Cambios en el gabinete

Argentina: ¿qué repercusiones puede tener el cambio de autoridades en el rumbo económico?

Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte sobre la situación política y económica actual del vecino país.


(emitido a las 7:52 Hs.)

EMILIANO COTELO (EC):
La situación económica en Argentina es desde hace tiempo muy compleja: inflación alta (de 25% o 30% anual), caída libre de las reservas del Banco Central y dólar "blue" en 10 pesos son tres indicadores claros de ese panorama. En ese contexto, desde hace tiempo se especula con que Argentina puede dirigirse hacia un "desdoblamiento cambiario", idea particularmente apoyada por el economista Axel Kicillof, que este martes asumió como ministro de Economía, en remplazo de Lorenzino.

Ayer también se supo que Guillermo Moreno, el secretario de Comercio Interior y considerado el hombre más poderoso del gobierno, en materia económica al menos, renunció a ese cargo, del que se alejará a inicios de diciembre. También es conocido por el tema cambiario, Moreno se oponía al planteo de Kicillof, planteo que aparentemente también es apoyado por el nuevo presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega.

En nuestro país, el Vicepresidente de la  República, Danilo Astori, advirtió que hay un riesgo "tremendo" de más distorsiones en Argentina, y señaló que las dificultades de Uruguay con nuestro vecino van a aumentar.

Para una primera mirada a este tema, estamos en contacto con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI (RA):
¿Cómo están viendo estas primeras horas de cambios en el gabinete ministerial en Argentina? Con la designación de Kicillof al frente de Economía, la sustitución de Marcó del Pont en el Banco Central y la renuncia de  Guillermo Moreno, el hombre fuerte, responsable de los controles de precios y de la intervención del INDEC.

PABLO ROSSELLI (PR):
Con mucha expectativa, aunque nadie puede sorprenderse de que luego de las elecciones la presidente de Argentina intente algunos cambios. La designación de Kicillof no sorprende, dado que era una de las personas más influyentes. La nota más relevante desde el punto de vista político es el alejamiento de Moreno, considerado el hombre fuerte de la política económica hasta ahora, fue el principal responsable en la intervención del INDEC y era el principal operador del gobierno para llevar adelante todas las restricciones a las importaciones y las acciones sobre las empresas para dificultar los ajustes de precios.

Uno podría preguntarse si el alejamiento de Moreno es una señal de que Argentina volverá a tener un INDEC confiable, todavía es muy temprano para aventurar una respuesta, aunque en principio no tenemos otra chance que ser necesariamente pesimistas.

Luego está el tema del eventual desdoblamiento cambiario, que también era un escenario probable luego de las elecciones. Como ustedes decían, era un camino que contaba con la opinión favorable de Kicillof y la oposición de Moreno. Estos cambios parecen indicar que habrá alguna clase de desdoblamiento cambiario.

RA - ¿Por qué se implementaría un desdoblamiento cambiario?

PR - Para responder esa pregunta hay que comprender el contexto argentino. En Uruguay (y prácticamente en todo el mundo) hay un único mercado de cambios, que funciona libremente, donde oferentes y demandantes van a ese mercado y realizan las transacciones a su libre voluntad. En Argentina eso no existe desde fines de 2011, cuando se empezaron a poner restricciones a la compra de dólares por parte del sector privado. Esas restricciones aumentaron a lo largo del tiempo y como no podía ser de otro modo generaron un mercado negro o paralelo (lo que en la jerga se denomina el blue).

Pese a todas las restricciones puestas por el gobierno a la compra de dólares por los privados, en los hechos las reservas del Banco Central caen diariamente a un ritmo que se hace insostenible. Las reservas caen porque el gobierno emite pesos de manera imparable para financiar el gasto público, eso genera inflación, el país se encarece, las importaciones crecen y el déficit comercial termina presionando en las reservas. El gobierno intentó frenar las importaciones, y lo ha hecho de a ratos, pero sin importaciones se cae la actividad económica. Con tanta inflación, la energía es cada vez más barata y el consumo cada vez más alto, lo que genera un fuerte déficit de energía. Argentina importa cada vez más energía y esa es otra vía de pérdida de reservas. Además, los agentes buscan múltiples formas de retirar dólares de Argentina.

En ese contexto, el gobierno debía tomar medidas para tratar de mantener, dentro del desorden macroeconómico que hoy prevalece en Argentina, ciertas condiciones mínimas de funcionamiento.

Ya hemos comentado que para restablecer condiciones de estabilidad macroeconómica Argentina necesita reducir fuertemente el gasto público, que hoy es financiado con emisión monetaria, y además se requiere de un fuerte aumento de las tarifas públicas, que hoy están extraordinariamente bajas en relación a los costos, y por eso suponen fuertes subsidios que debe afrontar el gobierno.

En general, los analistas se inclinaban por pensar que el gobierno intentaría tomar alguna medida paliativa en el frente cambiario, ya sea promoviendo una  suba mayor del dólar oficial o promoviendo lo que en la jerga se llama desdoblamiento cambiario. Los cambios de gabinete parecen sugerir que es inminente el camino de cierto desdoblamiento cambiario.

RA - ¿En qué consistiría ese "desdoblamiento cambiario"?

PR - Por ahora es solo especulación, aunque con un escenario que parece muy probable. En palabras simples, Argentina iría a formalizar una situación que de hecho ya existe, ya hay muchos valores del dólar, quien exporta soja recibe un dólar inferior al oficial (porque paga fuertes detracciones); otros exportadores pagan detracciones más bajas pero también perciben un dólar menor al oficial; otros que no tienen detracciones reciben el dólar oficial. Los importadores compran bienes con el dólar oficial, que es barato, pero lo hacen sólo cuando el gobierno les autoriza las importaciones. Los turistas pueden comprar pasajes y hacer gastos con sus tarjetas de crédito a otro valor del dólar más alto que el oficial porque se les aplica un recargo. El desdoblamiento cambiario vendría a darle más formalidad a una situación que de hecho ya existe.

Habrá que ver qué se anuncia finalmente. En el siglo XX en América Latina vimos muchos casos de tipos de cambio múltiple (Uruguay mismo los tuvo), podríamos ver por ejemplo distintos valores del dólar para importar bienes considerados "suntuarios" (un dólar alto) y para importar insumos o bienes de capital (un dólar más barato); podríamos ver un dólar más alto para algunas exportaciones que se las quiera promover, y otro más bajo para otras.
Podríamos ver un dólar muy caro para los argentinos que quieran hacer turismo en el exterior. En este contexto y como hubo en el pasado, podría llegar a autorizarse la compra venta de dólares a un precio libre (para operaciones financieras), algo que se permitía en los años previos a la convertibilidad cuando había dos tipos de cambio (uno para el comercio exterior y otro para todo lo demás). Lógicamente, el valor de ese dólar sería bastante mayor y podría ser mayor que el nivel actual de 10 pesos que tiene el dólar Blue. Tendremos que ver si finalmente Argentina pasa a ese esquema.

RA - ¿Y qué ganaría Argentina con ese esquema? El Vicepresidente Danilo Astori señaló ayer que Argentina enfrentaría más problemas si toma ese camino.

PR - A nuestro juicio, no hay dudas de que sería así, al menos a mediano plazo. Introducir múltiples tipos de cambio supondría avanzar en un conjunto de políticas económicas que tendrán efectos extraordinariamente perjudiciales para Argentina. En el corto plazo, con medidas de este tipo el gobierno podría promover por ejemplo una devaluación de la moneda para algunos usos, por ejemplo para los turistas (que hoy ya pagan un recargo para comprar dólares con sus tarjetas de crédito cuando están en el exterior). Así como se encarecerían las importaciones de servicios turísticos, se podrían encarecer otras importaciones menos necesarias de productos más prescindibles. Con medidas de este tipo el gobierno trataría de comprar un poco de tiempo, reduciendo el ritmo de caída de las reservas del Banco Central, porque lograría encarecer el dólar en forma selectiva para las compras de bienes y servicios menos necesarias para mantener la actividad económica.

Pero sin medidas de fondo, de reducción del gasto público y de fuerte suba de las tarifas, el escenario macroeconómico argentino seguirá siendo muy complicado. Pasar a un esquema de tipo de cambios múltiples puede ordenar un poco más los criterios que hoy se emplean para limitar la compra de dólares, pero es una señal inequívoca que de la política económica seguirá profundizando un modelo económico que está conduciendo a pésimos resultados.

RA - ¿Qué significa esto para Uruguay?

PR - Son malas noticias, aunque más que noticias nuevas estamos ante un desenlace que resulta previsible desde hace ya mucho tiempo.

Argentina se encuentra ya en un escenario de estancamiento económico, inflación en alza (hacia niveles de 30% anual en 2014 pero subiendo más a mediano plazo) y con riesgos de una recesión importante. Por ahora no hay elementos que permitan pensar que este escenario va a durar poco, por el contrario, puede durar unos cuantos años.

Si ponemos la mirada en las próximas semanas y en nuestra competitividad, en realidad ya tenemos una situación de un dólar blue muy elevado, que hace que la competitividad de Uruguay con Argentina se vea muy reducida (sobre todo en lo que hace al turismo, porque los uruguayos estamos gastando más dinero en Argentina). Y si aumenta fuertemente el dólar que pagan los argentinos cuando hacen turismo en el exterior, como parece muy probable, esa situación de competitividad negativa se va a acentuar. Con lo cual, el contexto que tenemos en Argentina es francamente negativo para Uruguay.

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