Cifras del INE

El desempleo se mantuvo en niveles históricamente reducidos al cierre de 2013. ¿Cuáles son los riesgos y perspectivas en 2014?

Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte, sobre el desempeño del mercado de trabajo en Uruguay en 2013.

(emitido a las 8:35 hs.)

EMILIANO COTELO (EC):
En diciembre de 2013 el desempleo en el total del país se ubicó en 6,1% de la población económicamente activa, un guarismo cinco décimas superior al de diciembre de 2012 pero igualmente muy reducido en términos históricos.

Las cifras, divulgadas en el día de ayer por el Instituto Nacional de Estadística, parecen confirmar la firmeza que sigue atravesando el mercado de trabajo, incluso pese a la desaceleración que viene mostrando la economía.

Más allá de esa firmeza general: ¿cómo es la evolución del mercado de trabajo por zona geográfica? ¿Qué está pasando con otros indicadores relevantes que hacen a la calidad de los empleos? ¿Qué perspectivas y riesgos se advierten para adelante en este sentido? El diálogo es con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI (RA):
Recién comentábamos que el desempleo cerró 2013 en 6,1% de la población económicamente activa. Con este dato, en el promedio del año la tasa de desocupación se ubicó en 6,6%, un nivel apenas superior al 6,5% que vimos en 2012. ¿Cómo analizan ustedes estos datos?

FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
Como adelantaban ustedes recién,  las cifras del mercado de trabajo dadas a conocer ayer siguen confirmando una firmeza significativa del mercado de trabajo, con una tasa de desempleo que se ha mantenido en torno de 6% desde hace ya 3 años y que de hecho ha venido bajando en los últimos meses, incluso cuando la actividad económica viene sufriendo una desaceleración. Además, la desocupación es baja gracias a  un empleo que se ha mantenido muy firme, en niveles históricamente altos. Concretamente, en 2013, la tasa de empleo en el total del país cerró en 60,8% de la población en edad de trabajar, que es un guarismo similar al del cierre de 2012 y muy alto en términos históricos. Esa firmeza del empleo es lo que ha permitido absorber en buena medida el incremento de la tasa de actividad, es decir, de la cantidad de personas que se han volcado al mercado de trabajo, buscando empleo. Esta tasa, se ubicó en diciembre en 64,7% de la población en edad de trabajar, lo que pauta un nivel prácticamente récord. Pese a eso, la firmeza del empleo permitió que el desempleo subiera sólo unas pocas décimas.

RA - ¿Qué implica en términos de personas una tasa de desempleo en 6,1% o una tasa de empleo en 60,8%, como comentabas recién?

FC - En términos aproximados, una tasa de desempleo en 6,1% de la población económicamente activa, como teníamos en diciembre, implica unos 108.000 desempleados. Mientras que la tasa de empleo en 60,8% de la población en edad de trabajar supone que teníamos a diciembre en el total del país un millón seiscientos cincuenta mil ocupados, que es un número récord para nuestra economía.

RA - Está claro, entonces, que las cifras del total del país muestran mucha firmeza. Ahora, ¿Qué pasa a nivel de zonas? ¿Es igual la situación en Montevideo que en el interior?

FC - En ambas zonas el desempleo sigue estando en niveles muy bajos, aunque la evolución reciente no está siendo la misma. Mientras que en Montevideo la desocupación bajó en diciembre, tanto frente al mes previo como frente a diciembre de 2012 y se ubicó en 5,5% de la población activa, en el Interior el desempleo subió más de un punto frente a diciembre de 2012 y se situó en 6,5% de la población activa.

Sin embargo, esa suba de la desocupación en el Interior obedeció a que hubo más personas volcándose al mercado de trabajo (es decir, a un aumento relevante de la tasa de actividad) porque de hecho el empleo en el interior se ubicó en diciembre de 2013 en un récord histórico. En cambio, en Montevideo, bajó el desempleo, pero a instancias de una baja importante de la tasa de actividad (de unos 2 puntos porcentuales), que permitió compensar una caída también en el empleo.

RA - Yendo a otros indicadores relevantes del mercado de trabajo, ¿qué está pasando a nivel de la calidad del empleo?

FC - A nivel de los indicadores de calidad disponibles, seguimos viendo mejoras en 2013, continuando con la tendencia de los años anteriores. Concretamente, tuvimos una nueva caída del empleo informal (es decir el empleo "en negro" o sin cobertura de seguridad social), que se ubicó en 25,3% del total de los ocupados en 2013, frente al 26,6% que teníamos en 2012. De hecho, este indicador de informalidad está en niveles mínimos desde 2001 (que es desde que tenemos datos).

Y también cayó lo que llamamos el subempleo, que refleja  el porcentaje de trabajadores que les gustaría trabajar más horas de lo que hoy lo están haciendo. Este indicador promedió 6,8% en 2013 y estaba en 7,2% en 2012. En este caso, que tenemos más historia para comparar, estamos en niveles mínimos desde 1999, aunque supo estar incluso más bajo a inicios de los años 90.

De todas maneras, si bien la mejora de calidad se dio tanto en Montevideo como en el interior, persisten brechas muy grandes por zona, particularmente a nivel de la informalidad. En el interior el empleo informal se ubicó el año pasado en  30%, mientras que en Montevideo está en 18%.

RA - Para terminar, entonces y con estos buenos datos de cierre de 2013, ¿cómo quedan las perspectivas en materia de empleo para 2014?

FC - Como decíamos al inicio, parece claro que el mercado de trabajo está mostrando una firmeza importante, incluso cuando la economía en general, y algunos sectores relevantes para la ocupación, en particular, están perdiendo dinamismo de forma notoria. Sin ir más lejos, conocimos también esta semana los datos de cierre de producción industrial que, cuando se los depura de algunas ramas puntuales como la refinería de petróleo, la producción de pulpa (que responde básicamente a la actividad de UPM) y la de alimentos diversos (que refleja esencialmente la producción de PepsiCo en Colonia),  mostraron un virtual estancamiento de la actividad manufacturera en el país. Además, la construcción también está reduciendo su actividad, de la mano de la gradual finalización de las obras en Montes del Plata y de un menor dinamismo de la construcción residencial en la costa de Montevideo y de Punta del Este también. Con lo cual, a nuestro juicio, esta firmeza refleja, en buena medida, la reticencia de los empresarios para despedir trabajadores, después de haber convivido en los últimos años con grandes dificultades para contratar y para retener trabajadores.

Ahora, como hemos comentado otras veces, estamos enfrentando un deterioro claro del contexto externo para nuestro país y entendemos que en 2014 la economía va a seguir desacelerándose. Concretamente, estamos manejando una proyección de crecimiento del PBI de algo más de 2% anual para este año, si no contemplamos la contribución de la apertura de Montes del Plata.  En ese marco, en la medida en que sigamos viendo un enfriamiento adicional de la actividad y más sectores empiecen a enfrentar dificultades de demanda relativamente persistentes, a nuestro juicio vamos a empezar a ver mayores impactos en el empleo. En ese sentido, la rigidez salarial que plantea el esquema actual, en donde los acuerdos cerrados recientemente en la mayoría de los sectores dejaron aumentos significativos y  con cláusulas de salida (es decir de descuelgue bastante extremas), genera un riesgo mayor de que el impacto en el empleo termine siendo incluso más importante.

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