Entrevistas

Aldo Lema: "Uruguay enfrenta desequilibrios y debe cuidarse de la autocomplacencia o creer que el escenario favorable seguirá"

Aldo Lema: "Uruguay enfrenta desequilibrios y debe cuidarse de la autocomplacencia o creer que el escenario favorable seguirá"

Finalizada la interpelación que le realizó el senador colorado Pedro Bordaberry (Vamos Uruguay) al ministro de Economía, Fernando Lorenzo, las repercusiones a través de las redes sociales no se hicieron esperar. Vía Twitter varios políticos y profesionales del área económica opinaron sobre el nivel del debate y sus resultados. Uno de ellos fue el economista Aldo Lema el cual, en diálogo con En Perspectiva, señaló que durante la discusión se abrió "un canal de diálogo" nuevo "en los planos técnico y político". "Lo constructivo de la sesión" fue "esbozar los desequilibrios que puede tener Uruguay hoy y reconocer, de alguna manera, por parte del Gobierno los riesgos que hay", agregó.


(emitido a las 7.52 Hs.).

EMILIANO COTELO:
Con los votos del oficialismo el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, superó la interpelación que llevó adelante el senador Pedro Bordaberry quien había advertido ya en los días previos que hay alertas que están sonando en materia de déficit fiscal, inflación y gasto público.

Después de 11 horas de debate el Frente Amplio consideró satisfactorias las explicaciones del equipo económico y rechazó distintas mociones que habían sido presentadas por la oposición, ninguna de las cuales cuestionaba al ministro, ninguna, por ejemplo, declaraba insatisfactorias las explicaciones. Una pedía prudencia en la próxima rendición de cuentas, mientras que otra exhortaba a evitar el crecimiento de la inflación y a frenar los gastos excesivos de las empresas públicas.

Fue interesante ir viendo, además del debate en sí, cuáles eran sus repercusiones en las redes sociales, qué pasaba en Twitter, y qué decían en particular algunos economistas independientes o que trabajan directamente en el sector privado.

Por ejemplo, no pasó desapercibido un mensaje del economista Javier de Haedo dirigido a Pedro Bordaberry que decía "Tú, Fernando y Mario [Bergara, el presidente del Banco Central] hicieron una excelente interpelación. Más allá de discrepancias, fue de alto nivel. Los felicito".

Al poco tiempo otro economista, Aldo Lema, ponía que estaba de acuerdo, habían sido "análisis bien sustentados, técnica y empíricamente". Y, agregaba, "creo, hay más consensos que discrepancias". En otro tuit un poco más tarde el mismo economista Lema calificaba la interpelación como "constructiva".

Creo que estos enfoques, estos análisis de cuál fue el trámite del debate y si sirve o no sirve, qué resultados deja, no se escuchan siempre, no existen en todas las ocasiones en las que hay un llamado a sala.

ROMINA ANDRIOLI:
No, no son frecuentes.

EC – Hay quienes hablan a veces de interpelaciones aburridas, inconducentes, diálogo de sordos, etc. Esta vez, desde el sector de los analistas privados por lo menos se manejó esta otra lectura.

Por eso nos pareció que hoy, a la hora de detenernos en lo que dejó este debate de ayer en la Cámara de Senadores era bueno conversar con uno de estos técnicos y estamos en diálogo con el economista Aldo Lema, que es director de la empresa Vixion Consultores, ha sido colaborador de En Perspectiva también cuando residía en Santiago de Chile.

RA – ¿Cómo evalúa la interpelación?, ¿qué elementos son los que le llevan a decir que hay más consensos que discrepancias?

ALDO LEMA:
Yo plantearía dos planos respecto a la interpelación, uno quizás referido a los temas más formales, esta fue una oportunidad de ampliar la información, el análisis, la fundamentación, respecto a los desarrollos recientes del país y creo que desde ese punto de vista, fundamentalmente desde los analistas, es bienvenido, se ve bien que se puedan plantear algunos elementos adicionales a los que en general estaban presentes en forma más reciente.

Respecto al tema de fondo, en términos de los consensos, creo que subyace uno evidente sobre la importancia de la estabilidad económica como condición necesaria para lograr algunos objetivos que son muy importantes dentro de la sociedad: seguir reduciendo la pobreza, aumentar la igualdad de oportunidades, mejorar la distribución del ingreso. Creo que sobre esos objetivos hay un consenso transversal en el país y que evidentemente en materia de instrumentos es donde eventualmente puede haber algún debate relacionado con cuáles son los más eficientes o los más eficaces.

También creo que hay otros elementos que ayer estuvieron presentes que denotan cierto consenso: el rol de la estabilidad macro lo mencionaba, pero junto con eso también la importancia de Uruguay en su inserción global, de su estrategia de desarrollo, el contraste respecto a ese período de declive, como bien ha llamado Gabriel Oddone y que ayer el ministro Lorenzo ratificó.

Ese período de declive del país está asociado a un conjunto de elementos: baja tasa de inversión, malos incentivos para invertir en el sector privado, una inserción externa reducida, etc., que hoy gradualmente van ganando terreno como elementos que ayuden a Uruguay a seguir acortando distancias en materia de ingresos per cápita.

RA – Esos elementos de consenso de los que habla, ¿los vio concretamente en los discursos más bien políticos en los que centró la discusión?

AL – Creo que en el discurso político de las dos partes y desde el punto de vista más técnico evidentemente que esos elementos están presentes. Un buen entendedor creo que los logra capturar.

RA – ¿Podemos decir que hay una política de Estado ya saldada en el sentido de la estabilidad macroeconómica?, ¿esto marcó un punto de inflexión?, ¿cambió en algo con lo que venía siendo?

AL – La estabilidad macroeconómica es un elemento, una condición necesaria, no es suficiente, como bien planteaba el ministro y eventualmente también el presidente del Banco Central, para alcanzar mayores grados de desarrollo, que debe vigilarse en forma permanente.

Por lo tanto, el estar atentos a lo que está pasando en esa materia es un tema de todos los días. La inflación es y continúa siendo el principal problema macroeconómico del país, ratifica el ministro Lorenzo, y sobre los factores, los elementos o potenciales desequilibrios que ya se han concretado o registrado en el último tiempo se van dando respuestas y eventualmente en el futuro planes de acción de alguna manera quedaron esbozados hacia la próxima Rendición de Cuentas y en los próximos meses.

EC – Por ejemplo, ¿qué fue lo que quedó esbozado?

AL – Creo que quedó esbozado que hacia la futura Rendición de Cuentas va a haber una mayor cautela y un planteo de alguna manera más prudente en materia fiscal derivado del entorno externo deteriorado o adverso que se puede observar en los próximos años.

Creo que quedó esbozado también una fuerte preocupación transversal respecto a ese escenario más complejo que va a vivir la economía durante los próximos cuatro o cinco años, eso quizás no fue lo suficientemente resaltado pero de alguna manera está implícito en el análisis del propio Gobierno y hasta el propio presidente de la República lo ha reconocido.

Es decir, los próximos cinco años para Uruguay van a ser diametralmente opuestos a los últimos diez porque la economía mundial probablemente va a tener un crecimiento menor, porque las tasas de interés en el mundo van a ser más altas, el dólar a nivel global va a ser más fuerte, los precios de las materias van a ir declinando y la región inevitablemente va a tener un escenario muy distinto: Argentina probablemente estancado  por muchos años y Brasil con un bajo crecimiento.

De manera que creo que lo constructivo de la interpelación de ayer es esbozar los desequilibrios que puede tener el Uruguay hoy, de alguna manera reconocer por parte del Gobierno los riesgos que hay de que esos desequilibrios -como la inflación, el déficit fiscal- sigan creciendo, la atención que está poniendo el Ejecutivo en esos elementos y más importante, ir generando mecanismos de diálogo más fluido para una situación económica del país que en los próximos años va a ser muchísimo más compleja y que va a requerir desde el sistema político un diálogo y una altura y ciertos consensos y hasta en algún caso medidas duras que deberían estar hoy siendo ya evaluadas.

EC – Esta pregunta es difícil, lo sé. ¿Te parece que entre el senador Pedro Bordaberry y el equipo económico, o más en general, entre la oposición y el equipo económico, ayer quedó establecido, quedó habilitado efectivamente un canal de diálogo? Lo pregunto porque en otras interpelaciones lo que ocurre es que se rompen todos los puentes y se intercambian adjetivos, epítetos, etc., se discute por ejemplo a los gritos, y eso implica para el futuro un bloqueo en las posibilidades de intercambio, de conversación. ¿El tono de ayer, te pareció que era de otro estilo y que por lo tanto habilita otro tipo de expectativas?

AL – Hay un primer hecho que ustedes mencionaban, es un hecho, que no hubo desde la oposición una moción negativa contra el ministro Lorenzo, creo que efectivamente el que hubiera pocos adjetivos, el que se recurriera más a hechos concretos, el que hubiera respuestas contundentes desde el punto de vista técnico en varios aspectos sobre los cuales pueden haber matices, y sobre eso quizás técnicamente se pueden después profundizar, creo evidentemente que es un canal de diálogo en ambos planos, en el técnico y en el político.

EC – Y a propósito de las explicaciones que dio el equipo económico a los cuestionamientos que se le hacían desde la oposición, en síntesis, ¿tu visión cuál es? A propósito de cómo está evolucionando la inflación, el déficit fiscal, el tipo de cambio, todos esos puntos que fueron centrales.

AL – Creo que quizás faltó en algunos aspectos profundizar sobre los escenarios de riesgo que enfrenta el país. Plantea bien el ministro que hay mucha incertidumbre, quizás uno podría llamarle a esa incertidumbre, lo desconocido sobre lo desconocido, pero eso es distinto a escenarios de riesgo.

Uno evidentemente puede plantear algún grado de conocimiento o delinear escenarios en función de lo que ha sido la historia del país. ¿Qué le pasaría a Uruguay bajo esos supuestos que yo planteaba previamente?

Por ejemplo, que la economía mundial crece menos, que los precios de las materias primas son 30% más bajos, que las tasas de interés en el mundo vuelven a 5% o 6%, que el dólar se aprecia a nivel global, que en Uruguay como consecuencia de todo eso tiene que subir 20% o 30% en términos reales. Ese es un escenario de riesgo que en el pasado Uruguay lo ha tenido.

¿Cuáles serían las consecuencias y qué políticas se diseñarían para ese escenario? Creo que falta eso, que va a venir probablemente en próximas instancias. Uno debería eventualmente ir por ese camino desde las dos partes, exigiendo quizás esas políticas de reacción o proactivas para enfrentar escenarios como esos, y a su vez también los planteos que puedan venir del propio Gobierno.

Creo que efectivamente Uruguay enfrenta desequilibrios que hoy pasan por la inflación, por el déficit fiscal, por un alto déficit en cuenta corriente explicado en parte por el déficit fiscal y en problemas de competitividad, y creo que hay que ser cuidadosos con la autocomplacencia o con la noción de que el escenario externo favorable puede permanecer. Más bien hay que ir preparándose para un escenario como el que yo mencionaba, no necesariamente va a ocurrir este año, quizás se extienda por un tiempo más, pero evidentemente que los cinco años que vienen, la segunda mitad de esta década va a ser, como mencionaba inicialmente, muy distinta a los últimos diez.

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Foto: Archivo