Baja del IPC en abril y caída de la inflación en la medición anual: ¿se alivia el problema de precios en la economía?
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte, sobre un nuevo dato de inflación.
(emitido a las 8:39 hs.)
EMILIANO COTELO (EC):
El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó el lunes que el IPC cayó ligeramente en abril y con eso la medición anual de inflación bajó de 9,7% a 9,2%.
Sin embargo, la caída obedeció fundamentalmente al efecto de algunas medidas puntuales que ha venido tomando el Gobierno en los últimos meses. Por eso, nos pareció oportuno volver sobre los datos que publicó el INE para repasar qué está sucediendo con el conjunto de precios de la economía, para analizar la eficacia que están teniendo las iniciativas del Gobierno y para ver cómo están planteadas las perspectivas para los próximos meses ahora que la medición de inflación se fue alejando del umbral de 10%. En los próximos minutos, conversaremos sobre esto con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI (RA):
Repasemos el dato de abril. El INE informó una ligera caída del IPC, de 0,06%. Sin embargo, la baja obedeció en buena medida a medidas adoptadas por el Gobierno. ¿Cómo vieron ustedes el dato?
TAMARA SCHANDY (TS):
Nosotros esperábamos un dato moderado de inflación, pero no caída de los precios. Como tú adelantabas, lo que sucede es que en el dato de abril hay una incidencia grande de una baja de la cuota mutual, inducida por el subsidio que dio el Gobierno. Nosotros contemplábamos que el subsidio era para no subir la cuota mutual como habitualmente sube a mediados de año, pero lo que sucedió es que bajó casi 10% y sólo eso tiene una incidencia de un cuarto de punto porcentual.
Después hay otras cosas que también bajan y que estaban más o menos contempladas. Los precios de las frutas cayeron 1,5% en promedio, los de las verduras 4,2%. Esto era algo esperable luego de los aumentos tan fuertes que vimos a principios de año. Por otro lado, también pegó en abril la rebaja del precio del 5 de oro. Habíamos visto parte del efecto en la medición de marzo, pero como sucedió a mediados de ese mes parte del impacto pega en el IPC de abril.
RA - Recordemos que esta caída del IPC en marzo permitió que bajara también la inflación medida en 12 meses, de 9,7% anual en marzo a 9,2% en la última medición. Con esto el "temido" 10% está quedando más lejos. ¿Se puede concluir que fueron "exitosas" las medidas del Gobierno?
TS - Desde ese punto de vista sí. Ya hemos conversado en otras oportunidades que era necesario evitar que la inflación pasara de 10% por una cuestión de expectativas y por cómo van operando los mecanismos de indexación en la economía (por ejemplo para la determinación de los salarios o para reajustar precios de distintos servicios por contratos o paramétricas atadas al IPC).
Pero también hemos dicho que es una estrategia que no ataca los problemas de fondo.
Yendo al dato de abril, en particular, tuvimos deflación justamente por los efectos que marcaba al principio. El resto de los precios siguió subiendo y a un ritmo que no da pautas de un aflojamiento de las presiones de inflación. Nuestra medición de inflación subyacente, que recordemos saca de la canasta del IPC a las frutas y verduras por ser muy volátiles y a los precios que están directamente administrados por el Gobierno, da 0,5% en abril. Esto es exactamente lo que estábamos proyectando, aquí no hubo sorpresas. Y ese dato para el mes de abril implica que la inflación subyacente en 12 meses está en 9,6%, todavía muy cerca de 10%.
RA - ¿Cómo quedan las perspectivas entonces?
TS - La política económica está encarando el combate a la inflación por dos vías fundamentalmente. Por un lado tenemos una política monetaria que se ha hecho más dura, pero que todavía no tiene impactos muy visibles en el IPC. Pero por otro lado está operando a través de los precios administrados (tarifas públicas y precios como la cuota mutual, que son también determinados o aprobados por el Gobierno) y a través de acuerdos de precios con comercios. Esa segunda línea de acción tiene efectos más inmediatos y probablemente va a permitir que la inflación anual baje un poco más. Nuestro pronóstico para el cierre de 2014 de hecho apunta a un aumento del IPC algo más bajo todavía, en torno del 8,5%.
Sin embargo, remarco que eso es la variación del costo de la canasta del IPC, pero eso es en buena medida por precios "reprimidos". Nuestros modelos de proyección nos están indicando que la inflación subyacente va a estar arriba de 9%. Mirado así, por más que baje la medición de inflación sobre el IPC, la inflación va a seguir siendo un "problema" porque tener contenidas las subas de los precios administrados tiene un costo fiscal y no puede sostenerse indefinidamente. Tampoco se pueden sostener acuerdos con los privados indefinidamente sin que ello genere distorsiones en la economía.
RA - Entonces, si entiendo bien, estas medidas puntuales que está tomando el Gobierno permiten contener la suba de la inflación pero el problema seguirá presente y lo recibirá el próximo Gobierno. ¿Es así?
TS - A nuestro juicio es así. Si en 2015 el Gobierno aplica algunos ajustes de tarifas -aunque sean moderados- para acompasar un poco la suba de los demás precios de la economía y no afectar tanto más las cuentas públicas, esa diferencia que estaríamos viendo en 2014 entre la inflación de 8,5% y la inflación subyacente de más de 9% tendería a desaparecer. Por eso nos parece que la inflación subyacente es un mejor indicador de la tendencia inflacionaria. Hoy cuesta ver una inflación menor a 9% en un horizonte de mediano plazo, salvo que la política monetaria contractiva empiece a tener efectos mucho más visibles de los que por ahora estamos observando, o que la nueva administración envíe una señal contundente en relación a la política fiscal y salarial con un freno del gasto y una revisión de los ajustes de salarios.
RA - Por último, varios oyentes han escrito preguntándose si estas medidas que operan sobre el IPC no están distorsionando la medición de inflación. ¿Corremos riesgo de transitar el camino de Argentina?
TS - Es un buen punto. Es claro que en este momento tenemos una incidencia fuerte de los precios administrados a través de estas medidas que apuntan a contener el IPC y no la suba generalizada y repetida de los precios, que en última instancia es la definición correcta de inflación.
Pero hay una aclaración que creo es oportuna en la comparación que hacías con Argentina. Una cosa es que la canasta del IPC no refleje lo que sucede con el general de los precios en la economía y otra cosa es que la evolución del costo de la propia canasta del IPC no esté bien medida. Aquí en Uruguay ha habido impactos puntuales en el IPC producto de medidas tomadas por el Gobierno pero que también son impactos "reales" en la economía: la cuenta de UTE efectivamente baja con el "UTE premia", se sacó el IVA de algunas tarifas públicas, se están dejando sin efecto subas previstas en otras tarifas. En definitiva, se afecta la suba del índice pero se está afectando también el costo real de la canasta. Distinto es cuando se "tocan" los números de la canasta sin que eso suceda realmente, o que se utilicen referencias puntuales de una marca o un comercio para algún producto y no se releven precios representativos de la economía (que es una crítica que se hace del manejo de los "precios cuidados" en Argentina incluso después del cambio de índice que hizo el INDEC).
Entonces, ciertamente no estamos en la situación de Argentina. Pero si hay un abuso de los precios administrados para contener el aumento del IPC, la verdad es que la "utilidad" y la "credibilidad" del índice se puede empezar a resentir.
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