Análisis Económico

El cierre de la zafra agrícola de verano y expectativas para la zafra de invierno que comienza

Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.

(emitido a las 8:38 Hs.)

ROMINA ANDRIOLI (RA):
Con la zafra agrícola de verano ya casi totalmente cosechada y comenzando la zafra de invierno 2013, parece un buen momento para poner la mirada en la agricultura uruguaya. ¿Cómo se analizan los resultados de este último ejercicio agrícola? ¿Cuáles son las perspectivas para el ciclo que comienza? De esto vamos a estar conversando con la economista Florencia Carriquiry de la consultora Deloitte.

La información que ha aparecido en prensa en las últimas semanas apunta a que la cosecha de verano, en particular la de soja, habría tenido muy buenos resultados, ¿verdad?

FC: -  Efectivamente. En el caso de la soja, se está hablando de rendimientos muy buenos en casi todas las zonas productoras del país. En nuestras estimaciones estamos trabajando con rendimientos promedio para todo el país de alrededor de 2.500 kilos por hectárea, pero en las zonas de mayor productividad se está hablando de rindes superiores incluso a los 3.000 kilogramos por hectárea. Si esto se confirma, estaríamos viendo un aumento incluso frente a la zafra pasada, que ya había marcado un rendimiento record, de 2.400 kilogramos por hectárea en promedio.

Estaríamos acumulando dos años de rendimientos muy altos, sobre todo en comparación a lo que solíamos ver en Uruguay. De hecho, desde que la soja comenzó a absorber un área significativa de siembra, a principios de la década de los 2000, el rendimiento promedio se había ubicado en torno a los 1.900 kilos por hectárea y no había logrado consolidar una tendencia al alza como sí se ha observado en otros cultivos.

No sabemos si estos niveles llegaron para quedarse (sobre todo porque en ambos años la soja se benefició de condiciones climáticas realmente muy buenas, que difícilmente se mantengan todos los veranos), pero sin dudas es un hecho bien relevante para el agro uruguayo que se empiecen a observar mejores rindes en este cultivo, que es el principal en el país.
 

RA: - ¿Qué estimaciones se manejan a nivel de otros cultivos de verano?

FC: - La soja es indiscutiblemente el principal cultivo de verano, con un  área que habría superado el millón de hectáreas según estimaciones no oficiales. En ese sentido, el partido se juega sobre todo con la soja. Sin embargo,  también hay que destacar los buenos resultados del maíz. El área cultivada este último verano con maíz fue de alrededor de 130.000 hectáreas (la más alta desde 1980) y los rendimientos habrían marcado un nuevo récord también. Según estimaciones preliminares, en el maíz se alcanzaría un promedio de 6.000 kilogramos por hectárea, que es 500 kilogramos superior al anterior récord y significa  un aumento de 1.700 kilos por hectárea frente al verano 2011/2012.  Con los cuál los resultados productivos tanto en soja como en maíz, cerrarían con récord históricos en esta última campaña.


RA: -  Con esos rindes, ¿qué estimaciones se manejan en materia de resultados económicos en estos cultivos?


FC: - Si consideramos exclusivamente la zafra de verano los cultivos van a cerrar con muy buenos resultados. Particularmente en el caso de la soja, con un rinde como decíamos de 2.500 kilos por hectárea en promedio y pese a que los costos de implantación han seguido subiendo y están en niveles muy altos, nuestras estimaciones arrojan un margen promedio (antes de la renta de la tierra) de más de 600 dólares por hectárea. Es un margen muy superior incluso al de la zafra anterior, que ya había sido buena.  En este sentido, vale aclarar que en esas estimaciones estamos manejando un precio medio en torno a los 500 dólares la tonelada de soja.

La situación de cada productor puede ser diferente, en función del rinde efectivamente registrado en sus chacras y del precio medio al que efectivamente terminen colocando su cosecha (que puede variar bastante en función del momento de venta) pero en cualquier caso parecería que salvo raras excepciones los resultados económicos en la soja estarían siendo realmente muy buenos este año.


RA: - Supongo que esto es particularmente bienvenido por los productores este año, porque la zafra del invierno pasado había arrojado números muy malos en general, ¿verdad?

FC: - Sin dudas. Los resultados de la zafra del invierno de 2012 fueron muy malos, tanto en el cultivo de trigo como en la cebada. Ambos cultivos fueron afectados muy fuertemente por el exceso de lluvias y eso generó varias dificultades. Por ejemplo, el rendimiento medio del trigo cayó casi 20% con respecto al ciclo previo y se ubicó en 2.700 kilogramos por hectárea (que es el más bajo desde el invierno 2002). Por otro lado, a la caída del rendimiento, hay que adicionarle que alrededor del 20% del trigo no habría sido apto para el procesamiento industrial (por problemas de calidad), lo cual significa que se debió mezclar con trigo de mejor calidad o en las situaciones más extremas vender para forraje.  En cualquier caso, esta situación impacta en los valores de venta.

La buena noticia es que en ese contexto de escasez de trigo (que también se vio en los demás países de la región), los precios del trigo local aumentaron y se despegaron de las referencias internacionales (como la de Chicago) y eso permitió compensar, al menos en parte, los impactos del menor rendimiento y la falta de calidad. Ahora, según nuestras estimaciones, el margen del trigo habría caído sensiblemente frente a la zafra anterior y en el caso de algunos productores (los más afectados por el clima) habría sido prácticamente nulo o negativo (incluso antes del pago de la renta de la tierra).

En el caso de la cebada, mientras tanto, los números habrían sido incluso peores, porque es un cultivo más sensible al exceso hídrico y en el cual los precios, por contrato con las malterías, están atados esencialmente a lo que suceda en Chicago (por lo cual no se beneficiaron prácticamente de la suba del precio del trigo local).


RA: - Ahora, hasta el momento mencionaste siempre que hablabas de márgenes antes de la renta de la tierra, ¿cómo evolucionó este componente del costo que para muchos productores, que son arrendatarios, resulta clave?

FC: - Según las cifras disponibles, que publica el Ministerio de Ganadería, la renta de la tierra habría mostrado un aumento en el último ciclo. Concretamente, los arrendamientos de tierras netamente agrícolas se situaron en la primera mitad del 2012 en unos 370 dólares por hectárea, mientras que en el promedio de 2011 se habían ubicado en promedio en menos de 320 dólares por hectárea. Estrictamente, la renta agrícola tiende a fijarse en términos de kilogramos de soja (por lo cual al cambiar el precio cambia el valor de la renta) pero igualmente este valor que publica el Ministerio sirve a modo de referencia.


RA: - Entonces, con estos elementos, ¿cómo habría sido el cierre del conjunto del ejercicio agrícola 2012/2013?

FC: - En el cierre del ejercicio de cada productor inciden múltiples factores. No sólo cómo le afectó el clima específicamente sino que obviamente depende de su modelo de negocios, del tipo de actividad que hace en su establecimiento (y como las combina). Ahora, si nos remitimos a un productor netamente agrícola, el grueso de su resultado en el ejercicio seguramente se jugó en los números que dejó la rotación clásica trigo-soja. En ese sentido, si nos basamos en los números que mencionaba antes para estos cultivos, promediamente los resultados pobres del trigo habrían sido compensados con los buenos márgenes de la soja y en el conjunto del ciclo 2012/2013 se habría obtenido un resultado similar al del ejercicio anterior.

 
RA: -¿Cuáles son las perspectivas para la zafra de invierno que está comenzando?

FC: - Hay analistas que tienden a esperar una leve recuperación del área sembrada en este invierno (frente al bajo registro del año pasado), pero en general las perspectivas no son muy auspiciosas. En el caso del trigo, las cotizaciones internacionales vienen bajando en estas últimas semanas por las buenas perspectivas de producción a nivel mundial (en Chicago el trigo está cotizando apenas por encima de los 250 dólares la tonelada) y, si bien los precios regionales y locales siguen por encima de los internacionales, también han bajado, y eso genera bastante incertidumbre en relación a los márgenes de esta próxima zafra. Según señalan los productores, con los costos actuales, y teniendo en mente estos precios, van a hacer falta muy buenos rendimientos para que los números cierren este año.

El caso de la cebada es diferente porque el área cultivada se hace casi exclusivamente en contrato con las malterías. En principio, apuntando a rindes más normales, para la industria sería suficiente que el área se mantenga en los mismos niveles del año pasado, pero con el mal resultado económico del ciclo anterior, los productores están desestimulados. En ese marco, las malterías están haciendo algunos esfuerzos, que habrá que ver qué éxito tienen.

En definitiva, la combinación de los malos resultados de la campaña previa, la suba sostenida de los costos, y la reciente baja de precios imprimen bastante incertidumbre respecto al área que se va a terminar sembrando este invierno, pero difícilmente veamos un incremento muy relevante frente al año pasado.

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