Análisis Económico

El Producto Interno Bruto creció 3,9% el año pasado, según las cifras que ayer divulgó el Banco Central

Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.


(emitido a las 7.49 Hs.)

EMILIANO COTELO:
El Producto Interno Bruto (PBI)de nuestro país creció el año pasado 3,9%, según las cifras finales de Cuentas Nacionales que divulgó ayer el Banco Central.

El resultado global del año 2012, que ahora se confirma, coincide con las estimaciones que habían realizado los analistas y las que manejaba el propio Gobierno. De todos modos, pauta una desaceleración significativa si comparamos con los crecimientos observados en los años previos. En concreto, en 2011 el PBI había subido un 6,5%, según los datos revisados que también se publicaron ayer.

Por otra parte, si miramos los datos puntuales del cuarto trimestre del año encontramos un descenso pequeño, 0,1%, pero descenso al fin, de la producción en relación al trimestre inmediato anterior.
 
Todos estos números eran esperados con mucho interés en un marco donde se advierten preocupaciones crecientes por los niveles de competitividad de nuestro país y donde a nivel regional también se observa un contexto más complicado que antes.

Ahora que está la información oficial del cierre del año pasado, vamos a examinarla en detalle, vamos a tratar de avizorar cómo quedan las perspectivas. Estamos con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.
 
ROMINA ANDRIOLI:
Pablo, ¿cómo vieron el dato del año pasado? Finalmente el crecimiento coincidió con la encuesta de expectativa de los analistas que hace el propio Banco Centra. ¿Qué dato esperaban ustedes concretamente?
 
PABLO ROSSELLI:
La encuesta de expectativas preveía justamente un 3,9%, nosotros teníamos un 4%, que es un pronóstico que mantuvimos sin mayores cambios desde abril de 2012, desde que supimos el cierre del 2011. Desde ese punto de vista, podríamos decir que el dato de cierre del año estuvo muy, muy en línea con lo esperado, que ya pautaba una perspectiva de desaceleración respecto de los que habíamos visto en los años previos.

De todos modos, cuando se mira la evolución del PBI en el transcurso de 2012 y cuando se mira el desempeño sectorial, a nuestro juicio hay varias luces amarillas, que apuntan a una desaceleración importante de la economía que podría acentuarse en 2013.
 
RA – ¿Cuáles son los aspectos más relevantes del desempeño sectorial?

PR – En el conjunto del año tuvimos un crecimiento de la economía que fue de 3,9%. Es un crecimiento importante, y fue bastante generalizado a nivel de sectores.

El sector de la Construcción fue uno de los de mayor contribución al crecimiento PBI porque subió casi 19%, con incidencia en PBI de 0,9%. En eso jugó el efecto Montes del Plata, obviamente, también las inversiones públicas importantes que se realizaron en la Administración Nacional de Puertos, en OSE y en Antel. Otro sector clave es Transporte y Comunicaciones: volvió a mostrar una expansión muy significativa, 7,4%, con una incidencia en PBI de 1,1%.

Entre los aspectos negativos, en cambio, tenemos que señalar que el sector manufacturero creció francamente poco en el conjunto del año, solamente 1,6%, y la producción agropecuaria no creció, por el contrario, tuvo una caída de 0,8%. Este desempeño pobre de los sectores transables de la economía, el agro, el sector manufacturero, que son los sectores expuestos a la economía internacional por su inserción exportadora, por la competencia de importados en el mercado doméstico, es una luz amarilla para nosotros.

RA – Decías que también hay luces amarillas cuando se mira la evolución del PBI en el último transcurso del año, ¿te referías al dato del cuarto trimestre?
 
PR – Sí, el dato del cuarto trimestre es una caída muy pequeña, como decía Emiliano, pero ese dato fue menor al que en general teníamos implícito los analistas cuando proyectábamos el cierre de 2012. El cierre anual fue igual al que proyectamos porque el año terminó teniendo un comienzo mejor al que habían reportado las cifras divulgadas en los trimestres previos.

Pero en el cuarto trimestre tuvimos un estancamiento del PBI y si excluimos el sector Electricidad, Gas y Agua, que es un sector muy volátil, la producción de bienes y servicios cayó 0,5%. Y con ese indicador la desaceleración en el transcurso del 2012 es muy notoria. ¿Por qué digo esto?, porque el PBI creció 2,9% en el primer trimestre, 1,2% en el segundo, 0,9% en tercer trimestre y cayó 0,5% en el cuarto trimestre, siempre considerando esta medida de PBI sin electricidad. Quiere decir que arrancó el año muy bien y terminó en baja.

También es importante la perspectiva sectorial aquí. La producción industrial cayó 3,4% en el cuarto trimestre frente al tercero. No es un dato sorpresivo porque ya los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) habían reportado una caída de la producción. Pero el Comercio, Restaurantes y Hoteles también cayó en un porcentaje fuerte, de 3,1%. Esto seguramente recogió el hecho de que hubo menos actividad comercial entre empresas, sobre todo porque hubo menor producción industrial y la industria arrastra efectos sobre el comercio.

El rubro Otras Actividades, que engloba muchos servicios, mostró una variación nula en el cuarto trimestre y el sector Transporte y Comunicaciones creció 0,8%, que es un buen número pero es bastante menos que su ritmo de tendencia.

Tuvimos señales claramente amarillas en estos datos: un desempeño pobre del sector transable de la economía y un cuarto trimestre que fue bastante malo en materia de actividad económica.

RA – ¿Y cómo analizan el desempeño de la economía desde la perspectiva de la demanda?

PR – Esa perspectiva ratifica algunas de estas señales amarillas. Otras veces comentábamos en el programa que en el transcurso del 2012 vimos señales de un crecimiento que se estaba desbalanceando y eso se confirma ahora.

Las exportaciones de bienes y servicios crecieron muy poco, solo 1,6%, mientras que el consumo privado subió notoriamente más que el PBI: 6,5%. Estamos teniendo un crecimiento muy apoyado en el consumo.

La inversión, por su parte, creció a un ritmo afortunadamente muy significativo, subió 19,4%, se situó en un valor récord en relación al PBI, 22%. Pero en esto influye en buena medida la obra de Montes del Plata, que sabemos que es un proyecto que se terminará y no es fácil encontrar proyectos de ese monto que reemplace al que termine.

RA – ¿En qué medida esas luces amarillas, como decías, se pueden asociar a los bajos valores del dólar?
 
PR – Cuantificar el impacto es difícil, pero a nuestro juicio es claro que Uruguay se ha quedado demasiado caro medido en dólares contra todas las referencias relevantes.

Comentamos varias veces en el programa que la paridad de competitividad frente a Brasil era muy importante para el sector manufacturero que no está asociado a los agronegocios. Y el desempeño pobre que vimos en la industria en el conjunto de 2012 y la caída del cuarto trimestre, a nuestro juicio, está vinculado con los bajos valores del dólar en nuestro país.

Otro elemento relevante que apunta en la misma dirección es que pese a la desaceleración de la economía, las importaciones de bienes y servicios continuaron creciendo a un ritmo de 13% anual en términos reales, no se desaceleraron. Es un ritmo demasiado elevado que seguramente está alentando una sustitución relevante de producción nacional por productos importados que son más baratos.
 
EC – A partir de estos datos, a partir de estos análisis que tú mismo hacías ahora, ¿qué pasa de aquí en adelante?, ¿cómo quedan las perspectivas para este año?

PR – Todavía estamos revisando las proyecciones porque los datos salieron sobre la tardecita de ayer. De todos modos, a nuestro juicio es claro que el 2012 fue año bisagra.

¿Por qué digo esto?, porque entre el 2005 y el 2011 la economía creció a un 6% anual, una tasa muy fuerte de crecimiento que es irrepetible, porque se dio en un contexto en el que el marco internacional era muy favorable y donde tuvimos una fuerte creación de empleo que no se puede sostener porque la economía está casi en pleno empleo y nuestra población no crece. Con lo cual esas tasas de crecimiento de 6% anual quedaron definitivamente atrás.

Hoy tenemos por lo menos tres factores que nos hacen pensar que la desaceleración de la economía que vimos en 2012 se va a acentuar.

EC – ¿Cuáles son esos factores?

PR – En el marco internacional tenemos precios de commodities, que siguen siendo altos, pero están en los mismos niveles desde hace dos años. Eso hace que los márgenes de rentabilidad de los agronegocios sean en promedio buenos, pero nuestros costos internos de producción siguen subiendo medidos en dólares. Eso quiere decir que los márgenes en el sector de agronegocios, que es clave para el país, tienden a reducirse.

El otro elemento está en la región, los vientos soplan en contra. Claramente tenemos una situación de casi estancamiento económico en Argentina; un progresivo desdoblamiento cambiario con la suba del dólar "blue", con el aumento del dólar que pagan los turistas argentinos cuando salen de su país. Y tenemos a Brasil con poco crecimiento y con un tipo de cambio que nos resulta desfavorable: Brasil está caro en dólares, pero nosotros estamos todavía más caros.

Y el tercer elemento es doméstico. Tenemos una inflación alta, persistente, eso presiona a la baja el valor del dólar porque el Banco Central va a tener que seguir subiendo las tasas de interés desde niveles que ya son atractivos para el ingreso de capitales.

Con todo eso, tenemos que pensar en tasas de crecimiento más modestas por lo menos en los próximos dos años. En 2013 tendremos todavía el impacto de Montes del Plata, en 2014 también lo vamos a tener. Pero si excluimos el efecto de Montes del Plata y un previsible repunte de la generación de energía hidroeléctrica –que con lluvias normales tendremos en 2013– el resto de la actividad económica va a estar creciendo probablemente en torno de 2,5% anual, a lo sumo. Eso para nosotros plantea un cambio de escenario muy pero muy relevante y muchos desafíos para la política macroeconómica.
 
RA – Brevemente, ¿cuáles son esos desafíos para la política macroeconómica?

PR – Lo hemos comentado otras veces, hemos visto en el último año un deterioro significativo de los fundamentos macroeconómicos. Inflación alta, tenemos un resultado fiscal muy pobre en relación al ciclo económico expansivo que tuvimos en estos últimos años y tenemos niveles muy bajos de competitividad.

A nuestro juicio, el país sigue teniendo una oportunidad de crecimiento muy buena en una perspectiva de mediano plazo, pero para capturarla es necesario privilegiar el restablecimiento de los equilibrios macroeconómicos. Se requiere un combate más decidido a la inflación. Es, a esta altura, más que imperativo además frenar el gasto público. La economía va a crecer menos en los próximos años, no va a haber oportunidades de que los resultados fiscales por el lado de una evolución sorprendentemente buena de la recaudación tributaria. Y por último, con esta desaceleración de la economía es imperativa una moderación muy significativa de los salarios en la próxima ronda de negociaciones. Las empresas no van a poder realizar ganancias de productividad de la magnitud necesaria para absorber los aumentos de salarios que hemos visto hasta ahora.

No encarar estos imperativos de restablecer mejores equilibrios macroeconómicos nos puede dejar crecer un poco más en el corto plazo, a impulsos de más gasto público, de un consumo que todavía es fuerte, pero va a poner en duda las perspectivas de crecimiento a largo plazo.

Por todo eso esta desaceleración de la economía y este año bisagra que fue el 2012 plantea, como decía, un cambio relevante de escenario. Hace todavía mucho más necesario tomar medidas que rectifiquen el rumbo. Pero al mismo tiempo parece que ese cambio de escenario, por lo menos por ahora, no está incorporado en las expectativas de aumento del gasto público que se advierte en filas del Gobierno ni en las expectativas de aumentos de salarios que vemos todavía en los sindicatos.

***