Los datos del mercado de trabajo mostraron un deterioro fuerte en enero. ¿Cómo hay que interpretar las nuevas cifras?
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.35 Hs.)
EMILIANO COTELO:
El martes el Instituto Nacional de Estadísticas divulgó los datos del mercado de trabajo correspondientes a enero. Según la nueva información, el desempleo en el total del país subió de 5,5% en diciembre a 6,7% en enero, marcando el nivel más alto en varios meses.
¿Qué factores están detrás de ese aumento? ¿Qué debemos esperar para los próximos meses? Vamos a examinarlo con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
Llama la atención un aumento de más de un punto porcentual en el desempleo en un solo mes. ¿Cómo lo interpretan ustedes?
TAMARA SCHANDY (TS):
Efectivamente es un dato que llama la atención. Estamos frente a un aumento importante, incluso teniendo en cuenta que en general diciembre suele ser un mes "bueno" en las cifras del mercado de trabajo y que en enero solemos ver cierto aflojamiento.
Decir que el desempleo subió de 5,5% a 6,7% supone que el número de desocupados se incrementó en unas 14.000 personas, lo cual es un cambio fuerte para un solo mes.
Además, cuando miramos a su vez las razones por las cuales se habría dado ese aumento, los datos del comunicado del INE parecen sugerir que el incremento del desempleo no se dio porque más personas buscaran trabajo sino porque efectivamente se redujo el número de empleos, el número de puestos de trabajo.
EC - ¿Les sorprendió el dato de empleo, entonces?
TS - Sí. La tasa de empleo bajó a 58% de la población en edad de trabajar. Es un nivel sumamente bajo para lo que han sido los parámetros de los últimos años. De hecho es un número que no veíamos desde 2010 y que supondría que en enero de 2013 había unos 100 o 110 mil empleos menos que en diciembre y unos 35.000 puestos de trabajo menos que en enero del año pasado.
Dicho todo eso también nos parece importante marcar que estos datos surgen de una encuesta y que la volatilidad de los resultados de un mes a otro es importante. De hecho, el año pasado vimos fluctuaciones mensuales relativamente importantes en la tasa de empleo y en la tasa de desempleo, así que tenemos que tener cuidado de no sobre-estimar los números de enero. Es posible que al menos una parte del descenso del empleo y del aumento del desempleo pueda revertirse cuando salga la encuesta de febrero.
EC - ¿Cómo vieron a su vez las diferencias entre los datos de Montevideo y el Interior? Las tendencias parecen bastante más marcadas en Montevideo.
TS - Es verdad. En Montevideo la tasa de desempleo de hecho superó el 7%. Fue 7,3% en enero cuando en diciembre había sido de 5,8%. En Montevideo el cambio en la tasa de empleo también fue más drástico, de 65% a 58,5%. En el interior el empleo también cayó pero menos: de 60% a 57,5%. Nuevamente aquí podemos tener algún tema de la muestra este mes, pero también cabe marcar que los datos de noviembre y diciembre de Montevideo habían sido particularmente buenos. La tasa de empleo marcó en diciembre 65%, que era un récord histórico y que estaba bastante lejos de lo que había sido el promedio del resto del año, de 63%.
EC - ¿Por qué marcás eso, entonces?
TS - Con esto quiero decir que no nos tiene que sorprender que haya caído desde ese 65%, aunque el 58% que finalmente marcó el dato parece haber sido quizás demasiado bajo.
EC - Otra pregunta: ¿cómo miran estos datos en la perspectiva de una economía que parece estar desacelerándose? ¿Hay que esperar nuevos aumentos del desempleo en los próximos meses?
TS - El empleo es una variable que claramente vamos a tener que monitorear de cerca en los próximos meses, sobre todo si se consolida un escenario de menor crecimiento como estamos esperando.
Hasta el momento las señales no son del todo contundentes. Como decía antes, hay mucha volatilidad mensual en las cifras, aunque es claro que cuando uno mira una perspectiva larga el mercado de trabajo está perdiendo dinamismo.
La tasa de empleo sigue siendo alta y el desempleo sigue siendo bajo, pero el empleo en el mejor de los casos ha tendido a estabilizarse y en algunos meses como este que estamos comentando incluso muestra alguna señal de retroceso.
Con el incremento que están teniendo los salarios y con el menor crecimiento que puede preverse para la actividad de las empresas, hay ciertamente un riesgo de que se afloje.
Más allá del dato de empleo en sí, también vamos a tener que prestar atención a lo que vaya sucediendo con otros indicadores secundarios que también nos pueden anticipar señales, como qué pasa con la cantidad de personas que están trabajando en un empleo no formal o si hay personas que declaran que si bien están empleadas quisieran estar trabajando más y no encuentran.
EC - ¿Allí qué tipo de señales se ven?
TS Todavía no se ven señales demasiado contundentes. La verdad es que en esas dimensiones hemos tenido cambios importantes e incluso en 2012, que, como decía antes, fue un año en el cual el empleo en su conjunto se estancó, seguimos viendo mejoras.
La informalidad en 2012 siguió bajando. En total, entre 2005 y 2012 la proporción de empleados sin cobertura de seguridad social bajó en doce puntos porcentuales, de 39% del total de los empleados a 26,5%, es una reducción significativa. Al mismo tiempo, el porcentaje de personas que se considera "subempleados" (o sea que tienen empleo pero que trabajan efectivamente menos de lo que quisieran) también cayó en unos 10 puntos porcentuales.
EC - ¿Qué sucede con las cifras por sexo o por tramos de edad? ¿En esos cortes se recoge alguna señal diferente?
TS - El contexto de crecimiento de los últimos años no fue ajeno a nadie y el desempleo entre los jóvenes y las mujeres, que son tradicionalmente los grupos con más incidencia de la desocupación, cayó mucho. De todos modos, en esas dimensiones todavía persisten diferencias grandes. Por ejemplo, la desocupación en las mujeres sigue siendo prácticamente el doble que en los hombres en todos los tramos etarios. Cuando uno abre las tasas de desempleo por edad, se ve que el descenso del desempleo fue generalizado pero más intenso entre los mayores de 25 años, mientras que sigue habiendo cierta rigidez en el empleo de los más jóvenes. En ese tramo el desempleo también cayó mucho, pero el año pasado fue en promedio 18%, cuando en los mayores de 25% fue 3,9%.
Esta es otra dimensión en la que podemos ver algunas señales incipientes de cambios en el mercado laboral y que vamos a tener que seguir monitoreando en los próximos meses.
En síntesis, hay varias cosas que nos hacen pensar que el dato de enero fue un poco anómalo y que parte del deterioro que vimos en el mes podría revertirse con las próximas mediciones. Pero eso no quita que las perspectivas y los riesgos que están planteados para la economía uruguaya este año nos hacen ser bastante cautos en relación a las perspectivas para el mercado de trabajo este año. Sin pensar en un escenario crítico, ni mucho menos, la verdad es que no deberíamos sorprendernos si en el transcurso del año se consolidan niveles de empleo algo más bajos y también una tasa de desocupación un poco más alta que la que vimos en el promedio de 2012.
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EC En el comienzo de la intervención tú decías que les había llamado lo que mostró el informe del INE del mes de enero con respecto al empleo, la tasa de empleo bajó a 58% de la población en edad de trabajar, un nivel sumamente bajo. Un oyente, Wilson, dice: "No entiendo qué es eso de la tasa de empleo".
TS La tasa de empleo mide la proporción de personas que tienen un empleo en relación a la población que está en edad de trabajar, o sea los mayores de 14 años. Es esa relación entre lo dos grupos de personas.
La otra definición importante en el mercado de trabajo es la tasa de desempleo, que mide la relación entre las personas que no tienen un empleo pero que están buscándolo. Para ser desempleado uno tiene que tener esa doble condición. Eso se compara con la población económicamente activa: el conjunto de personas que participan en el mercado de trabajo, ya sea porque está empleado o porque está buscando un trabajo.
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