¿Por qué aumentó el déficit fiscal que proyecta el Gobierno?
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte, sobre estimaciones económicas en el último período del Gobierno del presidente Mujica.
(emitido a las 8:40 hs.)
EMILIANO COTELO (EC):
Como es habitual en estas fechas, la semana pasada el equipo económico presentó al Parlamento el Proyecto de Ley de Rendición de Cuentas, el último correspondiente al Gobierno de Mujica.
El proyecto vino con novedades a nivel de los principales números: respecto a la última rendición de cuentas hubo cambios en el escenario macroeconómico previsto por el Gobierno y también se modificaron las estimaciones fiscales, previéndose ahora un déficit superior al 3% del PBI tanto para este año como para el próximo. ¿A qué obedece este mayor desequilibrio en las cuentas del sector público? Les proponemos conversarlo con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI (RA):
Te propongo comenzar ubicando a los oyentes con los números clave. La Rendición de Cuentas prevé un déficit fiscal de 3,3% del PBI para este año y de 3,2% del PBI para el año que viene. ¿Cómo compara eso con los últimos datos? ¿Cuál fue el nivel de cierre de 2013?
TAMARA SCHANDY (TS):
El déficit fiscal cerró el año pasado el 2,4% del PBI, pero en los datos que se fueron conociendo en estos primeros meses de 2014 se vio un deterioro bastante significativo. De hecho, los últimos datos corresponden al año móvil finalizado en mayo y están pautando un desequilibrio del orden de 3,3% del PBI. O sea que una primera conclusión es que el déficit que se proyecta en esta Rendición de Cuentas es mayor al que estaba previsto en las programación fiscal anterior (2,4% del PBI para 2014 y 2% para el 2015) pero está bastante alineado con lo que ya estamos viendo en las cifras actuales. Por eso en estos últimos días en el debate público varios hablaron de "sinceramiento" de los números fiscales.
RA - ¿Cómo se explica el aumento del déficit? Supongo que hay varias perspectivas de análisis. Si te parece miremos a nivel de reparticiones, ¿qué está pasando a nivel del Gobierno central, de las empresas públicas y de las demás entidades que componen las cuentas públicas?
TS - Hay un poco de cada cosa, pero por motivos bien diferentes.
A nivel del Gobierno central y el BPS la recaudación viene evolucionando positivamente en los últimos años, pero los gastos han crecido a un ritmo mayor y eso ha redundado en un paulatino descenso del resultado primario (de la diferencia entre los ingresos y los egresos antes del pago de intereses por la deuda). Ese balance era superavitario en torno de 3% del PBI en 2006-2007 y luego bajó para fluctuar entre medio punto y un punto y medio del PBI en los años más recientes. En particular, el resultado primario del consolidado Gobierno central – BPS cerró el año pasado en 0,9% del PBI y cayó en el año móvil terminado en mayo de 2014 (que como decía es la última información disponible) a 0,6% del PBI.
RA - ¿Cómo es el aumento del gasto por rubros?
TS - El aumento más reciente de los gastos está bastante repartido: en lo que va del año tanto los salarios, como las pasividades y las transferencias aumentaron en el equivalente a 1 décima del PBI cada uno.
Pero en una perspectiva un poco más larga la conclusión cambia bastante. Respecto al cierre de 2010, por ejemplo, el gasto aumentó 2 puntos enteros del PBI, y de esos dos puntos 1,6 fueron por el rubro transferencias, donde queda computado el costo de la extensión del FONASA pero también cosas como transferencias a las AFAPs, los pagos por el subsidio de desempleo, asignaciones familiares y otras prestaciones a los cotizantes del BPS. Por supuesto varios de estos rubros tienen contrapartidas de ingresos, pero en el neto este gasto explica una parte relevante de por qué menguó el superávit primario a nivel de la administración central.
RA - ¿Y a nivel de las empresas públicas? ¿Cuáles son las principales conclusiones?
TS - En los datos a mayo tenemos déficit a nivel primario en las principales empresas (UTE, ANCAP, ANTEL y OSE) y en el total estamos hablando de un punto del PBI. Este es un rubro de las cuentas públicas que siempre tiene fluctuaciones significativas, por ejemplo por la cadencia de compras de petróleo de ANCAP o los costos de generación de UTE, que varían mucho mes a mes, también está el tema de los aportes y el uso del Fondo de Estabilización Energética. Pero lo cierto es que recientemente estamos viendo números rojos bastante consolidados y de hecho niveles de déficit del orden de 1% del PBI habíamos visto en muy contadas ocasiones (esencialmente a principios de 2009 y en 2012, dos momentos de sequía en los que UTE estaba teniendo costos de abastecimiento récord).
RA - Pero esa no es la situación hoy.
TS - No, de hecho los costos de generación de UTE están siendo bastante moderados en una perspectiva histórica. Básicamente el déficit de 1% del PBI que estamos viendo ahora en las empresas tiene dos explicaciones. Por un lado, que están haciendo inversiones relativamente importantes (fundamentalmente ANTEL en temas de fibra óptica y también UTE en temas energéticos). En total la cuenta de inversiones de las empresas públicas sumó más de 2% del PBI en el año móvil a mayo, un nivel con pocos precedentes.
Esa es una parte de la explicación. También sucede que los balances de las empresas se han resentido por el relativo rezago que han tenido las tarifas públicas en un marco de alta inflación. Más allá de las inversiones, los costos de las empresas suben y eso no está siendo acompañado por las tarifas. Si miramos lo que se llama el resultado primario corriente (que excluye no sólo el pago de intereses sino también las inversiones), las empresas públicas tuvieron un deterioro de sus resultados del orden de 4 décimas del PBI en relación al cierre de 2013 y de casi un punto cuando comparamos con la situación un año atrás. Como hemos conversado otras veces con ustedes, el uso de las tarifas fue muy eficaz para evitar que la inflación superase el umbral de 10%, pero está teniendo un costo fiscal relevante. Estos números lo muestran con claridad.
RA - Decías que el déficit proyectado para 2014 y 2015 es similar al que estamos viendo hoy. ¿Las perspectivas para el cierre de este año y para 2015 suponen entonces que más o menos se van a mantener las tendencias que mencionabas?
TS - En líneas generales no se proyectan grandes cambios, pero hay un matiz que es interesante marcar que es que la programación contempla que aumentará la carga de intereses, mientras que el resultado primario debería mejorar un poco.
RA - ¿Por dónde pasaría el ajuste?
TS - Obviamente no es una proyección "de ajuste", porque eso sería una decisión a tomar por la próxima administración. Esta es más bien una proyección "pasiva", tomando los créditos presupuestales ya asignados. La previsión de mejora del resultado primario responde a un menor gasto en relación al PBI. Hoy estamos en 30,5% y se proyecta 29,9% para 2015. Igualmente es un número alto en una perspectiva larga. En la crisis había bajado a menos de 25% del PBI y eso no era sostenible, pero por ejemplo en el 99 era 28% del PBI, casi 2 puntos inferior al proyectado ahora y a la postre ese nivel tampoco resultó sostenible cuando empezó a caer la actividad económica y la recaudación del Estado. Obviamente importa la composición y la calidad del gasto, e importa también la estructura tributaria que lo sostiene, pero en el nivel de gasto y en una composición que es relativamente rígida a la baja tenemos una de las luces amarillas para la economía uruguaya si entramos en un escenario de menos crecimiento.
***