Condiciones financieras internacionales

La Reserva Federal de Estados Unidos anunció que comenzará a reducir su plan de estímulos monetarios

Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte sobre esta nueva política económica norteamericana.

(emitido a las 8:38 Hs.)

EMILIANO COTELO (EC):
Ayer terminó la última reunión del año de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y esta vez fue con novedades. Concretamente, la Fed comunicó que va a recortar el ritmo de compras de títulos desde 85.000 millones de dólares por mes hasta 75.000 millones de dólares mensuales, marcando así el comienzo de un proceso de reducción de los estímulos monetarios para la economía norteamericana.

¿Qué perspectivas se abren en las condiciones financieras internacionales? ¿Cómo juega este cambio en los países emergentes? En seguida, les proponemos conversar sobre este tema con la economista Tamara Schandy de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI (RA):
Hemos hablado muchas veces en este espacio que la política monetaria de Estados Unidos estaba por tener un giro. Finalmente se concretó un cambio pequeño, pero cambio al fin. Quizás sea bueno comenzar repasando qué es este programa de compra de títulos que ahora se recorta y por qué es importante, por qué se había generado tanta expectativa en torno a este tema.

TAMARA SCHANDY (TS):
Como es sabido, desde que estalló la crisis financiera internacional  en 2008 los países desarrollados, pero sobre todo Estados Unidos, comenzaron a implementar una política monetaria muy expansiva para tratar de mitigar los efectos de la crisis. La tasa de política monetaria en Estados Unidos bajó muy rápidamente y a fines de ese año ya estaba en un rango de 0%-0,25% Pero la crisis seguía, entonces, agotadas las herramientas monetarias más convencionales, la Fed fue buscando otros mecanismos para inyectar liquidez en la economía, con el objetivo de contener los impactos negativos en el sistema financiero y de fomentar una recuperación más rápida de la economía.

Es en ese marco que surgió lo que luego se llamaron programas de "Quantitative Easing";, que tuvieron distintas características a lo largo de estos años pero que en esencia consistieron en comprar bonos y a cambio entregar dólares al mercado, aumentando muchísimo la liquidez. Como resultado de todo esto la cantidad de dólares creció enormemente. La base monetaria de Estados Unidos pasó de 6% del PIB antes de la crisis a 21% ahora.

RA - Más que se triplicó…

TS - Exactamente, y eso tuvo múltiples implicancias en el contexto financiero internacional, porque en definitiva significó una abundancia de dinero barato para todo el mundo. Por eso entonces el posible cambio en la política monetaria de Estados Unidos hacia condiciones más "normales"; es un tema que generaba (y sigue generando) mucha expectativa.
Cuando Bernanke explicitó esa posibilidad en mayo esa expectativa se hizo mayor, pero desde entonces las sucesivas reuniones de la Reserva Federal no habían anunciado nada.

RA - ¿Por qué la decisión demoró tanto desde esos anuncios en mayo?

TS -  Seguramente lo que quiso señalizar la Reserva Federal en ese entonces fue que la política de inyección de liquidez no podía durar indefinidamente y con esas declaraciones de mayo Bernanke de algún modo fue preparando el terreno y mandando señales a los mercados, para que los cambios a nivel financiero se dieran de forma gradual.

Además, luego de esos dichos fueron apareciendo algunos datos que marcaban un enlentecimiento en la recuperación económica y con una inflación de 1% (por debajo del objetivo de 2%) la Fed no tenía ninguna necesidad de apurarse a tomar la decisión.
Ahora, con mejores datos económicos, la Fed "se animó"; a dar un primer paso.

RA - ¿Cómo reaccionaron los mercados?

TS - Ayer se vio una primera reacción positiva en las bolsas. Las tasas de los Treasuries subieron. La T-10, por ejemplo, que es la tasa de los títulos a 10 años, subió cinco puntos. También vimos al dólar fortaleciéndose frente a varias monedas, aunque el anuncio fue tarde en la jornada.
Es lógico que haya habido reacciones porque era un movimiento que no estaba 100% descontado en el mercado. Por ejemplo, un relevamiento de Bloomberg del viernes pasado mostraba que sólo un 34% de los encuestados creía que el recorte del ritmo de inyección de liquidez se iba a dar en esta reunión. La mayoría ya habían "perdido las esperanzas"; de un cambio en 2013 y fechaba el giro para 2014.

RA - ¿Qué cabe esperar en adelante?

TS - Depende de la velocidad con la que siga moviéndose la Fed. Este paso fue muy pequeño y pauta que la línea parece ser de mucha gradualidad. Recordemos que se bajó el ritmo de compras de títulos en 10.000 millones por mes, pero se seguirán comprando 75.000 millones igualmente, y recordemos también que la tasa de referencia sigue siendo 0%-0,25%. Eso significa que la política seguirá teniendo un signo muy expansivo.

Igual, como sucedió desde que este tema se instaló en la agenda, en mayo, seguramente vamos a ver que el dólar de a poco se va a ir fortaleciendo y que las tasas de interés de largo plazo en Estados Unidos van a tener una tendencia al alza.

RA - ¿Qué debemos mirar desde países como Uruguay?

TS - Lo que explicaba antes supone que las condiciones de financiamiento externo para los países emergentes, que fueron absolutamente excepcionales en los últimos años, probablemente se van a ir modificando. Si la Fed sigue avanzando en esta línea y si de a poco todas las tasas de interés en los mercados desarrollados van ajustando, los rendimientos de las colocaciones financieras en el mundo desarrollado van a ser más atractivos.

Aún cuando no cambiara la percepción de riesgo país para los emergentes, eso de por sí significa que las empresas y el Gobierno en los países emergentes van a enfrentar costos más altos para tomar crédito.

En ese marco los países más vulnerables son los que tienen déficit fiscales y de cuenta corriente grandes. En esos países el aumento del riesgo país puede ser más significativo y probablemente van a tener que procesar ajustes; posiblemente van a tener que crecer menos y sus monedas se van a depreciar más.

Uruguay tiene a favor una situación de reservas abundantes y un buen perfil de deuda, pero igual este probable cambio en las condiciones externas impone cautela. Entre otras cosas porque si hay cambios en el valor del dólar en el mundo y en las condiciones de liquidez tan abundantes, también pueden aflojarse los precios de las materias primas que exportamos. Además, decía antes que el dólar probablemente va a seguir fortaleciéndose, eso significa que el tipo de cambio va a tender a subir en muchos países. Uruguay debe cuidar no quedarse atrás en ese camino para no perder más competitividad frente a mercados relevantes, como puede ser el de Brasil.

***