Análisis Económico

Las medidas para el blanqueo de capitales en Argentina

Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.


(emitido a las 8:38 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Ante la escalada del dólar "blue", que ya supera los 10 pesos argentinos, el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández anunció una serie de medidas que procuran aumentar la oferta de dólares en el mercado, alentando el "blanqueo" de capitales no declarados que se encuentran en el exterior o en el país.

Estas medidas generaron bastante debate en el país vecino y por eso nos parece que vale la pena explicar en qué consisten, qué impactos pueden tener y, en términos más generales, qué podemos esperar en los próximos meses en Argentina. Lo conversaremos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI:
Florencia, te propongo comenzar explicando brevemente cuáles fueron concretamente las medidas anunciadas por el Gobierno argentino la semana pasada.

FLORENCIA CARRIQUIRY:
Concretamente, lo que anunció el Gobierno argentino fue un nuevo proyecto de ley que procura abrir por tres meses un proceso de "blanqueo" de capitales (radicados en el exterior o en el país) que nunca hayan sido declarados a la AFIP. Estos capitales podrán ingresar al circuito legal y utilizarse para realizar inversiones sin pagar ningún impuesto y exonerándose también a sus propietarios de las sanciones administrativas o legales que pudieran aplicar por haberlos tenido "en negro".

A su vez, junto con esta amnistía fiscal para el "blanqueo" de los capitales, si bien no es obligatorio que esos capitales se inviertan, el Gobierno anunció la creación de dos nuevos instrumentos en los que podrán colocarse estos capitales "blanqueados". Por un lado, se crea un bono nacional para el sector energético, que es básicamente un título de deuda pública emitido por el Estado Nacional, nominado en dólares, con vencimiento en 2016 y que pagará un interés de 4% anual. Los fondos recaudados con este bono se destinarían a la realización de obras de infraestructura por parte de YPF. Y, por otro lado, los llamados Certificados de Depósitos Inmobiliarios (Cedin) que van a ser administrados por el Banco Central.

RA - ¿Podés explicar un poco más en qué consisten los Cedin y cómo operarían?

FC - Sí. Los Certificados de Depósitos Inmobiliarios, o Cedin, van a ser títulos también en dólares, que se podrán utilizar para comprar una propiedad o desarrollar una inversión inmobiliaria. ¿Cómo operarían estos certificados? Básicamente, en términos sencillos, el interesado en realizar la compra o la inversión inmobiliaria deberá depositar los dólares en un banco, a cuenta y orden del Banco Central y recibirá un certificado de tenencia, que utilizará para realizar la inversión. En principio, quien reciba el certificado como pago podrá ir al banco y cobrarlo en dólares. Aunque todavía hay algunas dudas en relación a los detalles de cómo se van a estar instrumentando, esa sería la idea de estos certificados.

RA - El objetivo del Gobierno argentino con estas medidas es básicamente aumentar la oferta de dólares en el mercado ¿verdad?

FC - Efectivamente. En última instancia lo que está buscando el gobierno es intentar incrementar la oferta de dólares, en un contexto en el que la presión sobre el mercado cambiario se está haciendo cada vez más intensa, y se refleja en un dólar "blue" por arriba de los 10 pesos argentinos, más de 90% por encima del dólar oficial.

Hay que tener presente que el saldo comercial, que es la principal (y casi exclusiva) fuente de dólares que tiene hoy por hoy Argentina, mostró una caída fuerte en estos primeros meses de 2013. En enero-marzo el superávit comercial se redujo a la mitad frente al primer trimestre de 2012 y, en ese marco, estamos viendo una caída bastante acelerada de las reservas del Banco Central argentino, que pasaron de más de 43.000 millones de dólares a fines de 2012 a unos 39.500 millones según los últimos datos disponibles. Se trata del menor nivel de reservas desde 2007, medidas en dólares corrientes, y como porcentaje del PIB estaríamos en los peores niveles desde 2002.  

Con ese panorama por detrás es que se hicieron estos anuncios, más allá de que el Gobierno ha hecho bastante foco también en otros objetivos que se persiguen con estas medidas.

RA - ¿A qué otros objetivos te estás refiriendo?

FC - Según propias declaraciones del Gobierno, el proyecto intenta dinamizar el mercado inmobiliario –que se ha visto golpeado desde fines de 2011 por los controles cambiarios, porque nadie quiere entregar dólares hoy para comprar inmuebles– y procura también fomentar las inversiones en el sector energético, en un contexto en que las  importaciones de energía explican en buena medida la reducción del superávit comercial en los últimos años.

RA - Ahora, de parte de la oposición y de analistas privados hubo bastantes críticas. En particular se señala que se está promoviendo el "blanqueo" de capitales de fuentes potencialmente delictivas. ¿Cómo están viendo ustedes esto?

FC - Sí. Esa es una de las críticas que tienen estas medidas porque se señala que, probablemente, entre los principales interesados en atenerse a este tipo de opción van a estar aquellos que precisan "blanquear" fondos de procedencia dudosa o delictiva.

Pero más allá de eso, las medidas han sido bastante criticadas en relación a lo que puede ser su efectividad. La opinión mayoritaria es que no van a tener mucho éxito en alentar el ingreso de capitales al país. Con la brecha entre el dólar oficial y el dólar "blue" en los niveles actuales, las expectativas devaluatorias siguen aumentando y en ese marco, es difícil que los inversores decidan ingresar al país los dólares que tienen en el exterior. Finalmente y más allá del incentivo de "blanquear" capitales no declarados sin pagar los impuestos, no hay mucho incentivo para ingresar dólares a Argentina hoy; las cosas están más para sacar dólares del país.

Y, por otra parte, en relación a los instrumentos creados, la poca credibilidad que tienen hoy las instituciones argentinas hace que haya muchas dudas en relación a que éstos terminen operando efectivamente como el Gobierno lo está planteando ahora.

RA - Por otra parte, Florencia, una de las preguntas obligadas hoy en relación a Argentina es ¿qué va a pasar con el dólar? ¿Es esperable una devaluación del dólar oficial en los próximos meses en su opinión?

FC - El Gobierno está haciendo y probablemente seguirá haciendo todo lo posible para llegar a las elecciones de octubre sin devaluar. Ahora, pasada la instancia electoral, a nuestro juicio sí es muy probable que veamos algún tipo de corrección a nivel del dólar oficial. Una alternativa es que el Gobierno acelere el ritmo devaluatorio del dólar oficial. Hoy lo vienen dejando subir algo así como 1,5% mensual (aproximadamente 20% al cabo de un año), que con una inflación en 25%, implica un encarecimiento en dólares importante igualmente año tras año.  

La otra alternativa es aplicar una devaluación "en escalón". En ese sentido, las devaluaciones en "escalón" son más "razonables" en la lógica del "modelo" del Gobierno actual, porque se pueden plantear como una corrección del dólar "por única vez", aunque difícilmente lo sean.

RA - ¿Por qué decís que difícilmente la devaluación sea por única vez?

FC -  Porque mientras no se ataquen las causas del problema, es decir,  mientras el gasto público no baje y se financie con emisión monetaria, difícilmente la devaluación en "escalón" sea por única vez. De hecho, en un escenario como ese, es esperable que en Argentina sigamos viendo una inflación alta (y probablemente subiendo gradualmente), controles de cambios y de movimientos de capitales que van a seguir presentes y, por lo tanto, la existencia de un dólar "paralelo" o dólar "blue" que va continuar subiendo tendencialmente, más allá de que pueda tener pausas en esa escalada.

En ese marco, vamos a seguir viendo a nuestro juicio por bastante tiempo brechas cambiarias significativas frente al dólar oficial, que a la postre terminarán promoviendo de forma esporádica –cuando la brecha se haga "demasiado alta"–, una corrección del dólar oficial, que achique esa brecha al menos de forma parcial y que aliente cierta mejora de la competitividad externa del exportador argentino. Pero con una inflación alta y el dólar oficial controlado, la mejora de competitividad y el cierre de la brecha siempre tenderían a ser transitorios, porque mientras no se ataque el problema de fondo, mientras el gobierno gaste mucho y financie el déficit con emisión monetaria esa situación no va a cambiar.

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