El dato de PBI de Estados Unidos y las decisiones de la Reserva Federal: ¿cambios o continuidad en las tendencias económicas internacionales?
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8.47 Hs.)
EMILIANO COTELO:
El miércoles la atención de los mercados internacionales y de la prensa especializada estuvo nuevamente enfocada en Estados Unidos, dado que se esperaba con mucha ansiedad la reunión de la Reserva Federal (Fed) y en ese mismo día se publicaba también el dato de PBI del segundo trimestre.
En concreto, se conoció que Estados Unidos creció 1,7% en términos anualizados en el segundo trimestre del año, un dato que fue, en líneas generales, catalogado como positivo por los analistas. Sin embargo, la Reserva Federal no anunció ningún cambio y volvió a subrayar la necesidad de mantener una política monetaria bien expansiva.
¿Qué lectura tenemos que hacer de estos datos y de estos anuncios? ¿Habrá una pausa en los cambios que habíamos empezado a ver en el contexto internacional? De esto vamos a conversar con la economista Florencia Carriquiry de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI:
¿Por qué generaba tanta expectativa esta reunión de la Reserva Federal?
FLORENCIA CARRIQUIRY:
Para entender por qué esta reunión de la Fed generó tanta atención debemos ir un poco atrás en el tiempo y recordar lo que se anunció tras la reunión de junio. Si bien en esa oportunidad no se modificaron los lineamientos de la política monetaria, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo que si la economía seguía creciendo al ritmo que lo venía haciendo en los últimos tiempos, cabía la posibilidad de comenzar a reducir el programa de compra de títulos públicos y privados conocido en inglés como "Quantitative Easing", que en los últimos años ha implicado una expansión de la cantidad de dinero muy importante por parte de la Reserva Federal.
Eso, que había sido simplemente un anuncio sin ninguna acción concreta, había generado igualmente una reacción muy contundente en los mercados. Las tasas de interés de largo plazo en Estados Unidos subieron, el dólar se fortaleció de forma bastante generalizada y los activos de los países emergentes, tanto públicos como privados, tendieron a desvalorizarse.
Por eso es que el mercado estaba esperando esta reunión con tanta ansiedad., se esperaba que se diera alguna señal adicional que permitiera entender mejor los próximos pasos de la política monetaria en Estados Unidos. En particular, estaba la duda de si efectivamente se anunciaría algún plan más concreto para quitar estos estímulos monetarios o si, por el contrario, se reafirmaría la tónica ultra expansiva de los últimos años.
RA - ¿Y qué fue lo que finalmente se decidió?
FC - Finalmente la Reserva Federal no introdujo ningún cambio en la política monetaria. Se mantuvo la tasa de referencia en un rango de 0%-0,25% y el programa de compra de activos se dejó tal cual venía. Sobre el primer punto no había ninguna controversia, es decir nadie esperaba que eso fuera a cambiar, dado que la Fed ha sido bien explícita en señalar la necesidad de mantener tasas bajas hasta que la recuperación de la economía se consolide. Sin embargo, sí cabía alguna posibilidad, como decía recién, de que la Fed anunciara alguna modificación en el programa de compra de activos, algo que finalmente no sucedió.
Seguramente la Fed quiso bajarle el tono a las discusiones que se habían generado en torno al retiro o no de los estímulos monetarios y volver a mandar un mensaje firme a los mercados de que la política monetaria seguirá siendo muy laxa. Si bien la Fed reconoció que la economía mejoró, señaló que el crecimiento en la primera mitad del año fue "modesto" y que la inflación sigue por debajo del objetivo de la Fed, de 2%, lo cual no genera ninguna presión para apresurarse a tomar medidas.
RA - Florencia, justamente eso te quería preguntar. Hace ya varios meses que se señala que la economía norteamericana viene mostrando un buen desempeño. En particular, el último dato de PBI, del segundo trimestre, fue relativamente favorable de acuerdo a la prensa internacional. ¿Cómo lo ven ustedes?
FC - Es así, Romina. Desde que arrancó el año se han acumulado varios datos que muestran un panorama más positivo de la economía de Estados Unidos. El consumo de los hogares ha ganado dinamismo, la creación de puestos de trabajo se mantiene firme y el sector inmobiliario se muestra más sólido.
El dato de PBI del segundo trimestre, que conocimos el miércoles, es un indicador más que confirma esta tendencia. Como tú señalabas al principio, en el segundo trimestre del año el PBI tuvo un crecimiento de 1,7% en términos anualizados (que es como se publican las cifras de PBI en Estados Unidos). A priori, puede ser una cifra que no parezca muy alentadora, pero hay que tener en cuenta dos cosas. Primero, fue un crecimiento bastante superior a lo que los analistas internacionales estaban esperando, más en torno de 1%. Y, segundo, se da en un trimestre en el que están pegando de lleno los ajustes fiscales que empezaron a regir a comienzos de año, que involucraron aumentos de impuestos que afectan el gasto de los hogares y también recortes del gasto público. Teniendo en cuenta estos elementos, el crecimiento de 1,7% es relativamente positivo en nuestra opinión.
Otro tema a mencionar es que las autoridades realizaron algunos cambios metodológicos en la forma en que se mide el PBI. No vale la pena demasiado entrar en los detalles técnicos de esos cambios, lo importante es que esos cambios generaron correcciones hacia atrás en las series de PBI. En particular, se informó que la caída del PIB de 2009 fue algo menor a la que se había estimado previamente y que la economía creció seis décimas más en 2012 (pasando de 2,2% a 2,8%). Eso pauta que la recuperación tras la crisis de Lehman Brothers fue algo más fuerte y eso también fue evaluado favorablemente por los mercados.
RA - Queda claro ese último punto. Ahora, volviendo al dato del segundo trimestre, recién comentabas que los ajustes fiscales tendían a afectar el consumo de los hogares. ¿Podemos repasar las últimas cifras en ese sentido?
FC - Sí. En el segundo trimestre el consumo privado aumentó 1,8% en términos anualizados, eso es algo menos que lo que creció en el primer trimestre del año, pero hay que tener en cuenta que en este último dato están incidiendo de lleno los aumentos de impuestos que se decidieron a comienzos de año. Si tenemos eso en cuenta, el comportamiento del consumo privado también luce relativamente satisfactorio.
Como hemos comentado otras veces en este espacio, el buen desempeño del gasto de los hogares (que representa el 70% del PBI de Estados Unidos) recoge en parte lo que los economistas llamamos un "efecto riqueza positivo". Con esta expresión nos referimos a que en algunas ocasiones las familias gastan más porque se sienten más ricas. Y en estos últimos meses es muy probable que algo de esto esté sucediendo, dado que la suba de las bolsas desde principios de 2013 y la recuperación del precio de las viviendas seguramente haya mejorado el patrimonio o el balance de los hogares. Y el otro punto a destacar es la evolución del mercado de trabajo, que desde que arrancó este año ha ganado dinamismo (con unos 200.000 puestos de trabajo nuevos por mes) y probablemente también esté influyendo en la confianza de los consumidores.
RA - Es claro, entonces, que el consumo está mejorando... ¿La inversión también repuntó?
FC - Sí. La inversión en activos fijos tuvo un crecimiento fuerte en 2012, luego en el primer trimestre de este año había caído, pero ahora volvió a repuntar de forma clara, con un crecimiento de 6,3%. Ese crecimiento fue generalizado entre los distintos rubros de inversión, pero al igual que viene pasando hace ya varios trimestres la inversión residencial mostró nuevamente un gran dinamismo, creciendo a tasas de 13% en términos anualizados. Este crecimiento confirma el buen desempeño que está teniendo el sector inmobiliario en Estados Unidos, que tras la caída fuerte que tuvo con la crisis se está recuperando y se ha convertido en uno de los ejes del crecimiento de la economía.
RA - Para terminar, Florencia, ¿Qué impactos pueden tener estos datos y anuncios en Estados Unidos sobre el contexto financiero internacional?
FC - No debemos perder de vista que el crecimiento en Estados Unidos sigue siendo relativamente bajo, mejor que el de trimestres anteriores pero igual relativamente bajo. En este trimestre el PBI aumentó 1,7% y en el primer trimestre el crecimiento fue revisado a la baja hasta 1,1%, esos no son números demasiado contundentes o sólidos y seguramente eso haya pesado en la decisión de la Fed de no avanzar con el retiro de los estímulos. Desde esa perspectiva, creemos que las tasas de interés seguirán en niveles bajos al menos hasta fines de 2014 y eso es consistente con un dólar todavía débil en el mundo.
Sin embargo, tampoco podemos desconocer que los últimos datos vienen siendo más positivos y que efectivamente hay un mayor optimismo en relación a la recuperación de Estados Unidos en los mercados. De hecho, los movimientos de los mercados en los últimos meses respaldan ese mayor optimismo; la T-10 (la tasa de interés de las Notas a diez años de plazo de Estados Unidos) subió hasta 2,70%, cuando tres meses atrás estaba en 1,80%, y el dólar se fortaleció de forma generalizada. Por eso, nosotros preferimos decir que el ciclo de tasas bajas y dólar barato no se ha terminado ni mucho menos pero está comenzando a revertirse. Esa reversión no va ser de un día para el otro sino que va a ser gradual y seguramente con volatilidad. En cualquier caso, más allá de la rapidez con la que se den los ajustes en el marco internacional, las economías emergentes como Uruguay deberían tomar nota de este cambio que comienza a verse en el contexto internacional, que ya no se presenta tan favorable como en años previos y que hace necesario realizar a tiempo los ajustes que se requieran en las políticas económicas, en vez de esperar a último momento cuando los ajustes deben hacerse más apurados y tienden a ser más "dolorosos".
***