El organismo asegura que se otorgará mayor ventaja a los acreedores que no ingresaron al canje.

En un documento difundido este viernes el FMI hace algunas consideraciones sobre la reciente ratificación del fallo del juez federal Thomas Griesa, y estima que la decisión de la Corte Suprema hará el proceso de reestructura de la deuda argentina más complicado.

El diario "Perfil"; publica este sábado que el organismo se basó en dos razones. Por un lado, "al permitir a los holdouts interrumpir el flujo de pagos a los acreedores que participaron de esta reestructura, las decisiones desalentarána participar en una nueva reestructuración voluntaria";.

Por otro lado, "al ofrecer a los holdouts un mecanismo para extraer la recuperación fuera de un canje de deuda voluntario, las decisiones incrementarían los riesgos de que los holdouts se multipliquen y los acreedores, quienes de otra manera están inclinados a acordar una reestructuracion, podrían ser menos propensos a hacerlo debido a las preocupaciones de equidad entre acreedores".

El documento mencionó además  que con la orden firme de los tribunales norteamericanos en el caso contra los holdouts, "será necesaria una revisión más amplia de las implicaciones de estas decisiones en el proceso de reestructuración en el corto a mediano plazo".

Por otra parte y tras la apertura de la negociación con los "fondos buitre"; en EEUU, otro frente de batalla de Argentina por la deuda se encamina a una definición: el litigio con los "holdouts"; italianos en el CIADI, el tribunal arbitral del Banco Mundial.

Allí el vecino país enfrenta un reclamo por 2700 millones de dólares. "Clarín informa que el pasado lunes comenzaron las audiencias finales, en donde el representante de los acreedores afirmo que, si bien se espera el dictamen del tribunal, ratificó que están dispuestos a negociar con el gobierno de Cristina Fernández.

Si hay acuerdo con los fondos buitre en Estados Unidos, los holdouts italianos esperan que –ya en 2015, cuando la cláusula que impide una mejor oferta esté vencida– se pueda negociar. Muchos de estos acreedores superan los 80 años de edad, y esperan desde hace 12 por el pago de sus bonos.