¿Cuán fuerte está creciendo Estados Unidos en el comienzo de 2013?
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.38 Hs.)
EMILIANO COTELO:
El viernes se conocieron las primeras cifras de crecimiento económico de Estados Unidos en 2013. Según esos datos, el PBI creció a una tasa anualizada de 2,5% en el primer trimestre.
En general los analistas internacionales están mirando con mucha expectativa la marcha de la actividad en Estados Unidos, porque hay quienes advierten de un riesgo fuerte de enfriamiento por los recortes fiscales que comenzaron a regir hace unos meses y porque hay muchos que son escépticos acerca de si el dinamismo de la economía es suficiente para justificar ganancias en las bolsas de la magnitud que hemos visto en los primeros meses de este año. Con los información disponible sobre la mesa, vamos poner el foco hoy en Estados Unidos. El diálogo será con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI:
Tamara, los datos que se conocieron el viernes marcaron un aumento del PBI de 2,5% en el primer trimestre. Eso supone una aceleración respecto al cierre del año pasado, pero igual las noticias internacionales en general destacaron que fue un dato más bien decepcionante, peor al esperado en general por los analistas. ¿Por qué?
TAMARA SCHANDY:
En general los relevamientos de expectativas más populares, como la encuesta de Bloomberg o la que hace Wall Street Journal entre distintos bancos y pronosticadores económicos, estaban anticipando un repunte más importante del que se vio. La encuesta de Bloomberg, puntualmente, tenía una mediana de 3%. Frente a eso, el crecimiento de 2,5% que se reportó el viernes fue claramente inferior.
Pero cuando uno mira el número más a fondo la verdad es que hay señales bastante mixtas. Hay cosas que quizás anduvieron peor de lo anticipado, pero hubo datos muy buenos también. El consumo privado, por ejemplo, creció a la tasa más fuerte en más de dos años. Y en definitiva el dato global de PBI fue relativamente bueno tanto en una comparación con el pasado más reciente como en relación a lo que se está pronosticando para el próximo año. El año pasado cerró con un promedio de 2,2% y un registro para el cuarto trimestre particularmente pobre, de sólo 0,4% en términos anualizados. Mirando hacia delante, el FMI (Fondo Monetario Internacional) por ejemplo pronostica un crecimiento de 1,9% para este año. Así que un 2,5% este trimestre es una tasa más que aceptable.
RA - ¿A qué se atribuye el crecimiento tan fuerte del consumo? Te lo pregunto porque los indicadores del mercado de trabajo en general han mejorado relativamente poco desde la crisis y siguen mostrando que el desempleo es alto.
TS - Es verdad. La serie de consumo tiene bastante volatilidad, pero en general los analistas norteamericanos tendieron a atribuir este dato bueno a lo que los economistas llamamos un "efecto riqueza positivo". Las familias a veces gastan más porque perciben más ingresos y a veces gastan más porque se valorizan sus activos y se sienten más ricas, entonces sienten que pueden consumir más. A eso es lo que se llama "efecto riqueza". Lo que dicen los analistas internacionales es que en los últimos meses las bolsas subieron mucho y de hecho están marcando nuevos récords, más altos que los máximos que tenían antes de la crisis y la caída de Lehman Brothers en 2008 y también se observó cierta revalorización en los precios de las viviendas, que es otro determinante clave de la riqueza o el patrimonio de las familias. El argumento entonces es que eso indujo una percepción de más riqueza en los hogares y por tanto se vio un mayor consumo.
Lo cierto es que el incremento del consumo en este trimestre fue además muy generalizado a nivel de rubros. Aumentó el consumo más general pero también el consumo de bienes "durables", como autos, electrodomésticos y otras cosas que son casi una "inversión" para las familias. También aumentó el consumo de servicios. Todo el consumo promedió una tasa de crecimiento de 3,2% en el trimestre en términos anuales y explicó 2,2% del total del incremento del PBI.
RA - Es claro que el consumo es central en la economía de Estados Unidos. ¿Pero qué sucedió con otros componentes de la demanda? ¿Cómo está evolucionando por ejemplo la inversión?
TS - La inversión privada también tuvo un muy buen comportamiento en el arranque de 2013. Es un componente mucho más volátil que el consumo, pero realmente es destacable que subió 12,3% en términos anualizados y aportó más o menos1,5 puntos porcentuales al PBI.
De todas formas, aquí es importante advertir que las cuentas nacionales computan a la variación de stocks de las empresas como inversión. Si una empresa no puede vender y termina incrementando sus existencias, eso se computa como inversión y suma PBI desde el punto de vista de la demanda. Ese efecto puntual explicó dos terceras partes de la contribución de la inversión privada al PBI este trimestre. Pero la inversión en activos fijos que incluye inversión en maquinaria, equipos, inversión residencial y otros rubros más en la línea de lo que todos tenemos en la cabeza como "inversión" igual subió bastante, a un ritmo de 4% anual en el trimestre.
RA - Si el consumo y la inversión crecieron tanto, asumo que los demás componentes de la demanda tuvieron una contribución negativa. ¿Es así? ¿Qué elementos se destacan allí?
TS Es así, y eso es lo que hizo que el dato fuera algo peor de lo esperado. Hay dos grandes categorías que "restan". Por un lado, el sector externo contribuyó negativamente porque las importaciones en este trimestre crecieron más que las exportaciones. Esta no ha sido la tónica predominante en los últimos trimestres porque con un dólar relativamente barato en el mundo Estados Unidos estaba teniendo un buen dinamismo exportador, pero tampoco es un fenómeno sin precedentes. Ya se han visto varios trimestres, aunque más bien aislados, de contribución negativa del sector externo.
Igual esto mueve relativamente poco la aguja, porque Estados Unidos es una economía bastante cerrada.
El otro elemento que "restó" en el PBI este trimestre fue la demanda del sector público. El gasto público, que incluye tanto el gasto federal como el que se procesa a nivel de estados y gobiernos locales y abarca gastos corrientes y también inversiones públicas, bajó a un ritmo anualizado de 4,1% y tuvo una contribución negativa de 8 décimas al PBI total.
RA - Esto sí viene siendo una constante, ¿verdad?
TS - Sí. De hecho la contribución fue negativa en 12 de los 16 trimestres que aparecen explicitados en el reporte, que empieza a mostrar los datos trimestrales desde mediados de 2009.
Y seguramente esta tendencia va a seguir, porque recordemos que luego de toda la discusión que se sucedió en Estados Unidos a propósito del "fiscal cliff" o "abismo fiscal", finalmente entraron en vigencia una serie de recortes de gasto que van a tener una incidencia importante en las cuentas nacionales.
RA - ¿Cuáles son las perspectivas para los próximos trimestres?
TS - En general se espera una desaceleración respecto a este dato del primer trimestre. Muchos analistas en general manejan una cifra de crecimiento en torno de 1,5% anual para este segundo trimestre que estamos transitando, argumentando que el consumo se va a resentir porque va a pegar de lleno el efecto del aumento de un impuesto sobre los sueldos que entró en vigor con todos estos ajustes fiscales de comienzo de año. Eso todavía no se vio demasiado en el dato del primer trimestre, aunque hay quienes dicen que los consumidores podrían haber anticipado la suba y ajustado en forma acorde sus decisiones de consumo. Por ahora eso no se vio en los datos, pero lo que en general se está pensando es que seguramente va a jugar un rol mayor en los meses que siguen, sobre todo si se modera en algo el aumento de las bolsas o de los precios de las viviendas, factores que son vistos por muchos como los principales impulsores del consumo en estos últimos meses.
Para el conjunto del año, los pronósticos apuntan a un crecimiento alrededor del 2%, que es un poco menos de lo que creció Estados Unidos en 2012 pero que está más o menos en línea con las tasas que hemos visto en años anteriores. Ese 2% tiene incorporados impactos negativos por los ajustes fiscales más recientes, por lo que en realidad supone que la demanda privada, tanto de consumo como de inversión, va a mantener una dinámica relativamente buena. Pero "buena" para los parámetros de un Estados Unidos que se está recomponiendo después de una crisis grande, que todavía tiene a los hogares y a las empresas muy endeudados y que está procesando una gradual reducción del déficit fiscal. En esas condiciones, es claro que en el corto plazo Estados Unidos no va a ser un motor demasiado importante para el mundo.
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