Primer trimestre del año

Análisis del déficit en cuenta corriente y el financiamiento externo de la economía

Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte, sobre el déficit en la balanza de pagos en el primer trimestre del año.

(emitido a las 8:50 hs.)

EMILIANO COTELO (EC):
A comienzos de la semana el Banco Central divulgó el informe correspondiente a la evolución reciente de la Balanza de Pagos del Uruguay.

Los datos permiten monitorear qué sucede con el saldo entre nuestras exportaciones y nuestras importaciones, pero también aportan información relevante acerca de cómo se está financiando el país. ¿Cuán firme es la inversión extranjera? ¿Cuán relevante es el ingreso de otros capitales financieros en la economía? En el espacio de análisis económico de hoy les proponemos repasar las últimas cifras con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI (RA):
Las cifras oficiales marcaron una profundización bastante notoria del déficit en la cuenta corriente. Quizás se bueno comenzar explicando qué es lo que se considera en ese cálculo y por qué está aumentando tanto.

TAMARA SCHANDY (TS):
La cuenta corriente tiene 3 partes: la más intuitiva es la que corresponde al balance comercial, que es básicamente la diferencia entre todo lo que el Uruguay exporta y todo lo que el Uruguay importa y considera tanto bienes como servicios. Luego tenemos un segundo componente que corresponde al saldo neto de rentas de factores productivos desde y hacia el exterior. En Uruguay ese saldo es negativo y refleja que parte de lo que se produce en Uruguay se produce con capital extranjero y eso obviamente se remunera. En esta cuenta se incluyen, por ejemplo, los intereses de deuda y las utilidades que las empresas de capital extranjero giran al exterior. Y luego hay un tercer componente que es el saldo neto de transferencias, que incluye cosas como por ejemplo donaciones pero que es muchísimo menos relevante en magnitud.

Estos últimos datos confirman las tendencias que  venimos viendo hace tiempo: tenemos un déficit global de la cuenta corriente que se hace más deficitario tanto por un mayor déficit en la cuenta comercial como por un saldo más negativo a nivel del pago de rentas al exterior.

RA - ¿Podemos mencionar algunas cifras como para ubicar a los oyentes?

TS - Por supuesto. El saldo comercial en el año móvil cerrado en el primer trimestre fue negativo en 1.800 millones de dólares. Eso recoge un saldo deficitario de unos 1.550 millones a nivel de bienes y de unos 250 millones a nivel de servicios. Aunque el déficit en bienes es más importante, hay que aclarar que lo que explica el deterioro en los últimos datos es el saldo en servicios (el de bienes de hecho es un déficit más chico que en mediciones previas).

El deterioro en el saldo de servicios, a su vez, obedece en buena medida a los flujos de turismo.  Como hemos comentado otras veces, la temporada 2014 fue bastante mala y eso se reflejó en una caída de las "exportaciones de servicios turísticos" de 12% frente al primer trimestre de 2013. Y a eso se suma que los uruguayos estamos viajando mucho y gastando más en el exterior, por lo que las "importaciones de servicios turísticos" van en aumento (crecieron más de 10% interanual en el primer trimestre). Allí tenemos entonces una explicación bastante relevante para entender lo que sucedió en la cuenta corriente. También importamos otros servicios asociados a la exploración de hidrocarburos y servicios de transporte que tienen un papel relevante, pero si comparamos con dos años atrás, el balance de servicios pasó de ser superavitario en más de 1.000 millones a un déficit de más de 200 millones y en ese cambio el turismo es clave: el saldo es 1/3 del que era dos años atrás; perdimos casi 1.000 millones de dólares en términos netos por ese concepto.

RA - ¿Cuán importante es el otro componente de la cuenta corriente que mencionabas, el del pago de rentas al exterior?

TS - Son unos 1.900 millones de dólares en el año móvil cerrado en el primer trimestre y también viene subiendo.

No tenemos que perder de vista que es bastante razonable que suba porque el país viene recibiendo muchas inversiones del exterior y esas inversiones deben tener su repago. Desde esa perspectiva, este componente del déficit en cuenta corriente vino para quedarse.

RA - Pero con el déficit comercial que marcabas antes y esta magnitud de pago de rentas estamos con un déficit total de la cuenta corriente de más de 3.500 millones de dólares. Eso es más de 6% del PBI. ¿Es sostenible ese desequilibrio?

TS - Para responder eso está bueno mirar antes la otra parte de la balanza de pagos, que es la cuenta capital. Esa otra parte nos está diciendo que al mismo tiempo que el país tiene déficit por el balance comercial y por el pago de rentas al exterior, sigue recibiendo muchísimas divisas por concepto de inversiones de capital, tanto en la forma de inversión extranjera directa (que es cuando extranjeros invierten en la compra de activos uruguayos, ya sea en tierras, en adquisición del paquete accionario de una empresa existente o instalando una nueva empresa) como en la forma de otras inversiones financieras (por ejemplo a través de bonos u otros instrumentos de deuda).

Sólo en el primer trimestre la balanza de pagos tuvo un saldo positivo en la cuenta capital de más de 1.300 millones de dólares y en el acumulado del año móvil cerrado en marzo el balance de unos 6.700 millones de dólares. Este es realmente un número muy fuerte, que supera con creces el déficit de cuenta corriente que antes comentaba.

RA - ¿Qué está pasando en particular con la inversión extranjera directa? ¿Hubo una moderación por el fin de las obras de Montes del Plata?

TS - La desagregación de la información no permite entrar en mucho detalle. El comunicado explica que la inversión de Montes del Plata aún tiene una incidencia positiva en las cifras y que la inversión en exploración de hidrocarburos tuvo un impacto aún más importante en esta medición, pero que se compensa en parte con una menor inversión inmobiliaria en Punta del Este. Pero más allá de la composición, lo cierto es que los flujos totales de inversión extranjera directa siguen siendo muy fuertes. En el año móvil cerrado en marzo estamos hablando de unos 3.000 millones de dólares, que equivalen a 5% del PIB. Eso deja a Uruguay en una posición de privilegio en América Latina. Según los últimos informes de CEPAL sólo estamos detrás de Chile en esa comparación.

RA - ¿Cómo están viendo las perspectivas para el resto del año y para el año que viene?

TS - En la inversión extranjera directa en particular puede haber cierto aflojamiento, pero por otro lado también deberíamos ver una moderación del déficit en cuenta corriente. No somos muy optimistas en relación a la evolución de la competitividad, pero no debemos perder de vista que Montes del Plata comenzará a exportar celulosa por volúmenes muy grandes. Por eso nuestras proyecciones apuntan a un déficit de cuenta corriente algo más chico del que estamos viendo ahora, más en el entorno del 5%-5,5% del PIB. En cualquier caso, hay que destacar que es un déficit muy pero muy grande, no sólo en la comparación histórica sino también en la comparación internacional (es por lejos el más grande de América Latina si dejamos de lado algunas economías centroamericanas).

Como decía antes, hoy Uruguay no está teniendo inconvenientes en financiar su déficit, pero ya no lo cubrimos solamente con inversión extranjera directa (que en general es más estable) y puede transformarse en un problema si empiezan a cambiar las condiciones financieras internacionales. A nuestro juicio es una manifestación clara de que Uruguay tiene un desafío enorme de mejora de la competitividad y de re-balancear el crecimiento, con un patrón más parejo entre el crecimiento de la demanda interna y de las exportaciones, que lo deje menos vulnerable al flujo de capitales financieros.

***