La construcción de la cárcel fue adjudicada, luego de un proceso de licitación, a la firma española Abengoa, asociada en Uruguay con Teyma. Se trata de un complejo de 25 edificios en un total de 42.000 metros cuadrados en tres niveles de clasificación penitenciaria: alta, media y baja seguridad.

Contará con un total de 1860 plazas, más otras 100 en el centro de admisión y clasificación, todo en 18 módulos independientes, lo cual permitirá la convivencia de personas con diferentes perfiles penitenciarios.

El privado deberá hacerse cargo del mantenimiento del centro, además de los servicios de "hotelería";, salud y alimentación  para los reclusos albergados allí. El Estado conserva las responsabilidades en cuanto a la seguridad.

En el primer piso se incluye un área de estar/comedor, espacio recreativo y de actividades, televisor, teléfono, agua, duchas y acceso a patio recreativo externo.

Al presentar este viernes la adjudicación el ministerio del Interior, Eduardo Bonomi, aseguró que este tipo de obras permitirá una mayor recuperación de las personas privadas de libertad, además de eliminar, durante mucho tiempo, el hacinamiento carcelario.

Se estima que el nuevo centro esté operativo en diciembre de 2016.

El ministro de Economía y Finanzas, Mario Bergara, destacó que esta primera experiencia de obra bajo el régimen de participación público privada es muy importante para Uruguay. En ese sentido, dijo que si se toman como referencia otros ejemplos internacionales, el país  desarrolla este proyecto en tiempos más que razonables.