Impuestos en el agro: ¿cuánto pagan los productores y cómo se compara con otros sectores de la economía?
Análisis del economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte, sobre la presión tributaria que recae en el sector agropecuario.
(emitido a las 8:40 hs.)
EMILIANO COTELO (EC):
El debate sobre los impuestos que paga el sector agropecuario volvió a reavivarse la semana pasada a raíz de declaraciones del ex presidente y ahora candidato a la presidencia por el Frente Amplio, Tabaré Vázquez, quien afirmó que en caso de ganar las elecciones volvería a cobrar el Impuesto a Primaria "a los poderosos estancieros". La respuesta de las gremiales no se hizo esperar, sosteniendo que el sector está pagando indirectamente ese impuesto cuando tributa IMEBA e IRAE.
Esta discusión naturalmente dispara muchas otras preguntas: ¿Cómo es la presión tributaria que recae hoy sobre el sector agropecuario? ¿Hay un tratamiento favorable respecto a otros sectores? ¿En el agro se pagan más o menos impuestos que antes? En los próximos minutos, les proponemos abordar el tema con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI (RA):
En las discusiones en relación a la tributación del agro en general siempre subyace la noción de que el campo paga menos impuestos que otros sectores. ¿Es así? ¿Qué dicen los datos?
PR - Es muy difícil hacer una comparación cuantitativa sector a sector. No tenemos esos datos porque los impuestos no se pueden calcular de esa forma. Básicamente, el sistema tributario tiene impuestos al consumo e impuestos a las rentas. La información disponible no nos permite asignar la recaudación de cada impuesto a cada sector de la economía con lo cual no podemos rastrear esos impuestos a los sectores económicos donde se originan.
Y aunque pudiéramos (si se hiciera un gran esfuerzo estadístico) tampoco sería fácil luego sacar conclusiones claras. Un sector muy exportador, por ejemplo, está menos alcanzado por impuestos al consumo porque toda la lógica tributaria trata de no exportar impuestos. Un sector de baja rentabilidad sobre sus ventas también paga pocos impuestos en relación a su producto (porque esa es la lógica del impuesto a la renta).
Entonces las dos cosas que realmente tiene sentido preguntarse es si el agro paga más o menos que antes y en qué medida el sector agropecuario tiene un tratamiento tributario diferente.
RA - ¿Y cuáles son las respuestas? En particular, ¿tiene un tratamiento tributario "diferencial" respecto a otros sectores?
PR - Mucho menos que antes. A grandes rasgos el agro tiene un esquema tributario bastante similar al del resto de los sectores.
En particular, con la reforma tributaria de 2007 se extendió la aplicación del Impuesto a la Renta Empresarial, que antes de la reforma alcanzaba sólo a pocas empresas del sector.
Sigue habiendo una diferencia relevante que está en el cálculo de los aportes patronales a la seguridad social, que en el agro se fijan sobre un ficto por hectárea, lo cual probablemente deriva en promedio en una tributación menor que la que surgiría si se fijara la contribución en función de los salarios efectivamente pagados, como es en los demás sectores.
La otra distinción relevante, que era la exoneración del Impuesto al Patrimonio, cambió también a partir del año pasado con la ley que siguió a la declaración de inconstitucionalidad del ICIR. Los oyentes probablemente recuerden que la ley restableció la imposición al patrimonio para todos aquellos cuyos activos supere un determinado monto en UIs, que en las condiciones actuales equivale a un millón y medio de dólares aproximadamente. El Impuesto al Patrimonio en el agro tiene una particularidad con respecto al general, que es que por encima de la tasa general de 1,5% hay una tasa adicional en función del tamaño de la propiedad.
Pero más allá de esas dos cosas, a nivel conceptual hay una consistencia bastante grande en la forma que tributa el agro respecto a los demás sectores.
RA - ¿Y dónde aparece el IMEBA?
PR - El IMEBA es el Impuesto a la Enajenación de Bienes Agropecuarios; es un impuesto sobre las ventas que rige en el país desde hace muchos años. No lo mencionaba en la descripción gruesa que hacía antes porque desde la reforma del 2007 para las explotaciones grandes (por ejemplo las que tienen más de 1.200 hectáreas Coneat 100) esto va a cuenta del pago de IRAE, o sea, del impuesto a la renta que pagan como cualquier otra empresa de la economía, a la misma tasa de 25% que toda la economía.
Para las empresas más pequeñas y que no tienen contabilidad suficiente para pagar el IRAE, el IMEBA es un impuesto final que viene a sustituir el impuesto a la renta (el IRAE). Para las empresas pequeñas el IMEBA termina siendo un sustituto del IRAE por el cual en general pagan menos que si tributaran IRAE. Esto puede verse como una excepción pero conceptualmente es comparable a los regímenes para PYMES que encontramos por ejemplo en la tributación de la industria manufacturera o el comercio.
RA - ¿Y el Impuesto a Primaria? ¿El agro paga o no paga este impuesto? Te lo pregunto porque ante el planteo de Tabaré Vázquez de re-introducir el Impuesto a Primaria para el agro, las gremiales han sostenido que hay un pago indirecto a partir de lo que tributan de IMEBA e IRAE.
PR - El agro dejó de pagar impuesto a primaria luego de la ley de presupuesto N° 16.736 de 1996. En aquella ocasión se dispuso que los inmuebles rurales dejaran de estar gravados por el impuesto a primaria y que el Poder Ejecutivo transfiriera al Consejo de Educación Primaria una parte de la recaudación del IMEBA y del IRA (que era el impuesto a la renta agropecuaria vigente en aquel momento). Se fijó para eso un monto igual a lo que se había recaudado en 1994 con el impuesto a primaria de los inmuebles rurales. Esta modificación vino acompañada de muchos otros cambios tributarios para el sector agropecuario que se disponían en aquella ley, por eso las gremiales agropecuarias plantean que en los hechos el sector paga indirectamente el impuesto a primaria.
Sin embargo, a nuestro juicio esa conclusión no es acertada. Hay una norma que establece una transferencia de lo recaudado por IMEBA al Consejo de Educación Primaria pero en esencia no es lo mismo: el Impuesto a Primaria se paga por ser propietario de un inmueble y los otros son impuestos a las ventas o a la renta. Hay una diferencia conceptual importante, tan distinta es una cosa de la otra que por ejemplo un productor que trabaje sobre tierra arrendada debe pagar IMEBA o IRAE y no pagaría nunca impuesto a primaria. Y, lo que es más importante, las empresas de otros sectores pagan las dos cosas. Una empresa montevideana cualquiera, por ejemplo, paga Impuesto a Primaria por los inmuebles que tenga en su propiedad y paga IRAE por lo que gana.
Por último, no podemos ignorar que en 2007 hubo otra reforma tributaria en el país que en forma inequívoca optó por generalizar el impuesto a la renta empresarial (eliminando diversos impuestos sectoriales a las rentas para dejar para todos los sectores el IRAE). Esa reforma indicó que todos los sectores debían pagar IRAE; y desde esa perspectiva no se puede sostener que parte del IRAE (o del IMEBA) son para Primaria.
EC - Yendo al segundo tema que planteabas, de si el agro paga más o menos que en el pasado, ¿qué información disponible hay sobre ese asunto? Te lo pregunto porque antes señalabas que no hay una desagregación sectorial de la recaudación impositiva.
PR - Es verdad, no tenemos cómo hacer comparaciones transversales entre sectores, pero en los anuarios de Opypa, una dependencia del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, se publican estimaciones de la presión tributaria sobre el sector agropecuario en particular.
En el anuario 2013 se estimó que el agro pagó casi 30% más que en 2012, siendo el incremento de la tributación al patrimonio la principal explicación de esa suba.
RA - ¿De qué magnitudes estamos hablando? ¿Podemos comentar las cifras?
PR - Opypa estima que en 2013 el agro pagó –neto de las devoluciones de impuestos e incluyendo los aportes patronales a la seguridad social- unos 350 millones de dólares. En 2012 había pagado 266 millones según sus estimaciones, así que hay un aumento de alrededor de 80 millones. Solamente en el impuesto al patrimonio habría habido un incremento de unos 55 millones, por eso decía que es la principal explicación.
Esos cálculos no contemplan el monto de IRPF que deben pagar los propietarios de la tierra cuando la dan en arrendamiento.
La otra dimensión relevante que presenta Opypa es la relación entre lo que se paga de impuestos (siempre incluyendo la contribución patronal a la seguridad social) y el PBI del sector.
RA - ¿Qué muestran esos datos?
PR - Esos 350 millones de dólares equivalen a aproximadamente el 10% del PBI del sector agropecuario estimado por Opypa.
Ese porcentaje viene creciendo en el tiempo. En 2009 era de 7,3% y, decía recién, actualmente se estima cerca de 10% (9,6% del PBI del sector puntualmente).
Eso nos muestra que el agro no sólo está pagando más impuestos en términos absolutos (lo que sería esperable para cualquier sector en crecimiento), sino que está tributando más en relación a su propio producto.
Como veíamos recién, eso es en parte resultado de la re-introducción del impuesto al patrimonio y su adicional, pero en una mirada más larga probablemente también es resultado de que hay más explotaciones agropecuarias pagando impuestos. Eso es propio del ciclo económico para todos los sectores, pero probablemente recoge también el efecto de una mejor fiscalización después de la reforma tributaria (en particular para asegurar que las explotaciones tributan a la renta por el régimen que les corresponde).
EC - A partir de todos estos elementos, ¿el agro tiene un tratamiento preferencial?
PR - A nuestro juicio, el agro tiene un tratamiento más o menos similar al resto de los sectores, con algunas especificidades y diferencias, pero no se trata de diferencias relevantes. De hecho, las exportaciones de granos (salvo el arroz) no reciben devolución de impuestos, cuando todas las demás exportaciones las reciben.
La discusión sobre el impuesto a primaria puede resultar de interés político pero no tiene mayor relevancia económica; el Director General de Rentas señaló que el potencial recaudatorio de ese impuesto en el agro es de 20 millones de dólares. Esa cifra es muy inferior al monto de devolución de impuestos a las exportaciones de soja, trigo y maíz que el sector no recibe. Esa cifra es ínfima en relación al monto del gasto público (más de 15.000 millones de dólares).
Y si se quiere avanzar en un tratamiento tributario al agro más similar al que reciben los demás sectores, debería ponerse el foco en igualar las contribuciones patronales a la seguridad social y en asegurar un mayor alcance del IRAE en el sector.
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