Economía

Deloitte: deudores en UR no pagaron ni pagarán más que deudores en UI

Deloitte: deudores en UR no pagaron ni pagarán más que deudores en UI

De acuerdo a un informe de la consultora Deloitte, los deudores en UR del Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) no se han visto perjudicados por la evolución de la Unidad Reajustable.

La semana pasada el Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) señaló que permitirá a los clientes que tomaron créditos en Unidades Reajustables cambiar la moneda de esos préstamos a Unidades Indexadas, pero incrementando para eso la tasa de interés. Grupos de deudores señalaron que esa propuesta no atiende la problemática que ellos plantean.

En concreto, los deudores sostienen que el costo del crédito se ha vuelto excesivo ante el aumento sostenido que muestra la Unidad Reajustable y por eso reclaman medidas de alivio. Por el contrario, desde el gobierno se señala que no habrá otras propuestas.

El economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte afirmó que el problema debe analizarse desde lo que significa en sí misma la solicitud de modificación de los términos de los contratos de endeudamiento. "Esta es una perspectiva relevante porque las decisiones que se toman en este sentido tienen múltiples significaciones", sostuvo.

El experto explicó que quien toma un crédito obtiene el préstamo a cambio de aceptar la obligación de pagar el crédito y a cambio de asumir algunos riesgos, entre otros, el riesgo de que la moneda del crédito se aprecie. En este caso, el riesgo de que la UR se valorice. "Esta perspectiva normativa (que enfatiza las obligaciones de las personas) se pierde de vista con frecuencia en los debates públicos sobre el endeudamiento, particularmente en los casos en los que el acreedor es un banco estatal como el BHU", explicó.

Por otro lado, advirtió Roselli que si el Gobierno y el BHU accedieran fácilmente a este tipo de reclamos, estarían alentando para el futuro otros reclamos similares "Hoy los deudores en UR reclaman que la UR sube mucho, mañana podrían ser los deudores en UI diciendo lo mismo Por otra parte, es evidente que atender este tipo de reclamos tiene un costo, que puede ser mayor o menor en función de lo que se termine concediendo, pero ese costo debe ser absorbido por alguien.

De ceder a un reclamo de este tipo, el costo en primera instancia debería ser absorbido por el Banco. "Que es propiedad estatal. Y eso tiene un impacto o bien en los contribuyentes, si luego el Estado debe inyectar capital al banco) o bien en otros posibles tomadores de créditos, porque el Banco contará con menos fondos prestables".

"A nuestro juicio, no se puede sostener que los deudores en UR se han visto perjudicados por la evolución de la unidad reajustable", afirmó Roselli.

Deloitte llegó a esa conclusión analizando cómo ha subido la Unidad Reajustable en relación a la Unidad Indexada en los últimos años.

"La UR sigue la evolución del Indice Medio de Salarios y se ajusta mensualmente... La UR se creó a fines de los años 60. La Unidad Indexada se creó en junio de 2002 y sigue la evolución mensual del IPC con variaciones diarias... Desde que se creó la UI en 2002 y hasta setiembre de este año, la Unidad Reajustable acumula una suba de 18% por encima de la UI".

"Visto así, parece una diferencia importante. Sin embargo, para evaluar si haber tomado un préstamo en UR resultó perjudicial para el deudor hay que tener en cuenta varios otros elementos", explicó Roselli.

De acuerdo al informe de Deloitte, la comparación anterior indica que la Unidad Reajustable se encareció en relación a la Unidad Indexada desde mediados de 2002 hasta ahora.

"Pero esa comparación es muy poco relevante porque en realidad quienes tomaron crédito en UR no lo hicieron en el 2002.  Hay que tener presente que después de la crisis de 2002 el BHU pasó varios años sin conceder créditos. El BHU volvió a dar créditos recién en 2009. Desde el 2009 para acá los préstamos se dan en Unidades Indexadas. Por eso mismo, quienes hoy son deudores en UR en general tomaron sus préstamos en los años 90 -a lo sumo a inicios de 2000 o 2001-, asumiendo que pagaron puntualmente sus cuotas, si hubo atrasos significativos, los préstamos pueden venir de más atrás", sostuvo Roselli.

"No tiene sentido considerar solamente el valor actual de la UR sino toda la trayectoria de la UR a lo largo de la vida del préstamo. ¿Por qué digo esto? Porque en medio de la crisis de 2002 se produjo una fuerte caída del salario real".

"Eso determinó que el valor de las cuotas de los préstamos en UR bajara fuertemente en términos reales durante la crisis... y que recién a fines de 2009 el valor de la cuota en términos reales volviera al nivel previo a la crisis... La Unidad Indexada en sí no existía en los años 90 pero como la UI va igual que el IPC podemos calcular cuál habría sido su valor en cualquier momento del tiempo... Si un deudor hubiera tomado un préstamo en UI en los años 90, durante el período 2002-2009 habría pagado cuotas más altas que si hubiese tomado el crédito en UR".

Si se realiza la comparación cuando se creó la UI, no debe olvidando de este efecto.

"Y en tercer lugar, para comparar opciones de préstamos también importa la tasa de interés. Las tasas de los préstamos hipotecarios en Unidades Indexadas -tanto en bancos privados como en el BHU- son más altas que las tasas de los préstamos en Unidades Reajustables que tiene el BHU".

Para tener en cuenta todos estos elementos a la vez, en Deloitte realizaron un ejercicio para simular cuánto habría pagado un deudor tanto habiendo tomado un crédito en UR como si lo hubiese tomado en UI, computando hacia atrás el valor de la UI.

"El ejercicio que hicimos considera una persona que a mediados de los años 90 tenía que tomar un capital para comprarse un inmueble... El BHU cobraba por entonces diversas tasas de interés en UR pero más o menos estaban en torno de 4,5%. Asumimos un plazo de 25 años. Y consideramos también el caso hipotético de que el BHU le hubiera ofrecido el mismo préstamo, al mismo plazo, pero en Unidades Indexadas a una tasa de interés del 6%, que son las tasas que se ven actualmente en los préstamos en UI".

Roselli agregó que como todo ejemplo, no puede representar con exactitud el 100% de los casos pero es un ejemplo muy representativo de la realidad que estamos analizando.

En ese ejercicio, Deloitte llegó a las siguientes conclusiones:

"En primer lugar, como la tasa de interés de los préstamos en UI es más alta, el valor inicial de la cuota mensual también es más alta... Es decir que si el deudor tomaba el préstamo en UI, empezaba con una cuota mensual mayor (15% mayor)".

"En segundo lugar, si nuestro deudor pagó puntualmente todas sus cuotas... el monto adeudado ahora no es tan distinto entre ambas opciones... El deudor en Unidades Indexadas debe un 5%-10% menos que el deudor en UR. Ese menor valor adeudado ahora recoge que la UR se encareció en los últimos años".

"Un tercer resultado muy relevante es que el deudor en UI habría realizado pagos notoriamente mayores que nuestro deudor en UR".

"Cuando vino la crisis de 2002 y el salario real cayó y el desempleo subió, si el deudor hubiese tomado el crédito en Unidades Indexadas habría visto un incremento de su cuota en pesos de 25%, mientras que los salarios y la UR ese año subieron 1% en pesos. El deudor en UR casi no tuvo un ajuste de su cuota medida en pesos en 2002", ejemplificó Rosselli.

"Nuestro deudor en UI ahora debe entre un 5% y un 10% menos que el deudor en UR pero la pasó mucho peor durante la crisis de 2002 y si sumamos todo lo que pagó desde que obtuvo el préstamo, pagó un 20% más que el deudor en UR. Debe un 5%-10% menos pero pagó un 20% más... y pagó más porque la cuota inicial era más alta (porque era mayor la tasa de interés) y porque la UI subió más que la UR en la crisis... Recién en 2013, la cuota en UR supera a la UI".

Estos son los resultados hasta ahora, de acuerdo a Deloitte, si la tendencia hacia el futuro es que la UR siga subiendo en términos reales (es decir, si los salarios continuaran creciendo), el deudor en UR ahora pagará más. Pero también es cierto que las tasas de interés de los préstamos en Unidades Indexadas son mayores que las tasas en UR.

"Entonces, bajo escenarios razonables de aumentos del salario real, nuestro cálculo dice que inclusive cuando consideremos toda la vida del préstamo (los 25 años), nuestro deudor en UR habrá pagado un 15%% menos que si hubiese tomado en crédito en UI", dijo Rosselli.

Las principales conclusiones a remarcar después de este análisis son para el informe de Deloitte que el crédito en UR no resultó más caro que lo que habría costado un crédito en UI.

Segundo, el crédito en UR fue más flexible. "El costo de la cuota bajó durante la crisis, cuando presumiblemente muchos deudores necesitaron cierto alivio por la caída del salario real y por el aumento del desempleo".

"Por último, por más que recién explicamos un ejemplo y que puede haber otros casos algo diferentes, es muy difícil sostener que estamos ante un caso extremo de sobrecostos de una entidad tal que justifique una modificación de los contratos que, como decíamos al inicio, debe ser algo excepcional", concluyó el economista Pablo Rosselli.