La inflación de febrero se ubicó en 0,99%, llevando el registro anual a 8,89%. Análisis y perspectivas
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8:33 Hs.)
EMILIANO COTELO:
La inflación se mantuvo firme en el mes de febrero, acercándose al 12% en los últimos 12 meses. Concretamente, según los datos divulgados ayer por el Instituto Nacional de Estadística, el Índice de Precios del Consumo aumentó en el segundo mes del año 0,99% y, de esa manera, acumuló una suba de 8,89% en los últimos 12 meses.
Estas cifras siguen poniendo a la inflación en el centro del debate económico y por eso parece relevante examinarlas en más detalle. Estamos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
¿Cómo vieron ustedes el dato de inflación de febrero? ¿Estuvo en el orden de lo que esperaban?
FLORENCIA CARRIQUIRY:
Sí, el dato estuvo en línea con lo esperado. De hecho, nuestra estimación era sólo levemente menor (de 0,9%) y la mediana de la encuesta de expectativas del Banco Central apuntaba a una inflación de 1% en el mes, por lo que podemos decir que al menos en lo que es el registro del mes no hubo sorpresas.
Con este registro, como tú decías, la inflación anual volvió a subir, se ubicó en casi 8,9%, y sigue confirmando la persistencia de presiones inflacionarias. De hecho, si bien en el mes incidió de forma relevante el ajuste de las tarifas de agua y de electricidad que se ajustaron el 1° de febrero y la suba de los precios de las verduras que aumentaron 4,7% en promedio y fueron sólo parcialmente compensadas por un baja en los precios de las frutas, nuestra estimación de inflación subyacente, que procura reflejar la evolución de los precios al consumo dejando de lado lo que sucede con frutas y verduras y con precios administrados para quedarse con una mejor señal de lo que está pasando con las presiones inflacionarias, fue de 0,8% en el mes. Y, de esa manera, en la medición anual la inflación subyacente alcanzó a 8,4%. Subió una décima respecto a enero.
EC - Más allá de los ajustes de tarifas y los aumentos de los precios de las verduras que recién mencionabas, ¿cómo fue la evolución de los precios a nivel de los principales componentes del IPC?
FC - A nivel de componentes, en el mes de febrero sobresalió un aumento bien importante de los precios de los bienes y servicios no transables. Como hemos explicado otras veces, son todos aquellos que no se comercian internacionalmente y cuyos precios se fijan por tanto en función del juego de oferta-demanda a nivel local.
EC Esos precios aumentaron fuertemente.
FC Sí, la inflación no transable, que venía cediendo en meses previos, volvió a acelerarse en febrero con un registro de 1,3% en el mes. De ese modo, en los últimos 12 meses los precios no transables aumentaron 9,5%, lo que marcó un aumento de 4 décimas frente al registro de doce meses a enero y vuelve a reforzar la persistencia de presiones inflacionarias firmes a nivel doméstico.
De hecho, en el mes de febrero, puntualmente, los bienes y servicios no transables explicaron 5 décimas de la inflación del mes. Es decir, la mitad de la inflación del mes se explicó por el aumento visto en este componente.
EC - Dentro de lo que llaman los bienes y servicios no transables, ¿Cuáles fueron los rubros que tuvieron una incidencia mayor en febrero?
FC - La verdad es que las subas fueron bastante generalizadas, pero sobresalió el aumento a nivel de la enseñanza. En concreto, la enseñanza primaria y preescolar aumentó 5,6%, mientras que la enseñanza secundaria aumentó 5,7%. Luego, entre los rubros de mayor peso, también subió el servicio doméstico (2,4% en el mes), los gastos comunes (aumentaron 3,6%), las aguas y los refrescos embotellados (con un incremento de 2%) y las comidas fuera del hogar, que subieron 0,7%.
EC - ¿Y qué sucedió a nivel de otros rubros relevantes de la canasta, como los alimentos y las bebidas, por ejemplo? Te lo pregunto porque muchos oyentes cuando hacemos estos análisis tienen como referencia la inflación del "supermercado", la que refleja sobre todo lo que pasa con estos rubros, una inflación que no siempre coincide con lo que marca el IPC general.
FC - Si miramos los alimentos en general y dejamos de lado frutas y verduras, que como dijimos tuvieron una suba importante debido a la suba de las verduras en particular, la inflación en alimentos y bebidas fue de 0,6% en febrero y explicó unas 13 décimas del registro mensual. Con lo cual, no hubo una incidencia tan relevante de este componente en el mes de febrero, como sí supimos ver en meses o en años anteriores. De esa manera, en los últimos doce meses la inflación a nivel de alimentos y bebidas se mantuvo en 9%, bien en línea con lo que marca el IPC general.
De todas maneras, en febrero dentro de los alimentos y bebidas hubo algunos comportamientos diferentes.
EC - ¿Por ejemplo?
FC - Por ejemplo, dentro de los productos que subieron más están los panificados, que aumentaron 1% en el mes (en un marco de encarecimiento del trigo en la región, por las malas cosechas que tuvimos tanto en Uruguay como en los países vecinos); los huevos también, que tuvieron un incremento de más de 5% en febrero; las bebidas alcohólicas, con una suba de 1,3% y los lácteos con un aumento en torno de 0,7% en promedio. En cambio, las carnes tuvieron un baja leve en promedio, algo menor a 0,1%, derivado del descenso de precios a nivel de la carne vacuna y ovina, porque de hecho la carne aviar y la de cerdo subieron levemente.
EC- Con estos datos sobre la mesa, ¿cómo quedan las proyecciones de inflación para estos próximos meses? ¿Hay riesgo de que la inflación llegue al 10%?
FC - Estamos revisando nuestras proyecciones, pero tendemos a pensar que, sin sorpresas desde el frente externo a nivel de alimentos, difícilmente veamos a la inflación llegar al 10%. De hecho, en términos gruesos nuestras estimaciones apuntan a una baja moderada de la inflación en los próximos meses, porque la inflación en marzo-abril de 2012 había sido muy alta, en un marco de incrementos fuertes de los precios de los alimentos, que, en principio, no esperamos que se repitan este año. De todas maneras, en un contexto de presiones inflacionarias firmes a nivel doméstico, esperamos que la inflación total se mantenga en torno de 8% en buena parte del año. Incluso podría estar bastante por encima de 8% durante el invierno si no se repite el programa de bonificación de UTE del invierno pasado. Ahora, para el cierre 2013 seguimos pensando en una inflación que se ubicaría entre 7,5% y 8%, asumiendo allí sí que se repite el programa UTE Premia de diciembre. De lo contrario, veríamos un registro de diciembre alto que llevaría la inflación de este año por encima de 8%.
En definitiva, en cualquier caso la inflación va a estar este año nuevamente muy por encima del rango objetivo del Banco Central, que tiene un tope de 6%.
EC - Entonces, con ese panorama, ¿qué podemos esperar de la próxima reunión del Comité de Política Monetaria del Banco Central este mes?
FC - Siempre es difícil pronosticar decisiones de política, pero a nuestro juicio, si se desea efectivamente lograr una moderación significativa de la inflación, deberíamos ver una nueva suba de la Tasa de Política Monetaria por parte del Banco Central.
Y, junto con ella, como venimos insistiendo desde hace algún tiempo, deberíamos ver también señales de moderación del gasto público y de los ajustes de salarios, promoviéndose además la desindexación de los salarios, que hoy le pone mucha inercia a la inflación. Ese cambio en la combinación de políticas a nuestro juicio es clave para lograr una moderación efectiva de la inflación y para amortiguar, aunque sea parcialmente, el costo de competitividad que implica un mayor endurecimiento monetario, algo que tiende a reforzar las presiones de apreciación de la moneda.
Sin esta moderación fiscal y salarial, vamos a seguir viendo una intensificación de la tensión existente entre inflación y tipo de cambio y, al mismo tiempo, va a ser cada vez más importante la profundización de algunos de los desequilibrios macroeconómicos que empezaron a hacerse más claros en 2012.
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