Caja Bancaria "quiebra en 2007" si el Parlamento no levanta el veto a financiación transitoria
Presidente de Aebu, Eduardo Fernández: La única coincidencia con el FMI es en la necesidad de reformar la Caja. El proyecto está pronto desde 2001, pero el Ejecutivo no lo trata. Esta ley es un puente para evitar la quiebra mientras se estudia la solución de fondo, y la pagan los propios interesados. No es cierto que impida bajar las tasas de interés.
(Emitido a las 07.37)
EMILIANO COTELO:
Si bien el Parlamento está en receso, puede ser convocado en forma extraordinaria y eso ocurrirá hoy con la Asamblea General. La semana pasada había fracasado un primer intento por falta de quórum, y vuelve a estar citada para analizar el veto del Poder Ejecutivo a la ley que estableció un refuerzo transitorio de financiamiento para la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias.
Según el diario El Observador, esta instancia va a dirimir "una controversia que puede dejar muy mal parado al gobierno de Jorge Batlle". La sesión se llevará a cabo efectivamente, según se ha sabido en los últimos días en contacto con fuentes parlamentarias. Los sectores blancos del herrerismo y la Correntada Wilsonista asistirán a sala; el senador Wilson Sanabria, del Foro Batllista, adelantó que su sector estará presente con una posición de bancada orientada a defender la ley. Enrique Rubio, de la Vertiente Artiguista, afirmó que ingresarán a sala todos los legisladores del Encuentro Progresista - Frente Amplio.
El proyecto de ley en cuestión, sancionado por el Poder Legislativo con el respaldo de todas las bancadas, establece una asistencia financiera transitoria mediante un impuesto que grava todas las jubilaciones actuales y futuras de la Caja Bancaria con un aporte diferenciado por franjas, y el mantenimiento del aporte patronal extraordinario de 4,5% hasta marzo de 2007.
No sólo fue aprobado sino también llevó firmas de legisladores de todos los partidos: los senadores Francisco Gallinal, de la Correntada Wilsonista; Alejandro Atchugarry, de la Lista 15; Ruben Correa Freitas, del Foro Batllista; José Korzeniak, del EP-FA-NM, y Edgardo Carvalho del Nuevo Espacio. Pero el Poder Ejecutivo vetó la ley.
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Uno de los sectores más interesados en el mantenimiento de la ley es el gremio bancario. Estamos en comunicación con el presidente del sindicato, Aebu, Eduardo Fernández. El tema de la Caja Bancaria es complejo, seguramente no es este el espacio más indicado para abordarlo en profundidad, pero en síntesis ¿cuál es hoy día el problema de la Caja?
EDUARDO FERNÁNDEZ:
El problema fundamental de la Caja en este momento, el más claro, es la diferencia entre la cantidad de beneficiarios, 16.000, y la cantidad de trabajadores aportantes, que somos 13.000. Con esa ecuación es imposible que ninguna institución de carácter previsional en el mundo pueda mantenerse.
EC - Es una ecuación que viene empeorando en los últimos años.
EF - Exactamente. Se puede adjudicar a muchos motivos, pero fundamentalmente el golpe más duro fue en 2002, cuando miles de bancarios quedaron en la calle.
Esta situación hace que cualquier cosa que afecte a la Caja la golpee mucho más. Ya hemos manifestado que la Caja tiene una pérdida diaria de U$S 70.000.
EC - Es un número muy fuerte: ¿U$S 70.000 por día en rojo?
EF - En rojo. Y no es un tema que apareciera en los últimos días ni a partir de la crisis de 2002. Aclaro que venimos discutiendo la reforma de la carta orgánica de Caja Bancaria desde el anterior gobierno, el del doctor Sanguinetti.
No se pudo tratar entonces y pasó a esta gobierno. En una conversación que mantuvimos en el año 2000 con el presidente Jorge Batlle quedamos de acuerdo en que este proyecto debía ser elevado por la Caja Bancaria al Poder Ejecutivo porque, siendo materia de seguridad social y con derivaciones impositivas, etcétera, el proyecto es de iniciativa privativa del Poder Ejecutivo.
Por tanto, la Caja Bancaria como tal elaboró un proyecto que fue elevado en diciembre de 2001 al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que ejercía Alvaro Alonso.
Desde entonces y hasta ahora, nunca más se tocó el proyecto más allá de nuestro esfuerzo permanente por que se lo tratara en el Poder Ejecutivo.
EC - Usted dice que, hasta ahora, la posibilidad de reforma de la Caja Bancaria se bloqueó en el Poder Ejecutivo.
EF - Sin duda. Yo he dicho tiempo atrás en El Espectador que hay dos organismos que siempre han estado con diferencias claras pero en esto éramos coincidentes: el Fondo Monetario Internacional y Aebu. El FMI, cada vez que venía, decía que había que reformar la Carta Orgánica de la Caja Bancaria; y si bien el FMI lo planteaba para destruir a la Caja Bancaria y nosotros para defenderla, era cierto que éramos nosotros quienes estábamos planteando permanentemente que se abordara el estudio. Que se elaborara el proyecto que el Poder Ejecutivo entendiera, lo mandara al Parlamento y allí discutirlo como se debe, con el tiempo necesario porque no es un tema fácil: en un organismo de previsión como el nuestro, que está con la situación en que está, hay que buscar soluciones de fondo.
EC - Esas soluciones de fondo que ustedes han estado proponiendo, ¿implican que se arreglan ustedes mismos con el tema? Se lo pregunto porque los bancarios tuvieron en determinadas épocas del país una muy buena situación laboral en materia de remuneraciones y también de pasividades, y crearon su propia caja con niveles de pasividades buenos en el contexto del país. Ahora que la Caja tiene problemas, entonces, ¿proponen resolverlos por ustedes mismos o que la sociedad los asista?
EF - No, no. Me retrotraigo a julio de 2001, cuando hicimos la asamblea general más grande del sindicato bancario hasta ese momento (lamentablemente fue superada el año siguiente en medio de la crisis). Y en aquel momento la asamblea aprobó los lineamientos de defensa de la Caja, planteándonos claramente comenzar una rebaja de los beneficios que teníamos -beneficios que consideramos absolutamente justos para cualquier trabajador- y en un instituto que fue, con la única excepción del período de la dictadura, totalmente transparente, con una administración tripartita. Lo destaco, porque normalmente se ven irregularidades en estas instituciones.
Por supuesto, hay un enorme esfuerzo por parte de activos, jubilados y pensionistas a efectos de darle viabilidad. Todos los estudios que hemos hecho parten de que el esfuerzo debe ser compartido por jubilados, pensionistas, activos, y también las empresas, pero que esto no tenga efectos sobre la población.
Y quiero decir que en estos días el presidente de la República ha incurrido en un error (por lo menos llamémosle error)...
EC - Usted se refiere a los fundamentos del veto.
EF - Exactamente.
EC - Pero, antes que eso: usted mencionó una pérdida diaria de U$S 70.000 al no haberse encarado la reforma. ¿Para cuánto tiempo le dan los fondos?
EF - En principio, según los estudios actuariales, hasta el 2007.
EC - O sea que en el 2007 ¿la Caja quiebra?
EF - Deja de abonar las pasividades.
EC - ¿Ese es el escenario que está por delante?
EF - Ese es el escenario. Si se levanta el veto, por supuesto que esta situación llegaría hasta el 2009, es decir que permitiría discutir la reforma con tranquilidad, y no que el nuevo gobierno comenzara a discutirlo apenas instalado en una situación de absoluta urgencia, en lugar de hacerlo con la profundidad que merece.
EC - O sea que este proyecto de financiamiento transitorio en definitiva busca eso: tender un puente que dé plazo para encarar la reforma de la Caja al comienzo del próximo gobierno, dando por hecho de que ya no ocurrirá en este.
EF - Está muy claro que, si tenemos dificultades para aprobar un proyecto puente, es muy difícil, casi imposible aprobar una reforma de fondo que debe ser encarada con profundidad por todos los partidos políticos.
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EC - Ahora sí, a propósito de las razones del Poder Ejecutivo para vetar la ley, expresó en primer lugar que el adicional del Impuesto a las Retribuciones para jubilados y pensionistas actuales y futuros de la Caja Bancaria, "esta solución no resuelve el problema de fondo de la Caja", pero añade que tiene una afectación considerable de los ingresos de los jubilados y pensionistas bancarios durante tres años.
EF - Por supuesto que no resuelve el problema de fondo. Estamos totalmente de acuerdo. Si el Poder Ejecutivo hubiera cumplido, no tendríamos que apelar a este camino.
Respecto a que tiene una afectación sobre los ingresos de jubilados y pensionistas, lo tenemos claro. Si hay que hacer un esfuerzo, los primeros que tenemos que hacerlo somos nosotros. Está claro que hay una afectación de nuestros ingresos, buscando hacer este puente que permita la discusión a fondo.
EC - El segundo argumento del Poder Ejecutivo es que, al mantener hasta marzo de 2007 el adicional de 4,5% en el aporte patronal jubilatorio a la Caja Bancaria, se está generando un mayor costo para las empresas financieras, que se va a traducir en mayores tasas de interés, en una afectación de las posibilidades de rebaja de las tasas.
EF - Ahí es donde está el error del presidente de la República, para no decir que está planteando un argumento horroroso.
EC - Aquí es donde este proyecto de financiamiento transitorio tendría un impacto en la sociedad, porque perjudicaría la posibilidad de obtener créditos a tasas menores.
EF - No, no, no: ahí es donde el Poder Ejecutivo no dice la verdad. Ahí es donde comete un error, o un horror; ahí es donde no dice la verdad a la población.
No se va a aumentar ningún costo del dinero, en la medida en que en este momento esos 4,5 puntos de aportes están siendo volcados, como se aprobó durante la crisis, y como fue ratificado en diciembre pasado por el propio ministro Isaac Alfie, quien envió al Parlamento un proyecto de ley prorrogando esta aportación. En aquel momento no dijo que aumentara el costo del dinero ni mucho menos.
EC - Pero estaba previsto que ahora cayera.
EF - Sí; pero no es cierto que aumente. Lo que hay que plantearse es qué es verdad y qué no, y eso es mentira. Hay que manejarse con cuidado, porque hay que tener cuidado cuando el presidente de la República o el ministro de Economía se refieren a un tema relativo a costos del conjunto de la población. La verdad es que no va a aumentar nada.
Y le digo lo siguiente: las tarjetas de crédito que andan por ahí, que cobran tasas bastante importantes no aportan a Caja Bancaria. El ministro ¿está preocupado por los intereses tan altos que cobran, que afectan a la población y fundamentalmente a los sectores de menores recursos? De ninguna manera.
Nos parece que se está esgrimiendo un argumento absolutamente artificial. Quiero decir que aquí hay, por parte del ministro de Economía -y como lo he dicho en reiteradas oportunidades- una suerte de revanchismo contra el sindicato bancario, ocultando además su incapacidad para resolver este tema ya que él, desde muchos años antes de ser ministro, fue asesor en el Ministerio de Economía y por tanto sabe muy bien a qué situación se podía llegar por no tomar las decisiones a tiempo que el Poder Ejecutivo debió haber tomado.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón