¿Cómo ha impactado el clima de este verano en el sector agropecuario?
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte, sobre el impacto climático en el sector productivo de nuestro país.
(emitido a las 8:41 hs.)
EMILIANO COTELO (EC):
El clima ha sido un tema de mucha conversación en este verano de 2014. Además de las inundaciones terribles que provocaron la evacuación de varios uruguayos en distintas zonas del país, las lluvias tan abundantes de los últimos meses han tenido varias consecuencias: no sólo "frustraron" las vacaciones de muchos turistas locales y extranjeros, que pretendían disfrutar de la playa, sino que también impactaron en algunos sectores de actividad, en particular sobre la agropecuaria.
Ese va a ser el tema de nuestro diálogo de hoy con la economista Florencia Carriquiry de la consultora Deloitte.
Para comenzar si te parece miremos, dentro de lo que es el sector agropecuario, a la agricultura. Con el crecimiento excepcional que ha tenido el cultivo de soja en la última década, para el productor agrícola el verano resulta clave. En ese sentido, ¿cómo ha jugado el clima sobre la producción de soja de este verano?
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
Sin dudas, buena parte del partido hoy por hoy para el productor agrícola se juega en el verano, con los resultados que deja la producción sojera, pero además, para el país se trata de un recurso clave, no hay que olvidar que es el principal rubro de exportación. Por eso la preocupación que generó y que genera el posible impacto de lluvias tan abundantes, como las que tuvimos sobre todo en febrero, en este rubro.
La buena noticia, en ese sentido, es que en general los operadores del sector tienden a señalar que la zafra de soja no ha tenido impactos demasiado significativos por el clima hasta al momento y se sigue apostando a una buena campaña de verano.
A nivel de la soja de primera, en particular, los cultivos vienen desarrollándose de buena manera y se apuesta a una nueva campaña con buenos resultados. En la soja de segunda (sobre todo en la sembrada más tardíamente) es donde están las mayores dudas y donde la situación podemos decir es más despareja. En algunos casos el exceso de lluvias puede haber afectado los rendimientos, aunque aún es algo temprano para aventurar cifras.
EC - ¿Se va a poder alcanzar un nuevo récord de producción de soja este año?
FC - Todavía es temprano para poder afirmarlo y va a depender también de cómo siga el clima de aquí en más pero con un área de soja que se habría acercado al millón y medio de hectáreas, si se terminan confirmando rendimientos relativamente buenos (en torno a los 2.500 kilogramos por hectárea), estaríamos al menos muy cerca del récord de producción de soja del año pasado, en torno a los 3 millones 700 mil toneladas.
De todos modos, hay que precisar que la realidad en cada zona del país, incluso a nivel de cada productor, puede ser diferente. Por ejemplo, a nivel de las tierras del Este, en donde el cultivo de soja viene creciendo de forma importante recientemente (no sólo desplazando al arroz sino muchas veces como alternativa en la rotación justamente con el arroz), los impactos han tendido a ser más importantes, porque son zonas más inundables en general.
Por otra parte, algunos cultivos han sufrido el ataque de hongos y plagas (como la lagarta), porque justamente el exceso de humedad generó dificultades para ingresar a los campos con las máquinas y realizar los tratamientos adecuados. Pero salvo algunas situaciones puntuales, parecería que los impactos fueron relativamente acotados.
EC - Con lo cual la soja mantendría buenas perspectivas. ¿Qué sucede con el arroz, que es el otro cultivo importante del verano? Allí la situación no es tan auspiciosa ¿verdad?
FC - No, no lo es. Si bien es temprano para saberlo y aún no hay estimaciones, en el caso del arroz el exceso de lluvias y, sobre todo, la falta de luminosidad, con tantos días grises, se presume que van a estar afectando los rendimientos. Y eso preocupa mucho porque los números del cultivo de arroz venían bastante apretados ya en estas últimas campañas, con costos en el entorno de los 2.000 dólares por hectárea, los productores precisan mantener rendimientos razonables para evitar incurrir en pérdidas. Habrá que ver, con el paso del tiempo, cuál termina siendo el impacto final en este rubro.
EC - Y yendo a la ganadería, ¿cómo ha jugado el clima de este verano en este rubro?
FC - En el sector ganadero la situación es mixta también. Si nos focalizamos en la ganadería de carne, en general el agua (incluso cuando fue en exceso), trajo más beneficios que problemas. En particular, este verano estamos viendo un desarrollo excepcional del pasto y por eso hay una situación forrajera excelente, que está permitiendo un buen ritmo de engorde. Justamente esa buena disponibilidad de forraje está posibilitando retener el ganado en los campos, poniéndole más kilos y aguardando una mejora en las cotizaciones, que han venido cayendo desde finales del año pasado. Eso es uno de los elementos que ha estado detrás de la caída de la faena en estas semanas.
Hay que advertir que en algunos casos las lluvias tuvieron impactos negativos, por las crecidas de los ríos y arroyos, por la destrucción de muchos caminos rurales y por algunos problemas sanitarios, pero el balance para la ganadería de carne (sobre todo para la vacuna) es muy positivo.
En cambio en la lechería, la preocupación es mayor.
EC - ¿Por qué?
FC - Porque en este rubro, algunos de los problemas que mencionaba recién, impactaron en mayor medida. Si bien las primeras lluvias fueron bienvenidas, porque las temperaturas tan altas que tuvimos en diciembre también estaban generando dificultades, el exceso de agua que terminamos viendo complicó al rubro, fundamentalmente porque con tanto barro tiene a aumentar el surgimiento de infecciones y problemas sanitarios (como la mastitis o los problemas de pezuñas). Además, algunos operadores del sector también han denunciado un aumento en la mortandad de terneros y, en algunas zonas, se generaron dificultades a la hora de recolectar la leche. Sobre todo durante las semanas de más lluvias de febrero, en algunos predios los camiones no podían entrar a retirar la leche (los caminos estaban cerrados o destruidos) y los productores terminaron tirando leche. Esa es una particularidad de este rubro, no se puede especular con la oferta como decíamos recién con la ganadería de carne, la leche hay que ordeñarla y entregarla rápidamente porque es un bien muy perecedero.
En cualquier caso, si bien todas estas dificultades habrían afectado la producción lechera en estos meses, provocando además más costos para los productores, las perspectivas para este rubro siguen siendo relativamente buenas, en un marco de muy buenos precios.
EC – Entonces queda claro que el impacto del clima en el agro ha sido muy heterogéneo. Con este panorama y para terminar, ¿cuáles son las expectativas para el PBI agropecuario en este comienzo de 2014?
FC - Habrá que esperar a ver cuán importante terminan siendo los impactos a nivel de la lechería, del arroz y de otros rubros menores, de los cuáles hoy no hablamos, como la producción de carne de aves o la hortifruticultura, que sufrieron pérdidas muy importantes con este clima.
Ahora, en la medida en que la ganadería y la agricultura de secano (los dos principales rubros del sector) mantienen buenas perspectivas en general, por el momento nosotros mantenemos un pronóstico de crecimiento del PBI agropecuario. La dinámica trimestral de este sector es muy difícil de estimar, entre otras cosas porque es bien complicada la forma de computar el PBI trimestral del sector en las Cuentas Nacionales, pero nuestra proyección para el conjunto de 2014 supone un crecimiento moderado del sector agropecuario, de aproximadamente 2% anual, pero es un crecimiento de 2% por sobre un buen año como el 2013, que según nuestros números habría cerrado con una expansión del PBI agropecuario de entre 4% y 5%.
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