El jueves pasado, el peso argentino registró una caída del 11% con respecto al dólar, la mayor baja desde la crisis económica de 2002. Ante esto, no solo los mercados de la región están sintiendo los primeros impactos de la medida.

En el gobierno de Dilma Rousseff se declaró "atento a los vaivenes"; de la situación argentina. El jefe adjunto del Departamento Económico del Banco Central de Brasil, Fernando Rocha, dijo a la Agencia Brasil que la entidad "acompaña"; atentamente el desarrollo de las "condiciones económicas generales"; de su vecino. El jerarca no quiso comentar cómo puede afectar a su país la depreciación del peso argentino y la flexibilización en la adquisición del dólar, pero medios de comunicación brasileños reportaron la preocupación de los exportadores en relación a que la medida podría limitar aún más las ventas a Buenos Aires.

En Chile en tanto ya se teme un efecto "contagio";. A consecuencia de la devaluación argentina, el dólar se disparó en los mercados trasandinos, y rompió la "barrera sicológica"; de los 550 pesos chilenos. "Dólar imparable"; tituló el Diario Financiero de Santiago. Este viernes la presidenta electa Michelle Bachellet designó a su gabinete, y desde el nuevo gobierno chileno se dijo que la situación argentina preocupa.

El desplome del peso argentino impactó en España. La Bolsa de ese país registró ayer una amplia caída del 3%, afectada por la exposición de empresas como BBVA , Santander o Telefónica. Precisamente estas compañías, debido a la incertidumbre, fueron las que lideraron la caída: 5%.

En tanto el peso uruguayo fue la moneda que registró la mayor caída en estas horas: este viernes retrocedía 1,37% con respecto al dólar.