En Argentina el dólar "blue" sigue subiendo y tocó un máximo de $ 8,75. ¿Qué impactos puede tener esta situación en Uruguay?
Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 7.49 Hs.)
EMILIANO COTELO:
El miércoles el dólar "blue" mostró una suba fuerte, alcanzando a 8,75 pesos argentinos. Si bien ayer se produjo una baja apreciable hasta 8,40 pesos, la brecha frente al dólar oficial, que cotiza en 5,11 pesos, supera el 60% y despierta un nerviosismo cada vez mayor en el país vecino.
De este lado de la río, la situación cambiaria en Argentina también ha generado repercusiones, en la medida en que supone un encarecimiento importante de nuestro país para el turista argentino y, como contracara, implica que Argentina se esté abaratando de forma notoria para los uruguayos. Sobre este tema conversamos con Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI:
Pablo, para empezar, ¿qué pasa realmente en Argentina? ¿Por qué el dólar "blue" casi que no para de subir?
PABLO ROSSELLI:
El problema de fondo está en el gasto público, que ha crecido hasta niveles insosteniblemente altos. El Gobierno no puede cobrar suficientes impuestos para pagar ese gasto y entonces para financiar ese gasto recurre en forma creciente a la emisión monetaria. La cantidad de dinero crece a un ritmo del orden de 40% anual. Eso tiene dos consecuencias: por un lado, se generan condiciones para una inflación paulatinamente más alta, desde niveles que actualmente rondan el 25% anual; por otro lado, el dólar también tiende a subir porque los agentes quieren comprar dólares para protegerse de la inflación.
Ahora, como el Gobierno ha establecido una enorme cantidad de restricciones a la compra de dólares por parte del sector privado, se produjo el desdoblamiento cambiario que todos conocemos. El dólar oficial, al que cada vez es más difícil acceder, subió en los últimos doce meses un 15% (bastante menos que la inflación). Así, el Gobierno frena la suba del dólar oficial pero como las expectativas de los agentes tienen bien presente que la expansión monetaria seguirá generando una inflación en alza, el dólar paralelo o dólar "blue" tiende a subir.
Hasta cierto punto el Gobierno puede frenar con controles la suba del dólar oficial pero no puede detener la suba del dólar "blue". Mientras no se ataquen las causas de fondo (que son el exceso de gasto público y la expansión monetaria) el dólar "blue" tiende a mostrar una tendencia alcista, que de hecho se acentúa cada vez que el Gobierno refuerza los controles cambiarios. La suba del miércoles vino después de que se anunciara un aumento de la retención que se aplica sobre los gastos en dólares que los argentinos realizan con tarjeta de crédito en el exterior, que se llevó de 15% a 20% y con el recargo a las compras de paquetes turísticos.
RA - Ayer en la prensa argentina se señalaba que en el Gobierno se estarían evaluando varias medidas para intentar combatir esta escalada del dólar "blue", entre ellas alguna poco ortodoxa, como la presión que aparentemente ejerció el secretario de comercio, Guillermo Moreno, con los operadores cambiarios. ¿Qué alternativas tiene el Gobierno argentino ante esta situación?
PR Ese es un buen ejemplo de un ataque al síntoma sin combatir las causas y que solo puede tener efectos a corto plazo. Ni que hablar el aseverar que se van a contralor más las cuevas, o el abrir más las importaciones para tratar de combatir la expansión. Son todas medidas que no funcionan.
Si el Gobierno mantiene la política fiscal expansiva, sobre lo cual no hay dudas que seguirá siendo así, las alternativas de política que se le presentan son relativamente pocas y los resultados van a ser pobres. Una de las que más se menciona es acelerar el ritmo devaluatorio del tipo de cambio oficial para intentar reducir la brecha, pero esto no corrige los temas de fondo y además tendría impactos en la inflación, que tendería a acelerarse.
La otra alternativa, que también se maneja desde hace algún tiempo en algunos círculos del entorno presidencial en Argentina, es que se avance hacia un régimen más explícito de desdoblamiento cambiario. Por ejemplo, podría establecerse un tipo de cambio comercial, en un valor similar al dólar oficial de hoy; un tipo de cambio diferenciado para los turistas, que de hecho comienza a existir con estos recargos a las compras con tarjetas de crédito y a las compras de pasajes y eventualmente un tipo de cambio financiero que quede más libre. Argentina supo tener en el pasado esquemas de este tipo, pero también generan numerosas distorsiones.
Desde la perspectiva de Uruguay parece claro que tenemos que pensar en un entorno desfavorable para nosotros, con problemas de competitividad frente a Argentina que no sólo no se van a solucionar en el corto plazo sino que inclusive tenderán a acentuarse.
EC - Yendo a eso, Pablo, con estos niveles de dólar "blue", Uruguay está muy caro para los argentinos y Argentina es un destino cada vez más barato para los uruguayos. Eso supongo se va a sentir en esta Semana de Turismo que empieza y seguramente ya se está sintiendo también en las zonas del litoral que están cerca de la frontera, donde la posibilidad de consumir del otro lado está muy a mano, en Fray Bentos, en Paysandú, en Salto. ¿Cómo están viendo ustedes esta situación?
PR - Sin dudas con un dólar "blue" en estos niveles nuestra competitividad frente a Argentina queda en valores extraordinariamente bajos. Según nuestras estimaciones, tenemos los peores niveles de competitividad desde mediados de 2002. La situación no es comparablemente igual de grave porque en 2002 Argentina vivía una enorme crisis, pero está claro que estos niveles de competitividad desestimulan la llegada de turistas argentinos a nuestro país y alientan el gasto de los uruguayos en el país vecino. Esa es una situación con la que vamos a tener que convivir en adelante.
EC - Ahora, ¿es el dólar "blue" la referencia que debe tener el turista uruguayo que viaja a Argentina? Te lo pregunto porque en Uruguay el tipo de cambio que se obtiene deja un valor del dólar menor. ¿Es así?
PR - Es relevante la pregunta. Si un uruguayo opta por viajar con dólares y compra los pesos en el mercado negro argentino, los realiza al valor "blue". Si se quiere adquirir los pesos argentinos en Uruguay, hoy por hoy los cambios están pasando una cotización de entre 2,5 y 3 pesos uruguayos por cada peso argentino. Eso equivale a decir que en los cambios de Uruguay el dólar es tomado a un precio de entre 6,3 y 7,5 pesos argentinos. Ese valor es claramente menor al valor del "blue" pero sigue significando una relación de precios muy favorable para Argentina.
En cualquier caso, la tendencia es clara: Argentina se está abaratando en dólares.
RA - ¿Qué impactos puede tener todo esto en nuestro país? ¿El consumo interno puede verse afectado por el hecho de que cada vez más uruguayos se vayan a consumir del otro lado del río?
PR - Argentina siempre ha sido el principal destino turístico de los uruguayos. En los últimos años, del total de viajes que los uruguayos realizaron al exterior más de 75% tuvo a Argentina como destino. Por otro lado, en 2012 los uruguayos gastamos en viajes al exterior unos 900 millones de dólares. Esta cifra viene subiendo mucho en los últimos años, porque en Uruguay el dólar está barato y los ingresos son altos, y está en niveles récord desde una perspectiva histórica, pero no deja de ser relativamente pequeña en términos del tamaño actual de la economía. Para ponerlo en números redondos, lo que los uruguayos gastamos en el exterior es algo menos de 2% del PBI. Y a su vez, de ese gasto de 900 millones de dólares, unos 500 millones se gastaron en viajes a Argentina.
En el contexto actual, es muy probable que estos montos sigan aumentando de forma fuerte este año. Pero si bien a nivel de algunas zonas del país y de algunos rubros el impacto puede hacerse sentir, desde la perspectiva macroeconómica a nuestro juicio deberíamos prever un efecto moderado. Aun cuando el gasto de los uruguayos en Argentina probablemente va a aumentar mucho este año, estaremos hablando de algunas décimas de PIB. Pero en un contexto de desaceleración de nuestra economía, hablar de algunas décimas de PBI es algo relevante. No lo queremos minimizar, pero tampoco es algo dramático.
A nuestro juicio, es más importante contemplar los efectos sobre nuestro sector turístico.
RA - Claro, ese es el otro frente de análisis. Todavía no hay datos cerrados de la última temporada pero ¿cómo ven las perspectivas de este sector?
PR Para nosotros acá todavía hay más relevancia en los impactos que en lo que los uruguayos gastemos en Argentina. La actividad turística es una fuente clave de recursos para nuestro país; en 2012 implicó ingresos por unos 2.000 millones de dólares, una cifra muy superior a la que los uruguayos gastamos en el exterior. Y los argentinos han sido tradicionalmente un porcentaje muy alto de los turistas que nos visitan. En 2012 los argentinos representaron un 60% de los visitantes al país y un porcentaje levemente menor del gasto realizado por los turistas. Pero a eso hay que agregarle los uruguayos residentes en el exterior, que fundamentalmente vienen de Argentina y que representan en torno a 10% de los visitantes y del gasto. En números gruesos, podemos decir, entonces, que entre 60% y 70% de las divisas que ingresaron por turismo en 2012 vinieron desde Argentina.
Aunque todavía no tenemos datos completos sabemos que la temporada 2013 acusó un descenso en el número de visitantes. Y, como están las cosas en Argentina, debemos pensar que el ingreso de visitantes en el resto del año también caerá y es muy probable que la temporada 2014 vuelva a mostrar una caída en el número de visitantes.
En suma, lo que está sucediendo en Argentina es claramente una mala noticia para Uruguay, que va a contribuir a una tendencia de desaceleración importante de la economía, en parte porque los uruguayos viajarán más a Argentina pero principalmente porque estará cayendo el ingreso de divisas por turismo. Es una señal negativa que deberíamos tomar muy en serio.
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