(emitido a las 7:48 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Seguramente en los últimos meses cada uno de ustedes se habrá encontrado con familiares o amigos que le cuentan lo barato que está todo en Argentina, si es que no viajaron ustedes mismos.

Los comentarios que se escuchan en esas charlas son: "por lo que acá pago uno, allá compré cinco", "me salió directamente la mitad", o "encontré todo tan en precio que aproveché la oportunidad y me compré de todo".

La diferencia cambiaria a partir del dólar blue en Argentina hace que la idea de comprar del otro lado del Río de la Plata sea muy conveniente para nosotros, los uruguayos.

Eso se ha visto reflejado, por ejemplo, en la venta de pasajes de Buquebus, que en lo que va del año lleva comercializado un 25% más que en el mismo período de 2012.

El fenómeno viene creciendo en los últimos meses y ha dado pie a distintas advertencias de economistas y empresarios sobre varias consecuencias posibles: freno o directamente caída en las ventas en el comercio local, reducción de puestos de trabajo, menor recaudación tributaria y hasta deflación.

Pero hasta ahora costaba sacar alguna conclusión concreta en esos puntos. Esta semana, sin embargo, cuando la producción de En Perspectiva se puso a trabajar en el tema, encontró en el comercio interlocutores dispuestos a hablar y que, además, no ocultaban su preocupación. Por este problema y por otro que no esperábamos hallar: las compras realizadas por Internet en el exterior.

El factor Argentina

Pero vayamos por partes. ¿Cómo está repercutiendo la diferencia cambiaria con Argentina en las ventas de los shoppings de Montevideo o de otros centros comerciales de la capital?

Romina, en algunos casos el panorama no es de desaceleración sino directamente de caída en las ventas.

ROMINA ANDRIOLI:
Sí. Si bien en estos casos nunca hay una única razón que explique todo, en buena medida esas caídas –me señalaban- tiene que ver con este fenómeno de diferencia cambiaria con Argentina.  

Hablamos, por ejemplo, con el gerente general de Portones Shopping, Nelson Barreto, quien nos decía que, allí, en lo que va del año, las ventas medidas en pesos constantes ya son 6% inferiores que las del mismo período de 2012.

Por ejemplo, en el Día de la Madre sintieron una retracción del 4%, según nos comentaba Barreto, quien se refería además a la preocupación que existe en todos los shoppings de la capital por este problema.

"Nosotros estamos preocupados, esta es una situación que ya otras veces ha ocurrido. Además, fundamentalmente el que acude a este tipo de propuesta en Buenos Aires es el segmento que tiene hábito de concurrencia y de compras en los shoppings", decía Barreto.

En el caso de Tres Cruces, su gerente general, Marcelo Lombardi, nos manifestaba que la situación en este shopping es particular debido a la ampliación que se inauguró a fin del año pasado, que de hecho hace que se comercialice más porque hay más locales. Pero, de todas formas, decía que si se hace la comparación descontando esos factores, el nivel de las ventas está prácticamente estancado.

"Lo que estamos viendo en el primer cuatrimestre del año es un enlentecimiento del crecimiento de las ventas. Tuvimos un segundo semestre del año 2012 con un leve crecimiento y en el primer cuatrimestre de este año ese crecimiento se ha hecho prácticamente nulo", comentaba Lombardi.

También consultamos al gerente general de Punta Carretas Shopping, Mauricio Oppenheimer, que aportaba otros elementos para este análisis. Apuntaba:

"El impacto todavía no lo tenemos cuantificado porque el efecto grande se dio en las últimas dos semanas. Pero lo que sí podemos ver por comentarios de los comerciantes es que se da básicamente en dos áreas. La primera es en los productos que son fácilmente comparables, porque son de la misma marca, con la misma categoría, entonces permite hacer la comparación directa de la marca argentina presente en el mercado uruguayo. Allí es fácilmente comparable el diferencial de precio. Y la segunda categoría de impacto es en los productos de alto valor, porque allí es donde se genera una diferencia importante. Los productos de valor medio o más económicos no justifican el costo transaccional del traslado y el viaje, pero los que son de alto valor sí lo hacen y eso nos genera preocupación. La visión que tenemos es que esto es una distorsión del mercado, que esperamos sea transitoria. A la larga pensamos que los mercados se ajustan, pero claramente hoy hay un diferencial negativo que perjudica el comercio local, el comercio uruguayo".    

EC - Ahora, los shoppings no son los únicos que están sintiendo este impacto.

RA - No. También hablamos con Nelson Gagliardi, presidente del Grupo Centro, que coincidía con el diagnóstico de sus colegas. Gagliardi nos mencionaba, además, otros efectos que seguramente sienta la economía local a raíz de las compras que los uruguayos están trasladando hacia Argentina.

"En la medida que se acentuó esa diferencia de cambio, la situación se hace terrible. Hoy por hoy hay un riesgo grande de caída de ventas, que se va a ver reflejado en la recaudación de impuestos, en la afectación de salarios (porque sin lugar a dudas hay muchos comercios que generan comisiones a los vendedores) y en la recaudación de muchos organismos, pero es la situación dada por la política de cambio de cada país", expresaba Gagliardi.

Y otro dato que vale la pena agregar. Los comercios no sólo sienten el impacto porque cae la venta de algunos artículos que, en vez de adquirirse acá, se compran allá. La atracción argentina los golpea también de manera indirecta, como nos advertía Oppenheimer:

"El impacto es por una sustitución de compras, pero también por una caída de ingresos disponibles. Las personas que viajan no sólo compran productos sino que lo utilizan como una alternativa de paseo, con gastos en hoteles, en la alimentación, teatros, salidas, y el ingreso disponible que tiene al regreso de su viaje para consumo en Uruguay se ve claramente disminuido".

Buscando tener un panorama más amplio aún, consultamos a la Cámara Nacional de Comercio.

Si bien la encuesta de actividad que realiza esta gremial es trimestral y los datos que están disponibles hoy corresponden al primer trimestre del año, la economista Ana Laura Fernández, asesora de la cámara, nos decía que en aquel período ya se veía cierto impacto en algunos sectores:

"En los últimos datos que publicamos en la encuesta trimestral, que se refieren al primer trimestre del 2013, vemos una desaceleración importante en el rubro de vestimenta, y concretamente de vestimenta de dama. Este es un rubro que ha crecido en los últimos años de forma importante. En el último trimestre del 2012 tuvo un crecimiento del 9% y en el primer trimestre se presenta una desaceleración bastante marcada, dado que se registró nada más que un 2% de crecimiento. Según los datos que nos brindan los informantes del sector esto puede ser en respuesta a lo que sucede en Argentina. Debido al abaratamiento de estos productos en Argentina, se traslada la demanda y se reducen las compras en los comercios uruguayos. Entonces tiene una tasa de crecimiento positiva, pero mucho menor a la registrada en trimestres anteriores", explicaba Fernández.

Según nos contaban las distintas fuentes que consultamos, los ejecutivos de los shoppings ya le han trasladado su preocupación por este tema al Gobierno, concretamente al Ministerio de Economía. Y, según pudieron comprobar, el fenómeno también genera inquietud en el Poder Ejecutivo, donde se viene monitoreando la situación.

EC - ¿Estos empresarios le están han solicitando algún tipo de medidas al Gobierno?

RA - Uno de nuestros entrevistados, Nelson Barreto, de Portones Shopping, señalaba algunas de las medidas que, a su entender, deberían tomarse ante este panorama que está planteado:  

"En el caso de la Argentina la medida que habría que tomar es ser más estrictos en el control aduanero. Así como se definió el 'cero kilo' para los puestos de frontera en Salto, en Paysandú, donde se es muy estricto con el que pasa todos los días, también debería serse más estricto con el que se va el fin de semana y se trae una ropa".  

EC - Para terminar, Romina, vale la pena detenernos en esta otra novedad que surgió a lo largo de tus consultas. Además de la diferencia cambiaria con Argentina, hay un factor adicional que está afectando negativamente al sector del Comercio.

RA - Sí, ese otro factor que preocupa, y mucho, particularmente a los shoppings, son las compras que los uruguayos están haciendo en Estados Unidos a través de Internet.

EC - Los oyentes recordarán, porque el año pasado se discutió mucho, un decreto que emitió el Poder Ejecutivo y que habilitó a que las encomiendas que vienen del exterior por hasta 200 dólares no paguen impuestos y permitió que cada persona pueda realizar hasta cinco de estas compras por año.

Según evalúan los comerciantes locales, los uruguayos están comprando mucho en Estados Unidos aprovechando la oportunidad propiciada por ese decreto. ¿Por qué? Porque, además de las ventajas impositivas que se ofrecen, también se suma un gancho por el lado del precio, ya que en Estados Unidos la vestimenta ha sido tradicionalmente –por un tema de oferta– mucho más barata que en Uruguay. Además, con la situación actual de precios relativos, dado que Estados Unidos está más barato que nunca frente a Uruguay por la debilidad del dólar y por el diferencial de inflación que además acumulamos año a año frente a este país, entonces esta ventaja se hace más evidente.

El impacto negativo de este tipo de operaciones sobre los comercios locales ha hecho que los empresarios y la propia Cámara de Comercio le hayan trasladado también esta inquietud al Gobierno en distintos ámbitos más o menos formales.

Pero sucede –según nos explicaban– que en este caso no parece que haya mucho para hacer, porque este decreto que habilitó esta exoneración impositiva para este tipo de encomiendas quedó comprometido cuando se firmó el acuerdo del TIFA con Estados Unidos. Y si bien en la normativa se habilita para todas las encomiendas que llegan desde cualquier país, con Estados Unidos está realmente conveniente.

EC - Así que estamos hablando de dos problemas diferentes que enfrenta hoy el comercio local, pero que ambos vienen por el lado de la competencia de productos que resultan más accesibles para los uruguayos comprarlos en el exterior que acá. Por un lado, están los efectos a partir de la diferencia cambiaria en Argentina, y por otro lado las compras por Internet, que no sólo –como vimos– tienen un componente atractivo desde el punto de vista del precio, si no que también se han extendido como costumbre comercial.

Seguiremos atentos entonces a estos temas y al impacto que pueda darse en los próximos meses.

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