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Iglesias advierte sobre efectos de cesación de pagos en EEUU

Iglesias advierte sobre efectos de cesación de pagos en EEUU

Enrique Iglesias advirtió sobre los efectos que tendrá en América Latina el hecho que Estados Unidos entrara en cesación de pagos. Aseguró que sería una "zancadilla" al crecimiento de la región. Dijo no entender cómo ese país no logra un acuerdo político para solucionar una crisis "inentendible".

En su calidad de secretario general iberoamericano y de expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Iglesias participó en las últimas horas en un encuentro organizado por el organismo en donde se analizó la situación de la clase media en el continente.

Todo esto en momentos en que EEUU busca una salida que evite un agravamiento de la crisis polítíca que vive y que ocasionó el cierre temporal del gobierno federal por la falta de Presupuesto.

El presidente Barack Obama y los principales senadores republicanos se reunieron ayer en procura de un acuerdo para elevar el tope de endeudamiento, sin el cual el próximo jueves ese país entraría en cesación de pagos.

Consultado por la edición TV del diario "El País" de Madrid, Iglesias se refirió a los posibles impactos que podría tener este hecho en América Latina.

El secretario general latinoamericano consideró que habría efectos sobre las tasas de interés y el crédito internacional, considerando "difícil de entender" cómo ese país llegó a esta situación.

"No es bueno. Deprimiría las bolsas. Habría una zancadilla al progreso de la región y al progreso del mundo. Nadie lo entiende. Yo no puedo creer como el país líder del mundo en materia económica y política en cierta manera no se ponga de acuerdo en resolver ese tema", expresó Iglesias.

El tope de endeudamiento solicitado por la administración Obama es 16,7 millones de millones de dólares.

El Partido Republicano mantiene los contactos con la Casa Blanca para solucionar la crisis. Aunque no se ha llegado a ningún acuerdo, la sucesión de iniciativas confirma la sensación de un cauto acercamiento entre la Casa Blanca y el Capitolio para poner fin a la parálisis fiscal de Washington.

El pasado jueves, los representantes republicanos le presentaron a Obama su propia oferta, que incluía una ampliación del techo de la deuda de seis semanas, un período demasiado corto que no satisface a la formación demócrata ni a los miembros de su propio partido en el Senado.

A su vez, los senadores plantearon una propuesta que sí contempla el fin de la parálisis de la Administración, con un presupuesto que garantiza la financiación del Gobierno entre seis meses y un año.

Incluye sí reformas en varios aspectos de la reforma sanitaria, que, si bien no afectan al corazón de la ley, suponen el principal obstáculo para que esta nueva propuesta pueda ser aceptada tanto por la Casa Blanca como por los senadores demócratas, que han dejado claro que no respaldarán ningún proyecto normativo que afecte a la legislación sanitaria de Obama.