Expansión de la actividad económica

El Producto Interno Bruto creció 4,4% durante el 2013, cifra que superó las proyecciones de los analistas

Análisis del economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte, sobre el incremento del PIB, pese a los indicios de desaceleración.

(emitido a las 7.48 hs.)

EMILIANO COTELO:
El Producto Interno Bruto (PIB) creció 2% en el cuatro trimestre de 2013 frente al trimestre inmediato anterior. Y si comparamos con el cuarto trimestre de 2012, el aumento fue de 4,6%.
 
En el conjunto del año el PIB mostró un incremento de 4,4%, o sea, por arriba de lo que esperaban en promedio los analistas, que era 4%.
 
Se trata de un dato positivo, que de hecho muestra una expansión de la actividad económica mayor a la que habíamos tenido en 2012, cuando el PIB subió 3,7%. Esto se dio pese a los indicios de desaceleración que en distintas ocasiones han señalado los analistas.
 
Vale la pena analizar estas cifras, estamos con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.
 
ROMINA ANDRIOLI:
¿Cómo vieron este dato de cierre de 2013? Fue una sorpresa positiva, ¿verdad?
 
PABLO ROSSELLI:
Sí, definitivamente. Nosotros proyectábamos un cierre del PIB de 4% para el conjunto de 2013, que estaba en línea con la proyección de la media de nuestros colegas. Las cifras conocidas hasta el tercer trimestre habían marcado un crecimiento de 4,4%. Entonces el pronóstico de 4% de cierre del año tenía implícito en los hechos una desaceleración muy importante de la economía en el cuarto trimestre con una caída del PIB en la medición de cuarto contra tercer trimestre si no se revisaban los datos de los trimestres previos, que siempre tienen alguna revisión.

Finalmente, la actividad económica se aceleró en el cuarto trimestre, creció 2% frente al tercer trimestre y el cierre del año terminó en ese 4,4% que mencionaban ustedes, que es mucho más que el 4% si uno piensa que toda esa diferencia ocurre sólo con el dato del último semestre.
 
RA – Entonces, ¿cómo hay que leer ese dato? ¿No se está desacelerando la economía? Te lo pregunto porque en 2012, recordaba Emiliano, el PIB creció 3,7%.
 
PR – En realidad la economía se está desacelerando. En 2013 tuvimos un impacto positivo sobre el PIB que fue importante, que obedeció a la recomposición de la generación de energía hidroeléctrica, que en el año 2012 había sido muy baja por falta de lluvias.

Si excluimos el sector de Electricidad, Gas y Agua (EGA) para depurar los datos de la volatilidad que tiene justamente la generación hidroeléctrica, en 2012 el crecimiento del PIB fue de 4,2%. En 2013, el PIB sin EGA creció 3,7%, cinco décimas menos que en 2012. A nuestro juicio, es más adecuado hacer esa lectura de los datos, excluyendo EGA.

Esa lectura marca una desaceleración, que sin embargo es más moderada de lo que pensábamos, y eso es una buena noticia, por cierto.
 
RA – ¿Cómo es el comportamiento de la economía cuando uno mira la evolución sector a sector? ¿Cuáles son los resultados más destacables?
 
PR – En el cuarto trimestre hubo una expansión generalizada en todos los sectores. En el conjunto del año también hay una expansión muy generalizada, con una única excepción, que es en la industria manufacturera. Esta industria cayó 0,4%, una caída pequeña que no sorprende porque desde hace un tiempo se ve un relativo estancamiento de la producción industrial, según los datos que mensualmente publica el Instituto Nacional de Estadística.

Después tenemos el caso exepcional de EGA, que sube 55% frente a un año 2012 que como decíamos recién fue un año muy malo.

Dejando de lado ese caso más excepcional, Transporte y Comunicaciones crece un 7,7%, es una tasa muy alta, es el sector de más crecimiento desde hace ya muchos años en la economía uruguaya.

Las actividades primarias suben 5,4%, otra tasa muy grande después de un crecimiento muy pobre, de 0,3% en 2012. Dentro de las actividades primarias, tenemos por un lado la expansión del sector agropecuario, que fue de 4,6% frente a 0% en 2012. Pero por otro lado se recoge el impacto de la exploración de petróleo, que obviamente antes no existía y ahora empieza a tener un volumen importante. Por eso el conjunto de actividades primarias sube inclusive más que el sector agropecuario, hasta ahora era casi sinónimos.

En Comercio, Restaurantes y Hoteles vimos una suba de 2,8%, hay una desaceleración frente a 3,8% de 2012, pero la actividad comercial igual tuvo un crecimiento más que aceptable empujada por la demanda de automóviles y otros productos importados. En el último trimestre del año hubo una expansión de la actividad turística, con más visitantes y más gasto per cápita, que en el cuarto trimestre del año anterior.

Luego tenemos la Construcción, que subió un 1,4%, subió poco pero es un desempeño notoriamente mejor al que preveíamos. En este sector se está recogiendo la finalización de las obras de Montes del Plata, pero ese efecto negativo ha sido más que compensado por una mayor inversión pública.
 
RA – ¿Y cuál es la lectura cuando se miran los datos desde la demanda agregada?
 
PR – Ahí vemos que la demanda interna mostró un crecimiento más firme que el previsto, el consumo privado creció 5,3% en el conjunto del año. La inversión volvió a crecer mucho, 4,2% y es una tasa importante de crecimiento que viene después del 16,6% que habíamos visto en 2012.

En el dinamismo de la inversión juegan la inversión pública, hay obras en vialidad, en la instalación de fibra óptica de Antel, en los Gobiernos departamentales. También hay una incidencia relevante de la inversión en exploración de petróleo y en la construcción de parques eólicos, el sector energético está siendo un gran impulsor de la inversión en estos momentos.

Por último, como nota más negativa, las exportaciones de bienes y servicios permanecieron estancadas en términos reales y tuvieron un desempeño algo peor al que esperábamos, un crecimiento de 1%. Esto confirma que la economía está creciendo pero con un sesgo excesivo, a nuestro juicio, hacia la demanda interna.

Eso tiene su correlato en que Uruguay mantiene un déficit muy importante en la cuenta corriente de la balanza de pagos, cifras que también se conocieron ayer. El año pasado cerró con 5,6% de déficit en la cuenta corriente, que muestra con claridad un exceso de gasto doméstico, el país consume e invierte más de lo que produce, y eso no es sostenible de manera indefinida.

RA – Para terminar, ¿cómo quedan las perspectivas para este año? El Gobierno anunció tiempo atrás que proyectaba un crecimiento de 3%, ¿qué dicen ustedes?
 
PR – Estamos revisando las proyecciones. Cuando se conoció el dato del tercer trimestre de 2013, hace tres meses, situamos nuestra proyección para este año en 3,3%. Desde ese momento para acá, hemos visto un deterioro del contexto regional, sobre todo de Argentina, perdimos competitividad frente a ese país, vimos una temporada turística que seguramente fue bastante pobre. Esas cosas juegan a favor de una revisión a la baja.

Pero por otro lado estamos viendo una firmeza muy importante de la demanda interna, tanto del consumo como de la inversión, que están jugando en dirección contraria a una revisión a la baja.

Todavía estamos revisando nuestras proyecciones, pero pensamos que este año podremos ver un crecimiento en torno de 3%. Eso supondría una nueva desaceleración de la economía, máxime si tenemos en cuenta que en este crecimiento más o menos de 3% que tendremos este año habrá un impulso relevante de la apertura de Montes del Plata, que es un efecto totalmente genuino pero que responde a decisiones tomadas hace ya varios años.

De todos modos, los datos del cuarto trimestre resultaron muy favorables y nos dan una perspectiva de que la economía, pese a los riesgos que estamos viendo, sobretodo del entorno regional, debería poder sostener en 2014 un crecimiento por lo menos aceptable.

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