Análisis Económico

El Banco Central de Brasil volvió a subir la tasa Selic y adoptó nuevas medidas para contener la suba del dólar

Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.


(emitido a las 7.47 Hs.)

ROMINA ANDRIOLI:
Esta semana el Banco Central de Brasil subió nuevamente la tasa de referencia de la política monetaria. El aumento fue de 50 puntos básicos, de forma que la tasa Selic llegó a 9% anual.

Esta es la cuarta vez que el Banco Central ajusta la Selic en solo cuatro meses para tratar de frenar la inflación. ¿Qué éxito han tenido estos ajustes hasta ahora? ¿Cómo incide este proceso en la cotización del dólar? ¿Cómo son las perspectivas de precios y tipo de cambio para lo que resta del año y la incidencia puede tener esta decisión de Brasil en nuestro país? Les proponemos conversar sobre estos temas con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.

Tamara, ¿se esperaba un ajuste de la tasa en la reunión del Comité de Política Monetaria de esta semana? Te lo pregunto porque las presiones de inflación siguen siendo importantes en Brasil, pero al mismo tiempo la economía sigue creciendo relativamente poco.

TAMARA SCHANDY:
Es verdad. Desde el punto de vista del crecimiento económico quizás es difícil justificar una política monetaria más restrictiva, sobre todo en un contexto internacional que se ha tornado notoriamente más negativo. Pero desde hace tiempo que tenemos ese panorama de bajo crecimiento y eso no ha evitado que el Banco Central suba la tasa. Podría discutirse que las últimas dos administraciones han sido más "blandas" con la inflación que el primer gobierno de Lula, pero de todas maneras sigue siendo bastante claro que Brasil tiene un foco fuerte en mantener la inflación dentro de los límites del rango meta. Por esa razón esta suba de la tasa estaba prácticamente descontada. En definitiva, Romina, en los últimos meses la inflación ha cedido muy poco desde los niveles que motivaron en abril el comienzo de este ciclo de aumento de las tasas.

RA - ¿Podemos repasar brevemente cómo han sido las cifras de inflación en los últimos meses?

TS - Cuando se inició la suba de tasas en abril los aumentos del IPC estaban en el orden o apenas por encima de 6,5% anual, que es el límite superior del rango meta en Brasil. El último dato, que corresponde a julio, marca una inflación de 6,3%, que es un poquito menor pero todavía muy alta para los parámetros de las autoridades brasileras.

Se ha sumado, además, la preocupación por los impactos que puede tener la suba del dólar sobre la inflación. En cifras gruesas el tipo de cambio pasó de fluctuar apenas por arriba de 2 reales por dólar en los primeros meses del año a valores de 2,40 en estas últimas semanas. Desde la lógica con la que se viene moviendo el Banco Central de Brasil, esto es una razón más para subir la Selic. Recordemos que, con todo lo demás igual, una tasa más alta juega a favor de un dólar más bajo.

RA - De hecho, Tamara, paralelamente se están tomando varias medidas para tratar de contener la suba del dólar, ¿verdad? La semana pasada, por ejemplo, se anunció un programa masivo de venta de dólares.


TS - Exactamente. Estamos viendo bastante reticencia en Brasil a aceptar una suba muy fuerte o muy rápida de la cotización del dólar.

El anuncio de la semana pasada fue de un programa de venta de dólares bajo distintas modalidades (básicamente swaps y ventas con pacto de recompra). Según los montos que se manejaron, habría regularmente cada semana operaciones de venta por hasta 3 mil millones de dólares. Eso supone que en lo que resta del año serían vendidos en estas modalidades unos 56 mil millones de dólares. Brasil ya viene haciendo operaciones de este tipo desde hace meses, pero este anuncio compromete la continuidad de ese proceso y lo hace por un monto que es algo superior a lo que se ha visto hasta ahora, probablemente buscando actuar sobre las expectativas del mercado e incidir para moderar la suba del tipo de cambio o incluso promover una baja.

Esto, además, no es lo único que se ha anunciado. De hecho desde junio ya hemos tenido modificaciones impositivas para alentar la entrada de capitales y también cambios en algunas regulaciones que apuntan a aliviar la presión de compra de dólares que podrían tener los bancos en el mercado.

RA - ¿Qué eficacia tiene para ustedes todo este paquete de medidas?

TS - Es imposible decir qué habría pasado sin estos anuncios y medidas, pero tendemos a pensar que el impacto es acotado. Por ejemplo, a pesar de la magnitud de las ventas que anunció el Banco Central la semana pasada el dólar en Brasil cotizaba ayer en 2,36 reales por dólar, menos de 5% por abajo del pico de 2,45 que tuvo días previos. Y está, con ese valor, más de 15% por arriba de los niveles apenas superiores a 2 reales por dólar que veíamos hasta el primer trimestre del año (o hasta principios de mayo, de hecho).

Lo que sucede es que al mismo tiempo se está procesado un cambio muy importante en el contexto internacional. Se están consolidando las expectativas de aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, se están consolidando también algunas preocupaciones por la salud de las economías emergentes y en ese marco estamos viendo una salida de capitales bastante importante desde muchos de estos países, que lógicamente va acompañada de un debilitamiento de las divisas o –lo que es lo mismo– de una apreciación del dólar bastante generalizada en el mundo.

RA - Brasil obviamente no es ajeno a esta tendencia...

TS - Por supuesto que no. Anuncios o medidas como las que estamos viendo en Brasil pueden atenuar transitoriamente el aumento del tipo de cambio, pero si se sigue afianzando este cambio de expectativas en el mundo entonces es poco probable que Brasil pueda evitar una depreciación de su moneda.

RA - ¿Debemos esperar entonces un dólar más alto en Brasil? Esto supongo es importante a la hora de pensar las perspectivas del dólar también en nuestro país.

TS - En buena medida depende del mundo. A nivel internacional se está viendo una preocupación cada vez mayor por el mundo emergente y en particular por los llamados BRICs (Brasil, Rusia, India y China), que hasta hace poco eran vistos con mucho optimismo como motores del mundo. Puede haber algo de transitorio en este cambio de visión pero también es cierto que si las tasas en Estados Unidos empiezan a subir y empiezan a subir en general los rendimientos de invertir en el mundo desarrollado, es lógico que haya cierta reversión en los flujos de capitales hacia los mercados emergentes. O al menos hacia algunos de ellos. ¿Quiénes sufrirán más? En buena medida dependerá de los fundamentos macro de cada uno y de cómo sean percibidos los distintos países en su capacidad para soportar el nuevo marco internacional.

Para Brasil, a su vez, no tenemos que perder de vista que viene de años de muy bajo crecimiento económico.

RA - Hoy justamente vamos a conocer los datos oficiales del PBI del segundo trimestre del año.

TS - Sí, pero a pesar de que se espera cierta aceleración respecto de los trimestres anteriores, probablemente no va a cambiar el diagnóstico de bajo crecimiento, con tasas anuales de menos de 2,5% anual. En términos generales, desde el punto de vista de la actividad económica de alguna manera podría decirse que Brasil necesita un dólar más alto.

En síntesis, pensamos que desde Uruguay deberíamos tener en cuenta la posibilidad de ver cotizaciones del dólar aún más altas en Brasil y que es poco probable que el gobierno pueda evitarlas con más subas de la Selic (que de hecho son muy probables) o en base a medidas como las que hemos visto en los últimos meses. La clave va a estar en si se consolida este fortalecimiento del dólar en el mundo y si sigue avanzando la salida de capitales de los mercados emergentes. Puede que los datos económicos de Estados Unidos "decepcionen" y que haya cierta marcha atrás en este optimismo que hemos estado viviendo desde hace un par de meses, pero si el cambio de expectativas que estamos viendo desde mayo se profundiza entonces es difícil que podamos pensar niveles más bajos de tipo de cambio en la región.

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