La devaluación acumulada del peso argentino desde enero llega al 25% en impacta directamente en el costo de la mayoría de los alimentos y explica en gran parte el incremento del IPC del mes pasado, más allá de explicaciones macroeconómicas sobre la variación de precios de determinados artículos, como los panificados, a raíz de la suba de la harina por la escasez de trigo.

Proyecciones privadas como la de la consultora Finsoport, citada este domingo por Clarín, indican que la suba de precios de los alimentos en octubre fue de 5,4%, lo que impactó directamente en el alza del IPC del mes pasado, 2,7%.

El economista Carlos Melconián sostiene por su parte que la inflación "se estabilizó en el 2%, en gran parte porque la emisión monetaria se mantiene 10 puntos debajo del nivel que tenia cuando comenzó el año, debido a la contracción o la absorción monetaria proveniente de la venta de dólares del Banco Central".

Según una medición del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM), en octubre, la inflación subió 2,18% y de acuerdo con sus proyecciones, podría alcanzar el 30% en el año, "convirtiéndose en un récord absoluto",. Esta medición mostró "faltantes de stock en productos de primera necesidad y de alta rotación que están incluidos en el acuerdo de precios del Gobierno. Esos productos, han sufrido aumentos que van del 12 al 19%".