Análisis Económico

La inflación bajó a 8,7% en octubre. ¿Cuáles son los principales mensajes que se desprenden de la última información del INE?

Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.


(emitido a las 8:40 Hs.)

EMILIANO COTELO (EC):
Según las cifras divulgadas ayer por el INE, el aumento del IPC en octubre fue de 0,8%. De esta manera, la medición anual de inflación bajó de 9% a 8,7%.

El dato mensual coincidió con lo esperado por los analistas según lo que marcaba la mediana de la Encuesta de Expectativas del Banco Central, pero cuando se examinan de cerca las cifras hay bastante heterogeneidad por rubros y algunas variaciones que llaman la atención. Por eso, en los próximos minutos les proponemos poner foco en las últimas cifras de IPC con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.


ROMINA ANDRIOLI (RA):
¿Cómo evaluaron la inflación de octubre? Por un lado estamos viendo un descenso en la medición anual, pero por otro lado 0,8% en un mes tampoco parece un registro bajo.

TAMARA SCHANDY (TS):
Es así. La inflación en doce meses bajó porque la inflación de octubre del año pasado había sido más alta, de 1,1%. En eso había incidido un contexto de suba de los commodities a nivel global y también una suba excepcional de los precios de las frutas y verduras. Pero fundamentalmente lo que más incidió allí fue el impacto de un ajuste de la tarifa de UTE, que vino además con el fin del programa de bonificaciones de UTE en el invierno del año pasado.

Era entonces en buena medida esperado que la inflación de octubre de este año iba a ser menor, y que por ende la inflación medida en doce meses iba a bajar como finalmente bajó, pero eso no nos debe llevar a pensar que el registro de este octubre, en particular, fue bajo. De hecho, cuando descomponemos el dato se ve que hay comportamientos heterogéneos, pero muchos rubros siguen teniendo una persistencia inflacionaria fuerte.

RA - ¿Cuáles son las principales categorías que explicaron la suba de octubre?

TS - Por un lado tenemos una incidencia todavía relevante de los ajustes de precios de combustibles que se dieron en setiembre, porque como sucedieron empezado el mes parte de su efecto en el IPC queda computado en octubre. Este "residuo" de los ajustes de combustibles, del precio del boleto y del taxi sumó casi dos décimas al IPC de octubre.

Dejando de lado ese efecto, que no es "de tendencia", sino más bien puntual, tenemos contribuciones importantes de los precios de los alimentos. Si excluimos las frutas y verduras, que en general son muy volátiles, los precios de los alimentos y bebidas subieron en promedio 1,2% y explicaron 2,5 décimas de la inflación del mes. Las subas fueron bastante generalizadas: en las carnes, en los lácteos, en los panificados. De hecho, en muchos casos los aumentos terminaron siendo un poco mayores a los que estaban anticipando nuestros modelos.

RA - ¿Qué pasó con las frutas y verduras?

TS - Las verduras bajaron de precio y las frutas subieron. En conjunto hay una baja promedio de 1,1%, pero que viene precedida de dos subas muy fuertes en agosto y setiembre. Mirado así, tuvimos un aflojamiento, pero éste no llega a compensar los aumentos de los meses anteriores. En promedio seguimos viendo precios relativamente altos en estos rubros.

RA - ¿Y el resto de los componentes de la canasta del IPC que no son alimentos? ¿Qué tendencias sobresalen?

TS - En la clasificación habitual que hacemos entre rubros transables y no transables, seguimos viendo una inflación bastante relevante en los rubros no transables (aquellos cuyos precios se fijan esencialmente por la dinámica local de oferta, demanda y costos, sin una referencia externa demasiado clara).

Esos rubros tuvieron una inflación mensual de 1,1% y en doce meses de hecho se aceleraron. La inflación "no transable" pasó de 8,8% en setiembre a 9,4% en octubre y quebró una leve tendencia bajista que se había visto más temprano en el año. De todas formas, también es preciso señalar que hay un rubro en particular, el de "juegos de azar", que subió 12,5% en el mes luego de como dos años sin variaciones y tuvo una incidencia muy fuerte en esas cifras que comentábamos. De hecho, excluyendo esa línea, los no transables crecieron 0,7%, bastante parecido a los registros de los meses anteriores. Ese renglón sólo tuvo una incidencia de 2 décimas en el IPC total.

RA - ¿Los datos de octubre modificaron en algo el diagnóstico que hacen ustedes de la situación de inflación?

TS - Hubo factores bastante excepcionales que distorsionan un poco las cifras. La incidencia de ese ajuste en los precios asociados a juegos de azar es importante y queda computada en nuestro indicador de inflación subyacente. No concluiríamos entonces que la inflación siguió acelerándose en octubre como marca ese indicador de inflación subyacente, pero incluso dejando de lado ese factor no hay tampoco un aflojamiento demasiado claro.

En definitiva, seguimos manteniendo nuestra visión de que hay una persistencia inflacionaria importante a pesar de que la economía se está desacelerando bastante. Como comentábamos la última vez que tratamos este tema de inflación en este espacio, no deja de ser llamativo que la inflación subyacente siga fluctuando en torno o algo por encima de 8%, cuando la economía pasó de crecer a un ritmo anual de más de 6% en 2011 a un ritmo de menos de 4% anual en la actualidad.

Y, por otro lado, nos parece que tampoco debemos perder de vista que estas cifras de inflación las estamos viendo con un tipo de cambio que interrumpió la tendencia creciente que había iniciado con bastante firmeza en mayo.

RA - ¿Por qué marcás eso?

TS - Porque nos parece que los niveles relativamente "altos" de inflación que seguimos teniendo pueden ser un riesgo o una limitante para acomodar una depreciación relativamente importante de la moneda en caso de que vuelva a cambiar el contexto internacional, y en el mundo veamos nuevamente a las principales monedas emergentes devaluándose contra el dólar. En otras palabras: el umbral de 10% aún está lejos, pero hay poco espacio para poder acomodar una suba fuerte del tipo de cambio que seguramente tendría impactos en el IPC.

RA - Para terminar, ¿qué esperan para el cierre del año y para 2014? ¿Modificaron las proyecciones?

TS - Quizás haya algún ajuste puntual de alguna décima, todavía estamos corriendo nuestros modelos y revisando las proyecciones con los nuevos datos, pero en principio los mensajes son los mismos.

En el acumulado enero-octubre llevamos 9,1% de inflación, pero en el final del año es muy probable que veamos una caída del IPC, especialmente por la incidencia del programa UTE Premia (igual que se dio el año pasado). Por eso nuestra proyección para el conjunto del año es bastante similar o apenas menor a ese 9,1% que llevamos acumulado en diez meses. Obviamente, las oscilaciones de los precios de las frutas y verduras (difíciles de pronosticar) pueden cambiar ese número.

Para el año que viene también seguimos esperando una inflación significativa, en el entorno del 8% al cierre del año. Igual vale marcar que es un pronóstico que supone que los ajustes de los precios administrados van a ser acotados y que los aumentos de frutas y verduras van a ser moderados. Con las subas de salarios que se están negociando en los Consejos y con el impacto que tendría una gradual suba del dólar como estamos proyectando para el año que viene, la inflación subyacente probablemente se va a mantener en niveles más altos a lo largo de 2014.

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