidos, en tres países tenemos 44 a 45% de nuestras exportaciones. Y sin embargo, mejoró sensiblemente respecto a lo que teníamos en 1998 y hay que seguir insistiendo, transitando este camino de abrir a distintos países. Lo está haciendo la industria frigorífica, sin ninguna duda: creo que está en 18 o 20 mercados distintos, pero con una concentración muy importante en Estados Unidos.

EC - ¿Cómo se hace: qué medidas se puede desarrollar por el gobierno, por los privados, para continuar diversificando los mercados?

EM - Continuar esta senda que se viene desarrollando en los últimos años, en el sentido de ir tratando de ganar nuevos mercados.

EC - Pero ¿de qué manera? Algún ejemplo de lo que se puede hacer y no se ha hecho, o no se ha hecho con suficiente insistencia.

EM - Digo que, del camino transitado hasta ahora, lo que se ha recorrido ha sido muy, muy interesante. Simplemente, insistir sobre eso, de manera que sólo un país no nos lleve el 20% de las exportaciones, ver si se puede bajar lo que se destina a ese país dirigiendo las exportaciones hacia otros que también son compradores nuestros, compradores importantes. Eso se está haciendo, lo está haciendo la industria frigorífica en forma muy interesante; llega a decenas de países, y hay que insistir en ese camino.

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EC - A propósito de estos reclamos de medidas que los exportadores hacen al gobierno para que el dólar cueste más caro, me llamó la atención una frase del discurso del presidente de la Unión de Exportadores, Daniel Soloducho: "Una de las pruebas del liderazgo es la habilidad de reconocer un problema antes de que se convierta en una emergencia". Una advertencia bastante filosa que lanzó, supongo, al presidente de la República. Queda saber en qué medida esto reaviva o no las tensiones que caracterizaron el vínculo entre Batlle y Soloducho.

Y, en contraposición al reclamo de los exportadores, un oyente (Julio, que nos llama por teléfono desde el Cordón) dice: "Por cada peso menos que vale el dólar, hay 500 mil uruguayos que pagan menos a los bancos u otros acreedores.".

JOEL ROSENBERG:
Sí, sí. Es la vieja contradicción. Y en la otra punta del negocio también hay importadores que se están beneficiando.

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Transcripción y edición: Jorge García Ramón