En 2014 Uruguay perdería beneficios arancelarios con la Unión Europea
Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte sobre el acceso al mercado europeo.
(emitido a las 8:40 Hs.)
ROMINA ANDRIOLI (RA):
En las últimas semanas autoridades de Uruguay y Brasil manifestaron su voluntad de que el Mercosur retome negociaciones con la Unión Europea para alcanzar un acuerdo. Con varios vaivenes, las tratativas entre ambos bloques se vienen dando desde la década de los '90, pero por distintos motivos no lograron resultados concretos. Actualmente se procura que las negociaciones tomen un nuevo impulso pero se ven dificultadas porque al interior del Mercosur hay posiciones encontradas y Argentina no muestra una vocación por negociar.
Este tema ha tomado relevancia porque a partir de 2014 Uruguay y sus vecinos "grandes"; del Mercosur dejarían de beneficiarse del Sistema General de Preferencias, por lo que perderían algunas preferencias de acceso al mercado europeo.
Para analizar los impactos que tendría la pérdida de esas condiciones de acceso al mercado europeo, dialogamos en seguida con el Ec. Pablo Rosselli de la consultora Deloitte.
Vale la pena comenzar explicando un poco de qué se trata el Sistema General de Preferencias.
PABLO ROSSELLI (PR):
El comercio entre países se rige por las normas de las Organización Mundial de Comercio. Ese organismo establece topes para los aranceles que cada país puede fijar y consagra el principio de "tratamiento igualitario"; en las relaciones comerciales. Esto quiere decir que se busca que los países no graven de distinta manera los productos importados de acuerdo al origen del producto. Se trata de evitar políticas de comercio discriminatorias entre países.
Sin embargo, hay algunos mecanismos que suponen excepciones a este principio. En primer lugar, los países o bloques comerciales pueden realizar acuerdos entre sí de distinto tipo que impliquen una reducción mutua de los aranceles (como puede ser un tratado de libre comercio, por ejemplo). Por otro lado, siguiendo recomendaciones de la ONU, muchos países desarrollados reducen unilateralmente los aranceles que cobran para el ingreso de productos provenientes de países más pobres, para contribuir a su desarrollo. El conjunto de esas concesiones conforman lo que se conoce como Sistema General de Preferencias, del que Uruguay se ha beneficiado desde hace muchos años.
RA - ¿Qué países o bloques otorgan esas preferencias a Uruguay?
PR - Los más relevantes para nuestro país son Estados Unidos y la Unión Europea, pero hay otros como Japón, Australia, Canadá o Noruega.
RA - ¿Y qué cambió para que nuestro país quede afuera de ese régimen en la Unión Europea?
PR - En 2012 la Unión Europea aprobó cambios en el sistema de concesiones arancelarias. Esos cambios entrarán en vigencia en enero de 2014 y apuntan a focalizar los beneficios arancelarios exclusivamente en aquellos países más pobres. De hecho, la lista de países beneficiados se redujo casi a la mitad, pasando de casi 180 países a solo 90.
Uno de los criterios empleados fue excluir a las economías consideradas como de ingresos medio-altos por el Banco Mundial por tres años consecutivos. Entran en esa categoría los países con un PIB per cápita de entre 4.000 y 12.600 dólares. Uruguay estuvo muchos años en esa categoría y recientemente superó el umbral superior, pasando a ser una economía de renta alta de acuerdo al Banco Mundial. Este problema no afecta solamente a Uruguay en la región: Argentina, Brasil y Venezuela también quedarán excluidos del Sistema de Preferencias por su nivel de ingresos.
RA - ¿Cómo están viendo los impactos que puede tener la reducción de los beneficios sobre la economía uruguaya?
PR - A nivel de la economía en su conjunto, hay que tener en cuenta que en los últimos años Europa ha ido perdiendo relevancia como destino de exportación para los productos uruguayos, mientras que otros mercados (China por ejemplo) son cada vez más importantes.
Para ponerlo en números, de acuerdo a datos del Banco Central, en 2012 nuestro país concretó ventas en la Unión Europea por cerca de US$ 1.000 millones, que representan algo más del 10% de las exportaciones totales de nuestro país. Ese porcentaje era más del doble diez años atrás.
RA - ¿Qué se exporta a la Unión Europea?
PR - El principal rubro de exportación es carne, que representa más del 40% de las ventas al bloque. Las ventas de soja son también relevantes, de más de 100 millones de dólares en 2012.
Además de estos rubros, el mercado Europeo es importante para productos como la lana, el arroz, el cuero, los cítricos, la madera y productos de la pesca.
De todas formas, no todos los productos que se exportan están comprendidos en el Sistema General de Preferencias.
RA - ¿Cómo impactaría en la economía uruguaya la pérdida de acceso al mercado europeo bajo el Sistema General de Preferencias?
PR - El Ministerio de Economía realizó un estudio para evaluar los impactos de la eliminación del Sistema de Preferencias. De acuerdo a ese estudio, solo un tercio del valor exportado a la Unión Europea hace uso de los beneficios arancelarios que se eliminarían. Eso es menos del 5% de las ventas totales de nuestro país al mundo, lo que hace pensar que los efectos sobre la economía en su conjunto deberían ser muy acotados.
De todas formas, hay que advertir que para algunos de los sectores que están perdiendo los beneficios el impacto puede ser significativo.
RA - ¿Por qué?
PR - Ocurre que la mayor parte de lo que Uruguay coloca haciendo uso del Sistema General de Preferencias se concentra en unos pocos productos.
Y esos pocos productos que hacen uso intensivo de las preferencias dependen mucho del mercado europeo. De hecho, en la mayoría de los casos la Unión Europea representa más del 50% del total de valor exportado desde Uruguay de esos artículos.
RA - ¿Podrías mencionar alguno de esos productos?
PR - Entre los principales están algunos productos de la industria pesquera y de la citrícola. Con datos a 2012, las exportaciones a la Unión Europea tanto de pescado como de cítricos frescos y secos fueron de más de 30 millones de dólares en cada caso. En ambos casos la Unión Europea absorbió por encima del 60% de las ventas al exterior de esos artículos.
Asimismo, hay varios productos de la industria curtidora. A modo de ejemplo, las ventas de tapizados de cuero para automóviles fueron de casi 60 millones de dólares, pero con una concentración algo menor de las exportaciones en el mercado europeo, de aproximadamente 50%. Hay además otras exportaciones que se verían afectadas, como la carne equina, los enchapados de madera o los arándanos.
RA - ¿Y qué tan decisivo puede ser para esos sectores la pérdida de las preferencias de acceso al mercado europeo?
PR - Resulta difícil evaluarlo y seguramente la respuesta tenga matices según el sector. Pero un elemento relevante es la magnitud del aumento de los aranceles que se observará a partir del año próximo, que no será igual para todos los bienes. En este sentido, para algunos productos exportados por Uruguay el aumento de los aranceles a partir de 2014 será relativamente pequeño, del orden de 3%, pero para otros el incremento superará el 10%. Eso puede plantear una desventaja clara en términos de competitividad, teniendo en cuenta también que nuestro país se ha encarecido mucho en los últimos años.
Considerando el aumento de los aranceles y el grado de protección que aplica la Unión Europea en cada bien, el estudio que mencionaba hace un rato identifica a los productos de mar y a los cítricos (particularmente a las mandarinas) como los rubros potencialmente más afectados.
Pero en el análisis hay que contemplar también lo que ocurra con la competencia, y en este sentido, varios competidores en el mercado europeo se mantienen dentro del Sistema General de preferencias o acceden a otros beneficios arancelarios.
RA - ¿Qué otros beneficios? ¿Uruguay podría acceder a esas ventajas?
PR - Otros países de la región, como Chile, Perú o Colombia han alcanzado de manera bilateral acuerdos de libre comercio más o menos amplios con la Unión Europea, que suponen una reducción mutua de los aranceles. Por eso y en línea con lo que planteaban ustedes al inicio, la caída del Sistema General de Preferencias para Uruguay plantea de forma más clara la necesidad de avanzar en las negociaciones Mercosur-Unión Europea para llegar a un acuerdo de libre comercio.
RA - Lo que sucede es que Argentina no muestra mayor interés en negociar. ¿Cómo se resuelve este tema?
PR - Es un hecho que no está en la agenda de Argentina celebrar ningún acuerdo que promueva el comercio internacional. Por el contrario, Argentina se cierra cada día más al mundo y a la región. En los papeles, el Mercosur debe negociar en forma conjunta, así lo establece el Tratado de Asunción, pero la realidad es que hoy el Tratado de Asunción cada vez importa menos, y cada vez más se observan apartamientos de esas normas. En el pasado, Uruguay obtuvo del Mercosur permiso para negociar un acuerdo de libre comercio con México. Quizás en estas circunstancias la salida del Mercosur sea promover una negociación con la Unión Europea en la cual Argentina, si desea, quede afuera. Brasil, como líder de la región, es quien tiene la llave para intentar recorrer ese camino. Si no apela a esa solución, será porque tampoco encuentra mucho apuro por cerrar un acuerdo con la Unión Europea.
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