(emitido a las 8:38 hs.)

EMILIANO COTELO (EC):
La semana pasada las autoridades argentinas presentaron un nuevo Indice de Precios al Consumidor Nacional, que sustituye al IPC referido al Gran Buenos Aires. La divulgación de este nuevo índice era esperada con gran expectativa, porque no es novedad que en Argentina las estadísticas oficiales de precios y otras variables tienen desde hace varios años serios problemas de credibilidad.

Concretamente, el Gobierno anunció una fuerte suba de los precios al consumo, de 3,7% en enero, el mayor registro mensual de inflación reportado por el Instituto Nacional de Estadística (más conocido como INDEC) desde mayo de 2002. ¿Estamos ante una "normalización" de las estadísticas en Argentina? Conversaremos de este tema con el economista Javier Glejberman de la consultora Deloitte.

Quizás valga la pena para los oyentes que no siguen de cerca este tema repasar cómo se llega a la elaboración de este nuevo índice.

JAVIER GLEJBERMAN (JG):  
Como señalabas recién, la desconfianza respecto a las estadísticas oficiales en Argentina ya lleva varios años. De hecho, desde 2007 la inflación que reporta el INDEC se ubica sistemáticamente por debajo de las estimaciones de precios de algunas consultoras. Para tener una idea de las diferencias, desde fines de 2006 los precios acumulan una suba de 340% de acuerdo a estimaciones no oficiales, mientras que según los números del INDEC el incremento es de menos de 100% a lo largo del mismo período.

En este escenario, a comienzos del año pasado el FMI aplicó una "moción de censura" a Argentina por la calidad de sus estadísticas e instó al país a tomar acciones correctivas. En respuesta a esto, las autoridades argentinas, con asistencia del FMI, comenzaron a elaborar este nuevo IPC con alcance nacional, que es el que se divulgó la semana pasada.

EC - ¿Pero por qué luego de tanto tiempo Argentina terminó accediendo a este reclamo del FMI?

JG - Que el Gobierno argentino accediera a esta petición del FMI era una condición imprescindible para que Argentina pudiera, eventualmente, resultar elegible para programas de apoyo financiero del FMI y de otros organismos multilaterales, algo que cada día parece más necesario para Argentina.

EC - ¿Y cuáles son los principales cambios respecto al índice anterior? ¿Hay diferencias metodológicas importantes?

JG - Una de las diferencias más importantes es la extensión geográfica del relevamiento. Mientras que el IPC anterior refería solamente al Gran Buenos Aires, el nuevo indicador va a cubrir toda la población urbana del país. Además, para su elaboración van a trabajar no sólo funcionarios del INDEC sino también las direcciones provinciales de Estadísticas. Eso procura darle más credibilidad al nuevo índice, porque no todas las provincias respaldan al oficialismo.

El otro cambio relevante es la actualización de la canasta de consumo utilizada para obtener las ponderaciones en el índice, que se calcularon en base a una nueva Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares, realizada entre 2012 y 2013.

De todas formas, hay que tener en cuenta que el IPC anterior no era cuestionado tanto por elementos técnicos, sino por la magnitud de los aumentos que mostraba. Por eso es que el nuevo índice abre expectativas de una "normalización".

EC - Supongo que lo decís por la fuerte suba reportada para enero.

JG - Sí. Como señalabas al comienzo, desde 2002 que no se veía un dato mensual tan elevado. El registro es también muy alto en relación a diciembre, que marcó una suba de precios al consumo de sólo 1,4% medido con el índice de precios anterior.

Para algunos analistas especializados el dato generó sorpresa, porque veían muy poco probable un dato oficial de inflación más "realista", en un momento en que las presiones inflacionarias se han hecho más intensas. No debemos olvidar que el mes pasado Argentina procesó una corrección cambiaria de más de 20%. Eso para muchos bienes se tradujo con rapidez en mayores precios (sobre todo en productos importados). Además, en enero también hubo aumentos bastante significativos de tarifas: los combustibles subieron aproximadamente 10% y el boleto de ómnibus subió 66% en el Gran Buenos Aires.

EC - ¿Cómo se compara este número del INDEC de enero con los indicadores privados?

JG - En realidad las consultoras que relevan precios son varias y hay diferencias entre sus estimaciones. Sin embargo, podemos tomar como referencia el llamado "IPC Congreso", que es simplemente un promedio de varias estimaciones privadas. La inflación de enero fue según este relevamiento 4,6%, mayor pero no tan lejos del número oficial.

EC - ¿Y a qué obedece esa diferencia?

JG - Los incrementos reportados por el INDEC a nivel de los diferentes rubros que conforman el índice no se alejaron mucho de los valores divulgados por algunos privados. A modo de ejemplo, tanto el INDEC como la consultora Elypsis (una de las tantas que releva habitualmente los precios) reportaron subas del orden de 3%-4% en alimentos, 5% en esparcimiento y 2% en bebidas. Son números más que comparables teniendo en cuenta que la estimación de esa consultora está referida solo al Gran Buenos Aires y que además siempre en toda muestra hay un margen de error.

EC - ¿Cuál fue la reacción de las variables financieras a la presentación del nuevo índice? ¿Fue bien recibida?

JG - En general los mercados recibieron con optimismo la divulgación del nuevo índice. Vimos subas de la bolsa de Buenos Aires y aumentos de los precios de los bonos, que fueron particularmente fuertes para los títulos que tienen un rendimiento ligado a la inflación. Concretamente, estos bonos aumentaron su cotización aproximadamente 20% el viernes pasado. Esa suba marca una clara expectativa de que el nuevo índice va a informar más adecuadamente la evolución de los precios.

EC - Entonces, teniendo en cuenta todos los elementos, ¿piensan que estamos frente una "normalización" del INDEC en Argentina?

JG - Nos parece que es muy pronto para afirmar eso, no hay que perder de vista que se trató solamente de un dato puntual. Además, las dudas respecto a la calidad de las estadísticas del INDEC no sólo refieren a los indicadores de precios, sino que también afectan a otras variables clave como la actividad económica.

En definitiva, vemos este dato del nuevo IPC como una primera señal positiva. De confirmarse, una normalización del INDEC contribuiría a acercar a Argentina a los mercados internacionales. De todas formas, la reconstrucción de la confianza seguramente será un proceso lento y habrá que ver cómo continúan evolucionando los indicadores oficiales en los próximos meses.

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