La inflación de setiembre fue de 1,36%, superando las expectativas y marcando una significativa persistencia inflacionaria
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 9:24 Hs.)
EMILIANO COTELO:
La inflación de setiembre se ubicó en 1,36% y dejó el registro anual en 9,02%. El dato, divulgado ayer por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), fue bastante superior a lo esperado por la mayoría de los analistas y, de esa manera, la inflación vuelve a quedar en el centro del debate económico.
Vamos a examinar estas cifras con más detalle en diálogo con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANRDIOLI:
Florencia, ¿cómo vieron ustedes este dato de inflación? La mediana de la encuesta de expectativas del Banco Central estaba en 0,85% para setiembre, bastante por debajo de ese registro de 1,4% que se terminó dando. ¿El registro fue más alto de lo esperado por ustedes también?
FLORENCIA CARRIQUIRY:
Sí. Sin dudas el dato no sólo resulta llamativamente alto en la comparación histórica para un mes como setiembre, que no suele tener registros tan altos, sino que estuvo bastante por encima de lo que estábamos proyectando la mayoría de los analistas. Como tu decías, la mediana de la encuesta del Banco Central apuntaba a una inflación de 0,85% en el mes y nuestra última estimación (luego de conocida la suba de los combustibles y de los servicios de transporte) era de 0,9%. Con lo cual, podemos decir que el registro de setiembre fue significativamente mayor a lo esperado.
Con este registro, como recién mencionaban, la inflación anual volvió a ubicarse en torno a 9% (ya estaba en 8,9% en los doce meses a agosto), en un terreno incómodo por su cercanía a los dos dígitos.
RA - ¿Por qué terminó siendo tan alto el registro de setiembre?
FC - Esencialmente, hubo dos grandes factores. Por un lado, el aumento de los combustibles y su impacto en los servicios de transporte y, por otro lado, la mayor inflación a nivel de alimentos, donde estuvieron de hecho las principales "sorpresas" por decirlo de alguna manera.
En concreto, el aumento de los combustibles y de los servicios de transporte, incluso cuando no entraron en su totalidad en el mes porque la mayoría de los ajustes se dieron entre el 10 y el 20 de setiembre, explicaron buena parte de la inflación de 1,7% que vimos a nivel de los precios administrados (aunque también subieron algunos precios relacionados a la salud) y que terminó justificando más de 3 décimas del registro de 1,4% del mes.
Ahora, como decía, más allá de este elemento, tuvimos a nivel de los alimentos y las bebidas no alcohólicas una inflación muy significativa en el mes (de 2,23% si incluimos frutas y verduras y de 1,5% sin incluirlas) que, al menos en nuestro caso, no estaba totalmente contemplada y explicó buena parte del error de pronóstico en setiembre.
RA - Dentro de esa inflación en alimentos, ¿hubo algún elemento en particular que explicó una suba tan relevante?
FC - Como recién mencionaba, la inflación en el rubro alimentos y bebidas no alcohólicas, incluyendo frutas y verduras, fue de 2,23% en el mes. Allí las mismas frutas y verduras tuvieron incrementos de precios muy fuertes, de 5,7% en promedio.
Pero más allá de este componente de la canasta, que suele ser muy volátil (y que en ese sentido no es raro "sorprenda" a veces con variaciones muy fuertes de un mes para otro), también vimos aumentos importantes en otros rubros de alimentos relevantes en la canasta de consumo, no en todos los casos esperados. Por ejemplo, dentro de las carnes, el pollo subió más de 6%, la yerba tuvo un nuevo aumento de 7% en el mes. Hubo también un incremento significativo (de más de 1% en el mes) a nivel de panificados y de lácteos, sobre todo en este caso por el incremento del precio de la leche, que sí ya estaba incorporado.
En definitiva, podemos decir que prácticamente todos los rubros de alimentos más importantes tuvieron aumentos relativamente fuertes en el mes.
RA - Y más allá del impacto de los combustibles y servicios de transporte y de los alimentos, ¿qué sucedió a nivel de otros componentes relevantes de la canasta?
FC - En lo que hace a otros bienes transables que son comercializables con el exterior, sin incluir alimentos, al igual que en julio la inflación fue relativamente alta (de casi 1%) pero eso en buena medida era esperado, en un contexto de suba del dólar. Hay que recordar que si bien en la comparación punta a punta el dólar bajó en setiembre, en el promedio del mes aumentó 1,3% y eso pega de forma bastante directa en varios productos importados, que incluso se comercian en dólares en muchos casos (como los automóviles o los electrodomésticos).
Mientras tanto, la inflación a nivel de bienes y servicios no transables que son todos aquellos que no se comercian internacionalmente y cuyos precios se fijan por tanto en función del juego de oferta-demanda a nivel local, también estuvo en línea con lo esperado, por debajo de 1% en el mes. De esa manera, la inflación no transable en términos de doce meses se mantuvo levemente por debajo de 9%, confirmando cierta moderación respecto a años previos, cuando estaba estabilizada en torno a 10%, pero permaneciendo igualmente en niveles altos.
RA - Con estos datos, entonces, ¿qué análisis o qué diagnóstico hacen de la evolución reciente de la inflación?
FC - A nuestro juicio sin dudas estamos viendo una persistencia muy significativa de las presiones inflacionarias. Si bien en la suba de 1,4% del mes hubo una incidencia muy relevante de precios administrados y de las frutas y verduras, nuestra estimación de inflación subyacente (que depura la evolución de los precios al consumo de lo que sucede con estos dos componentes, para quedarse con una mejor señal de lo que está pasando con las presiones inflacionarias) fue de 1% en setiembre, después de haberse ubicado en 1,1% en agosto. Ya son dos meses de una inflación subyacente en torno de 1%, cosa que no se veía desde hace varios meses. De esa manera, en la medición anual la inflación subyacente se mantuvo en 8%, sin dar muestras de ceder e incluso mostrando cierta tendencia de suba, en un marco de desaceleración de la economía. En ese sentido, no deja de ser llamativo que la inflación no ha logrado ceder de forma clara de niveles en torno a 8% desde 2011, incluso cuando la economía pasó de crecer a un ritmo anual de más de 6% en ese momento a un ritmo de menos de 4% anual en la actualidad.
RA - Para terminar, ¿cómo quedan las proyecciones de inflación para estos próximos meses?
FC - Estamos revisando nuestras proyecciones, que quizás debamos aumentar alguna décima para este año a la luz de estas últimas novedades, pero en términos gruesos nuestras estimaciones siguen apuntando a una inflación persistente en los próximos meses, cerrando en torno de 8,5% este año y por encima nuevamente de 8% también en 2014.
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