El país, que hasta hace poco era la factoría del mundo, inundando la economía global con productos de bajo costa, ahora sale de compras de forma muy fuerte en el exterior.

Las cifras de inversión chinas corresponden a datos de la OCDE. El boom inicial estuvo concentrado en países emergentes, Australia y Canadá. En ese momento se dedicó a realizar compras masivas en Africa, firmar acuerdos de suministro de petróleo con Venezuela y la adquisición de cobre, mineral de hierro o plata en América Latina.

A partir de la crisis económica de 2008 la inversión china se dirige cada vez más a Europa, según una nota que publica este domingo "";El País"; de Madrid.

Según diversos análisis, los países del Viejo Continente podrían recibir en los próximos diez años entre uno y dos billones de inversión directa china, frente a los 500.000 millones actuales.

China acumula cuatro billones de dólares en reservas internacionales, la mitad invertida en deuda pública de gobiernos extranjeros, entre ellos EEUU, del cual es el primer acreedor mundial.