Análisis Económico

Análisis del informe de Cepal sobre la inversión extranjera directa en América Latina

Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.


(emitido a las 9:18 Hs.)

ROMINA ANDRIOLI:
Días atrás, la Cepal [Comisión Económica para América Latina y el Caribe] presentó la actualización de su informe "La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe", con datos hasta 2012.

En ese informe se señala que por tercer año consecutivo se observó un crecimiento de 7% en los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) hacia la región, y destaca que ese crecimiento del año pasado se dio en un contexto de caída marcada de los flujos mundiales de IED.

Con este marco, les proponemos en seguida analizar las principales cifras y conclusiones del informe. El diálogo va a ser con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.

Florencia, te propongo comenzar comentando las principales cifras. Según se señala en el informe, el año pasado se alcanzó un récord histórico de IED en la región, ¿Es así?

FLORENCIA CARRIQUIRY :
Es cierto. La IED recibida por América Latina y el Caribe alcanzó un nuevo récord histórico el año pasado, de más de 173.000 millones de dólares, lo que significó, como decías en el inicio, un crecimiento de 6,7% frente a 2011.

Ahora, es un récord en dólares. Si lo medimos en términos del PBI, ese monto equivale a un 3% del PBI de la región en su conjunto, que es un porcentaje mayor al de los últimos dos o tres años pero que está más o menos en línea con el promedio de la última década y que de hecho es menor al pico que se vio a fines de los años 90. Entre 1998 y 1999 la región recibió flujos de Inversión Extranjera Directa que llegaron a representar casi 5% del PBI de ese momento. La diferencia era que en aquel momento eran en buena medida flujos que venían asociados a un proceso de privatizaciones importante en varios países de la región. Esa no es la situación hoy.

RA - Una de las cosas que destaca el informe, como decíamos al inicio, es que los flujos de IED a la región aumentaron pese a que los flujos mundiales de Inversión Extranjera Directa bajaron el año pasado. ¿Cómo analizan este punto?

FC - Sin dudas el crecimiento de la IED en la región se hace particularmente destacable porque se dio en un marco de reducción de los flujos mundiales de IED, que cayeron según la CEPAL un 13% en total, sobre todo por la caída de los flujos hacia los países desarrollados (que fue de más de 20%), pero también por una baja moderada (de 3%) en los flujos hacia las economías emergentes en su conjunto.  

Y esto es bien relevante porque nos está hablando de que esta región del mundo se ha hecho más atractiva en términos relativos. El informe indica que eso seguramente tiene que ver con el ciclo excepcional de precios altos que están teniendo las materias primas, que ha alentado también un crecimiento importante de los mercados internos en muchas de estas economías. Y eso, en definitiva, implica que en estos últimos años, esta parte del mundo ofrece oportunidades de inversión atractivas tanto en negocios vinculados a los recursos naturales tradicionales (como la minería o el agro, dependiendo del país) como también en el desarrollo de servicios como el comercio, las telecomunicaciones o los servicios financieros.

RA - Más allá de las cifras agregadas, la Cepal presenta también cifras por subregión y por país. ¿Qué muestran las cifras en este sentido? ¿Hay dinámicas distintas dentro de la región de América Latina y el Caribe?

FC -  Dentro de la región, los flujos al Caribe fueron los que más aumentaron (casi 40%), luego está América del Sur (con un crecimiento de 12%) y detrás Centroamérica (con una expansión de 7%). La excepción fue México, que sufrió una caída fuerte, de 35%, en el ingreso de IED el año pasado.

Luego, dentro de América del Sur, el mayor crecimiento de los flujos de IED se observó en Perú y en Chile, seguidos por Colombia y Argentina, donde también se vieron incrementos importantes. Ahora, más allá de la expansión registrada en 2012, resulta más relevante ver la importancia de estos flujos en términos del tamaño de la economía. Y en ese sentido, Chile sobresale notoriamente en la comparación regional, con montos de IED en 2012 equivalentes a más de 11% de su PBI. En cambio, Argentina recibe menos de 3% del PBI por este concepto y medido de esta manera está entre los países de menos recepción de IED de la región, pese al aumento que se vio el año pasado.

RA - Uno de los aspectos que señala la Cepal en el informe es que cuando se analiza los sectores a los cuáles se dirige la IED no se ven cambios relevantes en los últimos años. En particular, en América del Sur (sin incluir Brasil) el principal destino de la IED sigue siendo los recursos naturales. Esto, según la Cepal, es relevante a la hora de evaluar en qué medida la IED está jugando un rol en transformar la estructura productiva de la región. ¿Cómo ven este tema ustedes?

FC - La Cepal ha sido tradicionalmente escéptica respecto del rol o la importancia que tiene la Inversión Extranjera Directa en el desarrollo de un país. Uno de los elementos que señala es justamente ese, que los flujos de IED tienden a reforzar los patrones de especialización vigentes más que a transformar la estructura productiva de un país o una región.

A nuestro juicio, la IED es importante en tanto financia inversiones en un país, suple en muchos casos el bajo ahorro doméstico, y muchas veces además trae tecnología y know-how bien valiosos. Sin embargo, no tenemos por qué pedirle a la IED que juegue un rol en transformar la estructura productiva o sectorial del país. En última instancia, los inversores del resto del mundo que llegan a invertir a un país tienen incentivos que no tienen por qué ser muy diferentes a los de los inversores locales y por tanto no hay razones para pensar en que inviertan en sectores diferentes, salvo que se trate de un tema de tamaño de la inversión. Allí sí la IED puede jugar un rol bien importante en la realización de megaproyectos, en sectores como la infraestructura, por ejemplo, en donde los capitales locales, sobre todo en muchos países de esta región, suelen ser insuficientes. En Uruguay tenemos el caso de la celulosa. Pero es claro que la IED se dirige, como las demás inversiones, hacia los sectores que ofrecen rentabilidad.

RA - Otro tema polémico que la Cepal levanta en su informe es que los flujos de IED implican luego salidas importantes de capitales del país por la repatriación de utilidades a sus países de origen. ¿Qué opinión tienen ustedes en relación a este tema?

FC - La preocupación de la Cepal, concretamente, es que las empresas transnacionales han tendido a consolidar su presencia en América Latina y el Caribe en sectores intensivos en capital y que eso está generando flujos crecientes de renta que salen de la región hacia el exterior. Incluso, menciona alguna cifra al respecto y plantea que aun cuando en los próximos años los flujos de IED sigan aumentando, también va a aumentar el flujo de renta de esas inversiones hacia el exterior y que por lo tanto el aporte neto de capital a la balanza de pagos podría incluso reducirse. Esta es una postura o una preocupación tradicional de la CEPAL.

En nuestra opinión, es claro que toda inversión debe remunerar al accionista. Si el accionista es extranjero, naturalmente va a haber repatriación de utilidades. Ahora, si el país ofrece un buen clima de negocios, crecimiento económico y en definitiva oportunidades de inversión atractivas, probablemente también va a haber reinversión de esas utilidades dentro del país. Si no ofrece esas oportunidades, habrá más repatriación de utilidades, pero lo mismo vale también, aunque seguramente en menor medida, para los capitales locales. Si no hay oportunidades en el país o el clima de negocios está muy deteriorado, probablemente los capitales locales también optarán por salir al exterior.

En definitiva, a nuestro juicio, lo más relevante es que en países con bajo ahorro doméstico, como lo son la mayoría de los países de esta región, la IED permite financiar mayores niveles de inversión. Por supuesto, si el país recurre mucho a la IED porque tiene muy bajo ahorro doméstico, en el largo plazo puede tener alguna restricción externa, pero, en cualquier caso, la IED es una mejor fuente de financiamiento que las deudas financieras a las que muchos de nuestros países debieron recurrir en el pasado. A diferencia de las deudas financieras, que suponen tener que pagar intereses y amortizaciones haya o no haya renta en la inversión en cuestión, por la IED saldrán utilidades hacia el exterior sólo si la inversión genera esas utilidades.

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